Para justificar la esclavitud y los abusos sexuales, el grupo terrorista del Estado Islámico implementó una “teología de la violación”, reportó este jueves The New York Times, en su página electrónica.
La “sistemática violación de mujeres y niñas de la minoría religiosa yazidi está profundamente enraizada en la teología radical de la organización del Estados Islámico”, relata el periódico.
Basada en interpretaciones selectivas del Corán y otros textos religiosos, se concede a los militantes del EI el derecho de violar a mujeres y niñas, además de que condona y alienta estas prácticas; después de los abusos sexuales los combatientes rezan y realizan otros actos de devoción, con lo que los yihadistan han revivido la esclavitud como institución, destaca el medio.
“Los líderes del EI han enfatizado una estrecha y selectiva lectura del Corán y de otras regulaciones religiosas no sólo para justificar la violencia, sino para elevar y celebrar cada asalto sexual como espiritualmente benéfico e incluso virtuoso”, señala.
De acuerdo con la publicación del diario neoyorkino, el comercio de mujeres y niñas yazadi destinadas a ser esclavas ha creado que se retenga a las víctimas en almacenes con ventanas para que sean “inspeccionadas y vendidas”; de hecho cuentan con una serie de autobuses pata transportarlas.
Hasta 5 mil 270 mujeres y niñas yazadíes fueron secuestradas por el Estado Islámico el año pasado, de las cuales 3 mil 144 permanecen retenidas, según líderes comunitarios.
The New York Times agrega que “para hacerse cargo de ellas, el Estado Islámico ha desarrollado una detallada burocracia e esclavitud sexual, incluyendo contratos de venta notariados por cortes islámicas administradas por el EI”.
La práctica se ha convertido en una forma de reclutamiento para atraer hombres de sociedades musulmanes profundamente conservadores, donde el sexo casual representan un tabú y los noviazgos están prohibidos.
En enero pasado, el diario El País de Uruguay reportó que el grupo terrorista ordenó la mutilación de los genitales de 2 millones de niñas iraquíes de Mosul, para “distanciarlas del libertinaje y la inmortalidad”, además de que advirtió con imponer “duros castigos” a quienes no obedecieran la orden.
Entonces, la coordinadora humanitaria de la ONU en Irak, Jacqueline Badcock, consideró que era algo muy nuevo en Irak, particularmente en Mosul, y que era un asunto de enorme preocupación, que debía ser abordado.
La mutilación genital femenina (MGF) consiste en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, al igual que otras lesiones de los órganos genitales sin prescripción médica.
Tanto la MGF, la esclavitud y los abusos sexuales, que son reconocidos internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas, son muestra de la desigualdad entre sexos al mismo tiempo que se configuran como una forma extrema de discriminación a la mujer.
También se les considera formas de violar los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometido torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en los que el brutal maltrato termina provocando la muerte.
Información de Excélsior, Notimex y The New York Times