Entrevista a Jahir Dabroy | Profesor de la Universidad de San Carlos de Guatemala | Exclusiva para Siempre!
Ofelia Alemán García
La renuncia de la vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti, el 9 de mayo de este año se llevó entre los pies al sistema político nacional por completo. La Corte Suprema de Justicia guatemalteca recibió los expedientes de una organización no gubernamental encargada de las investigaciones y aseguró que había evidencia suficiente para retirarle la inmunidad y el fuero tanto a políticos, legisladores, jueces y hasta el propio presidente de la república, Otto Pérez Molina, quien actualmente presenta un índice de aprobación y legitimidad del cero por ciento.
Convocado por la Universidad de San Carlos, el paro nacional realizado el pasado jueves 27 de agosto, exigió la renuncia del primer mandatario, quien busca sobrevivir políticamente hasta el día 7 de septiembre, día de las elecciones federales. Alejandro Maldonado Aguirre —de casi 80 años de edad y quien podría suceder en el cargo a Otto Pérez— fue elegido como el nuevo vicepresidente.
Guatemala, el país de la eterna primavera, comparte con México más que la frontera sur. Guatemala ocupa el lugar 115 de 174 este año en el ranking mundial de corrupción. México ocupa el lugar número 108, es decir, el 80% de los mexicanos percibimos a la clase política dentro de unos niveles muy altos de corrupción. Es curioso que en un lustro, ambas naciones incrementaron sus niveles de corrupción ya que los índices eran menores a los 100 puntos.
A partir de ahora, como los hermanos Abel y Caín, las naciones hermanas, Guatemala y México están separadas por una clara discriminación hacia los corruptos y una ferviente adoración a la transparencia. El himno que se corea en las manifestaciones del hartazgo es la voz unísona de la revolución. El cambio llegó de golpe. Y la gente despertó. Guatemala transita por un camino patriótico y milenario.
“La señora”, como era llamada Baldetti, era parte de una red criminal que recibía cuantiosos sobornos por evitar de impuestos a todo tipo de mercancías en las aduanas del país. “Pero las estructuras paralelas en las aduanas han existido de siempre”, explica el politicólogo Jahir Dabroy, en entrevista exclusiva para Siempre! Dabroy es investigador de la tricentenaria Universidad de San Carlos y actualmente se encuentra al frente de la Dirección General de Investigación en el Instituto de Ciencia Política en la misma universidad.
“La Línea”
¿Quiénes eran defraudados en las aduanas? ¿Comerciaban con mercancía ilícita?
Hay elementos que relacionan directamente al poder ejecutivo desde donde se dirigía una estructura criminal conocida como “La Línea”. El caso más sonado es la vicepresidenta Roxana Baldetti y su secretario particular, Juan Carlos Monzón, quien está desaparecido desde hace aproximadamente tres meses. Se supone que está prófugo pero ni siquiera sabemos si está con vida. De hecho, a mediados de los años noventa se conoció a la “Red Moreno” por la persona que dirigía esta red delincuencial. Esta red defraudaba al fisco introduciendo mercadería libre de impuestos o con impuestos muy bajos.
¿Se sabe cuánto se recaudaba por fraude en las aduanas?
La defraudación generaba 60 millones de pesos semanales para ser distribuidos entre los altos mandos del ejecutivo y esto lo hicieron durante tres años y medio aproximadamente.
¿Qué tan informada está la sociedad guatemalteca de este escándalo?
La información es amplia y se ha difundido ampliamente sobretodo en las áreas urbanas que tienen más acceso a los medios de comunicación. La sociedad está bien informada por eso el gobierno actual ha perdido total legitimidad.
Juicio al presidente
¿Quiénes son los que marchan en contra del régimen? ¿Las ONG, la sociedad civil, detractores del gobierno actual, los intelectuales?
La lógica ha cambiado. Las manifestaciones generalmente se realizaban por gente de las áreas rurales, campesinos y pueblos indígenas. Pero ahora, en este contexto, que incluso ya tiene cobertura internacional, las marchas son un conglomerado de clases medias, y media altas, poblaciones urbanas y rurales. Estas personas toman la capital del país todos los sábados por la tarde desde el 25 de abril en respuesta a los informes sobre corrupción de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) auspiciada por las Naciones Unidas y fuertemente apoyada por la embajada de Estados Unidos.
¿Cuál es la importancia de Guatemala para las Naciones Unidas en este caso?
La CICIG un ente de las Naciones Unidas para casos de impunidad que también se ha trabajado recientemente en países de Europa del Este y en África. Guatemala fue el primer experimento del mundo porque en América Latina, se caracterizaba por los altos índices de impunidad. Cerca del 90% de los casos no tenían sentencia o nunca había una sentencia condenatoria contra las personas independientemente del conjunto de pruebas que se tuvieran. Esto implicó que las Naciones Unidas tuvieran una cobertura especial sobre Guatemala por ser parte del triángulo norte —El Salvador, Guatemala y Honduras— y la zona geopolítica que reviste para Suramérica, Asia, China, India y como el patio trasero de los Estados Unidos. Esta región es estratégica para el comercio además de la cantidad de recursos naturales que posee.
¿Cómo han reaccionado los empresarios ante el deterioro del régimen?
