El puro anuncio de la detención de Adrián Ramírez Castillo, dirigente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, ha encendido las alertas entre las diferentes organizaciones magisteriales del país más radicales, incluso sin que la autoridad competente haya oficializado su captura y su posterior liberación.

Las distintas dirigencias “democráticas y espurias” ya ponderaban hacerse las víctimas y salir a exhibirse una vez más a las calles para nuevamente evadir su responsabilidad al frente de los salones de clases.

De acuerdo a la información proporcionada por Mohamed Otaqui Toledo, vocero del movimiento magisterial en Oaxaca, Ramírez Castillo fue detenido la tarde de este domingo 20 de septiembre en Juchitán, a manos de personal de la Procuraduría General de la República (PGR).

“Exigimos la liberación inmediata de nuestro compañero Adrián Ramírez Castillo tras haber sido detenido por elementos de la PGR en el Istmo de Tehuantepec. !ALTO A LA REPRESIÓN DEL ESTADO!”, publicó el grupo autodenominado ‘democrático’ en su cuenta de Facebook.

Entonces cabría una pregunta: ¿Cómo se le llamará a aquél o aquella que viola las garantías constitucionales de la niñez al secuestrarle los derechos a la educación…?

El requerimiento seguramente atendió a las averiguaciones previas correspondientes integradas por la irrupción violenta y vandálica de un grupo “magisterial” a las instalaciones del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) en esa entidad el pasado primero de junio y los destrozos en diferentes casillas el día de la elección seis días después.

Hay que recordar que integrantes de la Sección 22 del SNTE adscritos a CNTE irrumpieron en las oficinas del IEEPCO, donde robaron equipo de cómputo, mobiliario de oficina y perpetraron la quema de expedientes.

El delegado del Instituto Nacional Electoral (INE), Roberto Cardiel Soto, confirmó que los maestros se apoderaron y quemaron cerca de 11 mil boletas electorales.

Adrián Ramírez fue quien encabezó justamente esta serie de hechos delictivos, por lo que por varias horas se habló que esa podría ser la razón de su requerimiento ante la PGR, en Salina Cruz, Oaxaca.

Sin embargo, horas después, Ramírez fue dejado en libertad según la propia historia del magisterio oaxaqueño.

“El Comité Ejecutivo de la Sección XXII confirma que en estos momentos ha sido liberado el compañero Adrián Ramírez Castillo, integrante de la Comisión Política”, publicaron en sus redes sociales.

Eso finalmente podría tratarse o no de una artimaña de la autoridad o del estéril magisterio disidente; lo relevante aquí es que nuevamente mostraron su músculo y su capacidad de movilización para que, de ser cierto, arrodillaran una vez más a las autoridades.

Vaya mensaje tan desalentador se ha enviado entre líneas, este domingo, a los padres de familia, a los alumnos y a la opinión pública en la que todos aquellos que actúan por encima de la ley y que no se someten a las reglas, podrá gozar de impunidad, porque finalmente es eso, impunidad.

¿Dónde están entonces los responsables de esos hechos vandálicos de sedición y violencia? Seguro, en las movilizaciones diarias, porque en las aulas, no y que bueno por bien de los niños de educación básica, que lo único que aprenderían a su lado es pandillerismo.