Para incorporarlos al mercado laboral y como un acto integrador en su sociedad, la canciller alemana, Angela Merkel, dará un giro a la política de refugiados; se espera el arribo de al menos 800 mil solicitantes de asilo.
Este jueves, la canciller visitó un centro de ayuda humanitaria del barrio periférico de Spandau y a una escuela del distrito multiétnico de Kreuzberg, en su objetivo por convertir a los actuales refugiados en futuros ciudadanos.
En Spandau, Merkel recalcó la necesidad de acelerar la evaluación de las solicitudes para lograr una rápida incorporación laboral de los refugiados, así como su previa capacitación, mientras que en Kreuzberg visitó una de las “llamadas clases de bienvenida”, donde cientos de menores aprenden alemán y otras materias, para abordar desde el analfabetismo hasta retomar los cursos escolares de su país de origen.
“No puedo más que felicitar a cuántos trabajan aquí por su trabajo, Asumen con gran compromiso una labor integradora envuelta en enormes dificultades, mientras día a día llegan al país miles de nuevos solicitantes”, expresó Merkel en el patio de la escuela.
A comparación de las visitas de hace un par de semanas a un centro de refugiados en Heidenau, en donde los ataques xenófobos contra los albergues y los abucheos contra la canciller se hicieron presentes, esta ocasión a Merkel se le aplaudió a su llegada y fue acogida con simpatía.
La canciller ha prometido que Alemania actuará responsablemente para hacer frente a la crisis migratoria como primera economía europea y apuntalada en su saneado mercado laboral, por lo que su propósito es convertir a unos refugiados temporales en ciudadanos integrados en su sociedad, acorde con las demandas de mano de obra del país y a sus necesidades demográficas.
Dinamarca abre paso a inmigrantes
Las autoridades danesas, que han recibido en los últimos cuatro días a más de 3 mil refugiados de los que la mayoría son sirios e iraquíes, decidieron dejar como vía libre su territorio a cientos de refugiados que llegaron de Alemania; inmigrantes se negaron a solicitar asilo en Dinamarca para hacerlo en Suecia.
La Policía nacional optó por abrir el paso, en una acción que calificó de “estrictamente policial”, luego de la conglomeración de refugiados que se negaban a abandonar los trenes en las estaciones fronterizas con Alemania, lo que provocó que se suspendiera por unas horas el tráfico ferroviario, mientras que por un grupo que se propuso salir caminando a Suecia se cerró la circulación de una autopista.
Luego de una reunión con los líderes parlamentarios, el primer ministro, el liberal Lars Løkke Rasmussen, expresó su “apoyo total” ante la actuación policial y que “no puedo obligar a la gente a pedir asilo en Dinamarca, aunque me sorprenda que no lo haga”; además detalló que sólo un 20% de los inmigrantes que han llegado pidieron asilo en el país.
Rasmussen había dicho en días anteriores que la normativa de Dublín obliga a Dinamarca a registrar a todos los refugiados y que no podía abrirles el paso hacia Suecia; hoy sólo expresó que su Gobierno cumple con sus obligaciones internacionales.
El primer ministro danés no abundó sobre su relación con Suecia de que si han hablado sobre una política más abierta hacia los refugiados y donde muchos de los estos aseguran tener familia en Dinamarca, luego de una llamada telefónica este miércoles a nivel ministerial en la que Estocolmo confirmó que no se podía firmar ningún acuerdo entre ambos países.
Por su parte, el primer ministro sueco, Stefan Löfven, dijo que “todos los países deben seguir las reglas de Dublín, eso implica que registren a los refugiados. Así lo ha dicho con anterioridad el Gobierno danés. Y suponemos que todos siguen las reglas, nosotros lo hacemos”, y negó haber sostenido una conversación recientemente con Rasmussen sobre la situación y que tampoco tenía previsto hacerlo.
La decisión de las autoridades danesas fue respaldada por la mayoría de las fuerzas políticas, aunque los socialdemócratas, líderes de la oposición, instaron a que se elabora un plan político para enfrentar la crisis migratoria.
El Gobierno danés rechaza aceptar el número de refugiados propuesto por la Comisión Europea para su refugio apelando a la excepción en el área que tiene Dinamarca desde 1993, que será votada en diciembre con el fin de sustituirla por un nuevo sistema que permita a Dinamarca elegir sí ve viable ser parte de la legislación europea en cada tema que vaya aproximándose.
Información de El Universal y Euronews