Desde el año pasado, luego de que el papa Francisco se pronunciara con aceptación ante los divorcios y los homosexuales, en el borrador con conclusiones del Sínodo sobre la familia, la fracción más conservadora del Vaticano salió a imponerse.
Recientemente, Francisco anunció dos medidas que es probable alborotaron de nuevo a esa fracción más conservadora: el perdón a los abortos y una flexibilización en el proceso de nulidad de los matrimonios.
Frente la visita de Francisco a Estados Unidos, este martes el diario The Washington Post decidió hablar al respecto en su artículo editorial titulado Conservative dissent in brewing incide the Vatican (El desacuerdo conservador crece en el Vaticano), acompañado de otra nota en al que enumera las siete declaraciones más notables del papa.
La publicación hace mención de las palabras del cardenal de Wisconsin, Raymond Burke, histórico crítico del pontífice: “el papa no tiene el poder de cambiar la enseñanza o la doctrina”, quien, además, prometió “resistir” los cambios liberales de francisco; de igual forma recuerda los cuestionamientos del obispo Thomas Tobin de Providence, Rhode Island, al papa en una carta abierta a su diócesis: “al tratar de satisfacer las necesidades de la época, como Francisco sugiere , la Iglesia corre el riesgo de peligro de perder su valiente voz, contracultural, profética, una que el mundo necesita oír”.
El diario también refiere que “está emergiendo rápidamente una guerra cultural sobre el papado de Francisco y la poderosa jerarquía que gobierna la Iglesia Católica Romana”, en el marco de su visita a Cuba y Estados Unidos , “en un momento en que sus aliados progresistas lo aclaman como un revolucionario”, se lee en relación al perdón del aborto y al llamado a los católicos en Europa a recibir a refugiados.
“Sin embargo, mientras cambia drásticamente la convención de la iglesia, Francisco también está lidiando con una reacción conservadora contra el impulso liberal dentro de la Iglesia”, asegura el editorial.
Según testimonios del interior del Vaticano, los cambios hechos por el pontífice argentino han afectado la jerarquía al crear una fractura como nunca antes, incluso más allá de los grandes reformistas papales de la década de los 60.
“La rebelión conservadora está adquiriendo muchas formas en los comentarios públicos, sí, pero también en la creciente popularidad de los sitios web católicos conservadores que tratan de contrarrestar la tendencia liberal; y filtraciones a los medios de comunicación, dirigido a los reformistas del Vaticano”, desglosa la opinión del Post respecto a la oposición de las reformas clericales.
“Tenemos un problema grave en este momento, una situación muy alarmante, donde sacerdotes y obispos católicos están diciendo y haciendo cosas en contra de lo que enseña la Iglesia, hablando de uniones del mismo sexo, acerca de la comunión para aquellos que están viviendo en adulterio”, manifestó un funcionario del Vaticano al diario, “y sin embargo, el papa no hace nada para silenciarlos. Así que a conclusión es que esto es lo que quiere el papa”.
Información de El Clarín y La Nación, de Argentina