El gobierno de Venezuela declaró que “no existe evidencia” de que aviones de su fuerza aérea violaran el espacio de Colombia y consideró las denuncias una “invención”, que busca echar abajo una posible reunión presidencial en la que se abordará la crisis fronteriza entre ambos países.

La denuncia se realizó este domingo por el ministerio de Defensa colombiano, que asegura que dos aviones militares venezolanos sobrevolaron 2,9 kilómetros en el territorio de la Alta Guajira “en horas de la tarde del sábado 12 de septiembre”.

Tras la denuncia de su ministerio de Defensa, el gobierno colombiano exigió una explicación oficial a Venezuela sobre la supuesta incursión de sus aeronaves; la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, escribió en Twitter para desmentir las declaraciones.

“No existe evidencia alguna de supuesta violación de espacio aéreo del vecino país, más allá de una invención para frustrar la reunión presidencial”, escribió la canciller el domingo por la noche. “Vemos con preocupación la sistemática tendencia del gobierno colombiano para inventar incidentes que no existen al fin de afectar relaciones” y aseguró que el presidente Nicolás Maduro le había instruido “denunciar el intento del gobierno de Colombia para abortar la gestión UNASUR-CELAC en diálogo presidencial”.

El sábado, las cancilleres de ambos países habían acordado consultar una posible reunión de mandatarios para tratar la crisis, que inició el mes pasado cuando Venezuela ordenó el cierre de varios pasos fronterizos y la deportación de más de mil colombianos indocumentados.

Además, en esa reunión, las dos funcionarias habían estado acompañadas por las cancilleres de Ecuador y Uruguay, quienes actualmente detentan la presidencia rotativa de ambas organizaciones.

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien les sirvió de anfitrión, leyó al final del encuentro un comunicado que afirmaba que se había avanzado “satisfactoriamente” en la discusión de los temas principales de la relación bilateral.

Las relaciones entre Colombia y Venezuela se tensaron desde que el presidente Nicolás Maduro ordenara el pasado 20 de agosto el cierre temporal de la frontera como parte de una “ofensiva” para acabar con el crimen el contrabando, ante un incidente en el que dos militares venezolanos fueron heridos en un enfrentamiento con contrabandistas.

Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que respetaba la decisión soberana de Venezuela de cerrar fronteras, declarar estado de excepción e incluso de deportar a gente sin papeles en regla, pero criticó enérgicamente que no se respetara el debido proceso ni se hiciera de forma humanitaria.

Santos ha expresado estar dispuesto a reunirse con su homólogo venezolano previo cumplimiento de una serie de condiciones que incluyen un “corredor escolar humanitario” y permiso para que los colombianos deportados puedan recuperarse física y emocionalmente del trato que han recibido.

Del lado venezolano se dice que las tensiones han sido creadas a propósito por el gobierno de Nicolás Maduro para condicionar las elecciones legislativas previstas para diciembre de este año.

Información de BBC y El Tiempo, Bogotá