Entrevista exclusiva para Siempre!

Elizabeth Ponce

Parece que noviembre de 2014 fue el parteaguas que diera pie a la turbulenta crisis que enfrenta actualmente el Partido de la Revolución Democrática (PRD); fue cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fundador del partido un 5 de mayo de 1989, decidiera abandonarlo tras 25 años de militancia.

Para entonces, Navarrete declaraba en un encuentro en el que Alejandra Barrales fungió como moderadora que “este partido no ha cuidado suficientemente a sus gobiernos, no ha evaluado su función y sus resultados. No ha vigilado que el PRD gobierne mejor que los otros partidos. Nos ha ganado la idea de que un partido tiene éxito si tiene más votos o más cargos y no la calidad de los gobiernos que generamos. Hemos fallado y ahí están los resultados”.

Los perredistas presagiaban la derrota en los comicios del pasado 7 de junio, en donde perdieron 10 por ciento de sus votantes, así como influencia en la Cámara de Diputados, donde en la próxima legislatura contará con sólo 44 legisladores.

Asimismo, la vertiginosa derrota en el Distrito Federal, su principal bastión político y económico, al igual que la pérdida de la mayoría en la Asamblea Legislativa de la ciudad (ALDF), cooperó a la debacle perredista.

A nivel nacional, perdió Guerrero, una de sus gobernaturas más fuertes y que donde se le cobró el costo político del inconcluso periodo de Ángel Aguirre Rivero donde la crisis de seguridad alcanzó su grado más alto tras la desaparición de 43 normalistas en Ayotzinapa.
Tribus internas

Sin lugar a dudas, el Sol Azteca atraviesa por una crisis, misma que ha sido aceptada por muchos de sus militantes y fundadores; parte de  ésta tiene su explicación en las corrientes y tribus que han empañado la identidad, así como obstaculizar el desarrollo político del partido.

Actualmente, el PRD mantiene tribus como el Movimiento por la Democracia, Movimiento Cívico. Red de Izquierda Revolucionaria, Unidad y Renovación, Nueva Izquierda, Izquierda Social, Izquierda Democrática Nacional, Alternativa Democrática Nacional y Foro Nuevo Sol.

Éstas han puesto en vilo la estabilidad del PRD; sobre esto platicó en entrevista exclusiva para Siempre!, el senador por Chiapas, Armando Ríos Piter, detalla cómo es que llevará al partido hacia una regeneración y posterior reacomodo en el escenario político de México si logra hacerse de la dirigencia nacional.

Cambio generacional

¿Por qué la izquierda necesita un cambio generacional?

Yo creo que el cambio generacional puede significar una forma más fresca de conseguir la relación con los ciudadanos y las ciudadanas, especialmente cuando hablamos de que hoy, aproximadamente 40 millones de mexicanos y mexicanas tienen entre los 29 y los 12 años, lo que habla de que en ese espacio de gente, en ese espacio de la demografía nacional, está gran oportunidad no solamente de construir literalmente, sino especialmente de escuchar, de entender y diseñar cuáles son las políticas públicas que se requieren para transformar al país en materia al combate de la corrupción, en materia en combate a la impunidad, en materia al combate a la desigualdad que prevalece en un país tan grande como México.

Mejora en la política interna

¿Cómo es que Ríos Piter buscaría regresar a la cabeza de la política nacional al PRD?

Yo lo he dicho: se requiere un cambio en la forma en la que el PRD ha venido haciendo política interna y cómo este cambio en la política interna puede significar una mejora en la forma en la que el PRD se representa frente a la sociedad; me interesa ser parte de esta transformación y una vez que Carlos Navarrete ha anunciado que dejará de estar al frente del partido me interesaría encabezar ese esfuerzo junto con un importante equipo de hombres y mujeres especialmente jóvenes que a lo largo y ancho del país quieren ese cambio desde la izquierda política.

Acuerdo político

¿Cómo busca al igual que el senador Barbosa terminar con las tribus internas en el PRD?

