Rumbo al 2018

José Luis Camacho

Para nadie cabe duda de que los grandes perdedores en las elecciones intermedias del 7 de junio fueron los partidos políticos. Por ello tienen la obligación de redefinirse si quieren obtener mejores resultados en la grande, sobre todo ahora que la figura de la candidatura ciudadana está tan fortalecida.

Así lo han entendido algunos partidos, ya que el discurso casi generalizado durante el proceso de renovación de dirigencias es muy similar. Se habla de una transformación desde las raíces en la búsqueda por recuperar la confianza ciudadana.

Y es que diversas encuestas y estudios colocan los partidos políticos como las instituciones que tienen el menor porcentaje de confianza. Por tal razón debe poner especial atención en cómo llevan a cabo sus procesos internos de renovación de dirigencia.

En este sentido, la forma en como finalmente se decidió quién sería el relevo de César Camacho como dirigente nacional del PRI les dio a los demás partidos una lección de cómo debe llevarse a cabo esta tarea, sin que se presente un intenso golpeteo que puede desembocar en fracturas internas que a la larga cuestan mucho más de lo que se gana.

Manlio Fabio Beltrones será el próximo presidente del PRI a partir del próximo 19 de agosto, llega con toda la fuerza y apoyo de todas las secciones del tricolor, las cuales lo arropan desde antes de su llegada.

El mensaje que Beltrones envió a la militancia priista advierte que es necesario renovar la estructura y la oferta política del partido, debido a que se enfrentarán ante un gran reto en las próximas elecciones, porque la sociedad mexicana está cambiando y casi todas las instituciones se enfrentan a una crisis de credibilidad.

Por su parte, el PRD ya comenzó las acciones para el relevo anticipado de Carlos Navarrete, ya que después de los deficientes resultados que obtuvo dicho partido en las elecciones pasadas reconocen que es urgente que se lleve a cabo una transformación de fondo dentro del sol azteca.

Por ello no sorprende que, por unanimidad de votos, el Consejo Nacional del PRD avalará el relevo de toda su dirigencia nacional, el cual tendría que ser un hecho a más tardar a principios de octubre de este año en el marco de un congreso nacional.

Sin embargo, debido a sus antecedentes partidistas se prevé que tal vez la pugna de quienes aspiren a dirigir al partido rumbo al 2018 no sea del todo tranquila y sin incidentes. Lo cual no haría más que agravar la difícil situación que atraviesa el PRD, pues actualmente vive su más grande y profunda crisis al caer hasta 11 por ciento en la preferencia ciudadana, hecho que fue resaltado por el propio Carlos Navarrete.

Asimismo hay un punto que se debe destacar y es que no solamente basta con renovar a toda la actual dirigencia perredista, también es fundamental que cambien a fondo las prácticas internas que llevaron el partido a la posición en la que se encuentra.

Los nombres que circulan como los posibles sucesores de Navarrete son: Fernando Belaunzarán, Beatriz Mojica Morga y Armando Ríos Piter. Del mismo modo se sabe que el grupo Alternativa Democrática Nacional comenzó a buscar a personajes como José Woldenberg, Juan Ramón de la Fuente y Roger Bartra para ofrecerles la dirección del partido.

Del mismo modo, el PAN también se encuentra en pleno proceso de cambio de dirigencia, Ricardo Anaya y Javier Corral actualmente se encuentran en campaña en la búsqueda de relevar a Gustavo Madero. No obstante, ésta no ha sido del todo limpia y sin golpes bajos.

Al igual que sus homólogos, el PAN también requiere de un cambio de presidencia sin fracturas internas que lo debiliten todavía más de lo que ya lo está, sus resultados en las elecciones intermedias fueron los peores en la historia del partido, por ello necesitan una verdadera renovación que los haga recupera la confianza de los ciudadanos.