El 3 de septiembre de 1940, nacería uno de los máximos escritores latinoamericanos, Eduardo Hugues Galeano, mejor conocido como Eduardo Galeano; escritor y periodista uruguayo inició su carrera periodística a los 14 años publicando dibujos y caricaturas políticas en el semanario socialista El Sol.

Con tan solo 20 años, se convirtió en jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época. Además, publicó sus primeras obras: Los días siguientes (1962); China 1964: Crónica de un desafío (1964); Los fantasmas del día del león y otros relatos (1967); Guatemala: Clave de Latinoamérica (1967);

Reportajes: Tierras de Latinoamérica, otros puntos cardinales, y algo más (1967); Siete imágenes de Bolivia (1971); y Las venas abiertas de América Latina (1971), obra que ha marcado ha generaciones enteras en toda Latinoamérica.

“No sería capaz de leerlo de nuevo. Caería desmayado. Para mí, esa prosa de la izquierda tradicional es aburridísima. Intentó ser una obra de economía política, solo que yo no tenía la formación necesaria. No me arrepiento de haberlo escrito, pero es una etapa que, para mí, está superada…En realidad, todos escribimos un solo libro, que va cambiando y se va multiplicando a medida que la vida vive y el escritor escribe. Para mí, Las venas fue un puerto de partida, no un puerto de llegada” (Abril 2014)

Sin embargo, en 1973 tras el golpe de estado en Uruguay fue encarcelado y exiliado a Argentina, país en el que fundó la revista Crisis. Mientras que en 1976 fue añadido a la lista de condenados del escuadrón de la muerte de Videla, razón por la que se exilió en España.

En 1976 fue añadido a la lista de los condenados del escuadrón de la muerte de Videla por lo que tuvo que marcharse de nuevo, esta vez a España, donde escribió la trilogía Memoria del Fuego.

Durante está época escribió: Crónicas latinoamericanas (1972); Vagabundo (1973); La canción de nosotros (1975); Conversaciones con Raimon (1977); Días y noches de amor y de guerra (1978); La piedra que arde (1980); y Voces de nuestro tiempo (1981).

No fue hasta 1985 que Galeano regresó a su país, bajo la presidencia de Julio María Sanguinetti. Tras su regreso fundó y dirigió la editorial El Chanchito, además de publicar una vez por la semana en el periódico La Jornada y ganar el Premio para la Libertad Cultural, de la Fundación Lanna en Estados Unidos (1999).

“Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen”.

Además, fundó el semanario Brecha con escritores como Mario Benedetti.

Cabe resaltar que obtuvo el premio Casa de las Américas en 1975 por su novela La canción de nosotros; y en 1978 con el testimonio Días y noches de amor y de guerra.

Entres sus libros destacan: Nosotros decimos no: Crónicas 1963-1988 (1989);

El libro de los abrazos (1989); Las palabras andantes (1993); El fútbol a sol y sombra (1995); Las aventuras de los dioses (1995); Patas arriba. La escuela del mundo al revés (1998); Carta al ciudadano 6.000 (1999); Bocas del Tiempo (2004); El Viaje (2006).

No obstante, el libro más solicitado a nivel mundial es La Venas Abiertas de América Latina, el cual ha sido traducido a más de 20 lenguas.

“Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa identificación. Es América Latina, la región de las venas abiertas”.

Para 2007 la vida del escritor y periodista Eduardo Galeano tambaleó debido al cáncer de pulmón que le detectaron y el cual superó luego de una operación. No fue hasta el 13 de abril del 2015 que el cáncer terminó con su vida.

Un vida que fue reconocida al se investido Doctor Honoris Causa de la Universidad de La Habana, de El Salvador, la Universidad Veracruzana de México, la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), la Universidad de Buenos Aires, y la Universidad de Guadalajara (México).

“Escribo para los amigos que todavía no conozco. Los que conozco ya están hartos de escucharme”.