A cinco años del polémico caso de WikiLeaks, en el que el periodista autraliano Julian Assange ha fungido como protagonista, los cargos en su contra por abuso sexual en Suecia expiraron; el límite legal que establece la ley del país nórdico ya fue rebasado para realizar una indagación.
“Julian Assange ha permanecido voluntariamente lejos de la justicia refugiándose en la embajada ecuatoriana. Ahora que el plazo de prescripción ha pasado para algunos de los cargos me veo obligada a suspender la investigación”, declaró la fiscal encargada del caso, Marianne Ny, en un comunicado.
Assange, sin embargo, seguirá enfrentando el proceso de investigación por el delito más grave que lo inculpa, el de violación, que vence hasta 2020.
Los fiscales disponían hasta el 13 de agosto para interrogar a Assange sobre una acusación de acoso sexual y otra sobre coacción legal, mientras que el plazo sobre otro cargo por acosos sexual se vence el 18 de agosto, a menos que sea acusado de manera formal, además de que las leyes suecas establecen que no se pueden formular cargos contra un sospechoso sin haberlo interrogado.
Mientras la Fiscalía pretendía pedir la comparecencia de Assange en Suecia, este proponía a los magistrados una audición por videoconferencia o en Londres; la fiscal Ny aceptó la solución en marzo de 2015.
El periodista australiano libró una orden de aprehensión sueca al exiliarse en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, y ha asegurado en varias ocasiones que no abandonará esa sede diplomática ni siquiera si los cargos en su contra son reiterados. Assange teme ser extraditado a Estados Unidos para ser enjuiciado por la divulgación de documentos secretos del gobierno de ese país y ha manifestado que los señalamientos en su contra forman parte de una campaña de difamación.
Aunque Julian no está imputado formalmente en ningún delito, defiende su inocencia al afirmar que las relaciones sexuales fueron con consentimiento, sin embargo, nunca asistió a las citaciones de la fiscal a cargo del caso.
En junio de 2012, tras perder todos sus recursos en Reino Unido donde se había instalado para residir, se refugió en la embajada de del país sudamericano sin pensar en el tiempo que permanecería ahí.
Ecuador le permitió exiliarse dos meses después y, desde entonces, ha intentado sin resultados obtener un traslado a Quito.
Información de Infobae América y BBC Londres