Aunque el presidente Otto Pérez llega fuertemente apoyado por el sector empresarial tradicional guatemalteco, a través del ministerio público, se ha evidenciado una estructura paralela de defraudación en aduanas. Era imposible negar la defraudación, lo que llevó a la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti en los primeros días de mayo de este año. Los empresarios ya no pudieron amparar a quienes fueron evidenciados con pruebas, documentos, escuchas telefónicas, declaraciones de las defraudaciones. No tiene sentido apoyar a gente así.
¿Terminará su periodo Otto Pérez?
La CICIG ha pedido el juicio en contra del presidente porque se han encontrado pruebas que lo incriminan directamente. El pasado martes 25 de agosto, la Universidad Nacional de San Carlos convocó a un paro nacional para pedir la renuncia del presidente Otto Pérez. Nunca había pasado en el mundo que a un presidente lo hicieran renunciar por corrupción o que lo metieran a la cárcel.
¿Cuáles serían algunos escenarios futuros ante la crisis de gobernabilidad?
El primer escenario es hablar de la renuncia del presidente porque diversos sectores del país lo han pedido recurrentemente. Su legitimidad es nula. El domingo 23 de agosto dio un mensaje a la nación para informar que bajo ninguna circunstancia renunciaría, pidió perdón a la sociedad y dijo que se ajustaría a los procesos judiciales de las investigaciones. Sin embargo, nunca aclaró el perdón sobre qué y bajo qué términos.
El segundo escenario es que tenemos elecciones el próximo 6 de septiembre y podemos correr el riesgo de no convocar a elecciones. De hecho, hay un sector muy fuerte de la población que quiere que se hagan reformas a la ley electoral y a los partidos políticos en general antes de convocar a elecciones. La gente ha perdido completamente la credibilidad en los partidos políticos y quieren cambios en las reglas del juego. Sin hay cambios en estas reglas, este grupo considera que será un ciclo a repetirse constantemente.
La gente ya no cree en la política
¿Cuáles serían algunos cambios en la ley electoral y de partidos?
Por ejemplo, hoy en día, los ciudadanos no podemos participar en política sino se tienen cuotas millonarias para hacerlo. La gente quiere que cambie la correlación de fuerzas y que el dinero no sea determinante. Otras de las exigencias es que los partidos políticos presenten propuestas claras y programáticas, así como una mayor responsabilidad de los actos como funcionarios públicos.
¿Y si el presidente Otto Pérez no se va?
Hay un sector de la población que teme que el sistema democrático se caiga al no cumplir las garantías constitucionales si el presidente renuncia. En Guatemala tenemos la figura del balotaje o segunda vuelta electoral como en Francia. Si en la primera vuelta no se llega al 50 más uno, se convocan a elecciones nuevamente con los dos candidatos más votados. Esta segunda elección sería en noviembre de este año. Es decir, por designación constitucional, se debe entregar el poder el 14 de enero a las catorce horas del 2016. Si el presidente renunciara, asumiría la presidencia el actual vicepresidente, el sucesor de Roxana Baldetti. Y el congreso tendría que elegir a un nuevo vicepresidente.
¿Quiénes podrían contender en las siguientes elecciones?
Hay que aclarar que no es sólo el caso de Otto Pérez ni de Baldetti. La CICIG ha hecho investigaciones este año en las cuales ha vinculado a diputados, senadores, jueces, altos funcionarios del ejecutivo, en diferentes hechos delictivos. Prácticamente toda la clase política ha sido fuertemente señalada por CICIG ante el ministerio público con pruebas. Incluso han comenzado a generarse procesos de antejuicio, procesos legales en los cuales se les retira la inmunidad a los políticos para que sean sometidos a tribunales y sean juzgados. La población no tiene un líder político en quien descansar. Generalmente en las crisis hay alguien que toma la bandera contraria y pues se beneficia de las crisis. Manuel Baldizón, quien tenía la mayor intención de voto, junto con su vicepresidente, han venido a la baja porque también están implicados.
¿Cuál es el sentir general de los guatemaltecos ante esta crisis de gobernabilidad?
La gente ha dejado de creer en la política. La gente ha puesto atención a las instituciones y al andamiaje normativo que las rige. La gente está bastante enardecida debido a que en este gobierno, se han padecido diversas crisis económicas, sobretodo en el sistema de salud. No ha existido pago a proveedores ni a médicos. ¡Han muerto niños por la baja atención médica! Y se han excusado en la poca recaudación fiscal. Imagínese lo que sucedió cuando salió a la luz el sistema de extorsión del Estado, la defraudación millonaria. La gente ha entendido que votar por el candidato “menos malo” nos ha llevado a la crisis, y que si no se cambian las reglas del juego, se seguirá repitiendo.
¿Cuál es la lección para Guatemala después de esta crisis?
Este cambio no hubiera sido posible sin el apoyo externo de la CICIG y de la embajada de Estados Unidos, quien está muy al pendiente de que el régimen democrático no se rompa y de que se actúe con transparencia. Esto ha generado conciencia en la población. La gente ha entendido que el manejo de la cosa pública y la pobreza alarmante de nuestro país dependen de la corrupción. Guatemala en realidad puede marcar un paradigma en Latinoamérica.
@ophelyas
@jahirda