Eso tiene que ser parte de un gran acuerdo político; las corrientes a lo largo de los años han ido perdiendo la función que originalmente tuvieron, que fue la de darle cohesión al partido, de que fueron progresivamente quedando con la definición de las decisiones al interior del partido y eso fue un costo. El costo fue que en términos de impedir el acceso a nuevos actores, en términos de ser únicamente unos cuantos los que a nivel municipal, estatal, poblacional se fueron quedando con las definiciones al interior del partido.

Después del 7 de junio lo que la sociedad dejó muy claro es que esa forma de hacer política que termina siendo muy cerrada, poco proclive a incluir visiones de movimientos sociales o de voto ciudadano, terminó ya no significándole gran cosa a los ciudadanos y por eso el voto que refirió el 7 de junio; de tal manera que hoy el acuerdo político al cual deberíamos estar convocando es a que las corrientes han cumplido su función y que los dirigentes de las mismas deberían disolver las corrientes, hacer un gran acuerdo político y definir una nueva ruta en términos de organización y que esto signifique la posibilidad de que las dirigencias de todos los órdenes territoriales en los cuales el PRD tiene presencia, puedan ser ocupados por nuevos actores, especialmente creo yo, jóvenes que le apuestan a la izquierda y que le apuestan a un partido político con experiencia y ya con madurez en la visión de políticas públicas para combatir los males del país.

No es tema de dignificar, es tema de confianza

¿Cómo es que busca dignificar al partido?

Hay que dejarle muy en claro a la ciudadanía que los partidos políticos son un instrumento para poder llevar a cabo transformaciones desde el poder público y creo que la confianza en que estos sirvan para esos fines, se ha perdido de manera contundente. Especialmente de los últimos meses, seguramente de los últimos años.

Regresarle una presencia significativa al Partido de la Revolución Democrática es regresar a que la confianza de los ciudadanos y las ciudadanas esté en lo que plantea el partido, que el partido lo cumpla en los procesos y no solamente de campaña o los procesos electorales sino que sea su modo de manifestarse y de tener presencia en el día con día frente a los ciudadanos y las ciudadanas.

De lo que se trata es de regresar, no es un tema de dignidades, sino un tema de confianza, de ciudadanos hacia quienes hacen política y especialmente hacia las plataformas políticas que significan los partidos, que vuelvan a ser herramienta de los ciudadanos, de los movimientos sociales para expresar que no sólo en las urnas o en los momentos electorales, sino en el día con día en el contraste frente de a quienes tienen el poder, identificar visiones alternativas frente a lo que no está funcionando y obviamente desde esa confianza se exprese en los hechos en el vivir cotidiano; ése es el rumbo que tiene que tomar el Partido de la Revolución Democrática.

Visión fresca que no representa Andrés Manuel

No buscar a AMLO, ¿por qué la decisión de no recurrir a una de las figuras representativas del PRD?

Andrés Manuel López Obrador ha tomado una ruta distinta a la del PRD; tiene un partido y me parece que si lo que queremos con la renovación de fondo del PRD, pues acudir con una figura que fue importante en su momento, pero que hoy, desde mi punto de vista, no tiene una visión cierta de lo que tiene que ser el presente del país y sobre todo la apuesta del futuro de las políticas públicas de la relación con los ciudadanos y las ciudadanas, de una búsqueda de políticas públicas que combata los males que he dicho: impunidad, corrupción, desigualdad, tienen que tener una visión fresca y me parece que esa visión fresca no la representa Andrés Manuel López Obrador.

Experiencia útil para el partido

¿Por qué Ríos Piter como presidente del PRD?

Tengo una trayectoria personal que me motiva a plantear cuestiones respecto a la vida interna del Partido de la Revolución Democrática, como muchos hombres y mujeres especialmente han tenido la oportunidad de desempeñarse al interior de este partido político; he sido diputado, he sido senador, he tenido la oportunidad de ser funcionario en gobiernos de la Revolución Democrática y en este momento me interesa que esta experiencia pueda ser útil para el partido, en un momento de renovación como el que se requiere.