La humanidad ya tiene los conocimientos científicos y tecnológicos para enfrentar al cambio climático, pero la lucha está siendo demasiado lenta por lo que “hay que ir más rápido”, dijo este lunes el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la conferencia sobre el Ártico patrocinada por el Departamento de Estado y celebrada en Anchorage (Alaska).
“El cambio climático avanza cada día. Esta amenaza lejana es ahora ya un peligro cercano. Está ocurriendo aquí y ahora”, expresó el mandatario frente a los asistentes de diferentes países, “las temperaturas en el Ártico se están calentado al doble del ritmo del resto del planeta. El año pasado fue el más cálido jamás registrado en Alaska. Eso supone amenazas para las poblaciones locales, algunas de ellas inminentes”.
Un área del tamaño del estado de Massachussets ha ardido ya en lo que va del año en Alaska como consecuencia de las altas temperaturas y de la sequía que vive el oeste de Norteamérica, explicó Obama, quien ha tomado la lucha contra el cambio climático como uno de los argumentos de su segundo mandato.
“Eso pone en riesgo no sólo a las comunidades, sino también a los hombres y mujeres que arriesgan sus vida luchando contra el fuego”, manifestó el presidente estadounidense respecto a los tres bomberos que perdieron la vida al tratar de sofocar un incendio en el estado de Washington.
Obama también señaló que el cambio climático ya está afectando la agricultura, los recursos hídricos y la salud humana, porque es una problemática que trasciende “a todo lo demás”, desde la economía a la seguridad, y que incluso, “ya está cambiando la manera en la que viven los ciudadanos de Alaska.
El derretimiento del subsuelo helado “desestabiliza una tierra en la cual viven unos 100 mil habitantes, amenazando sus casas, dañando sus infraestructuras de transporte y energía”, advirtió. El cambio climático “ya está cambiando la manera en que los habitantes de Alaska viven”.
“El clima está cambiando más rápido que nuestra lucha para pararlo. Eso debe cambiar. No estamos actuando con suficiente rapidez. La buena noticia es que tenemos los medios para evitar daños irreparables”, agregó.
El mandatario resaltó que el año pasado, por primera vez en la historia, la economía global creció y el nivel de emisiones de carbono se mantuvo, pero que “siempre ha habido argumentos para oponerse a esto: que si afectará la economía, que si no queremos que se cambie nuestro estilo de vida… Pero la paradoja es que pocas cosas cambiarán tanto nuestra vida como el cambio climático”.
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases con efecto invernadero, después de China.
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— White House Archived (@ObamaWhiteHouse) September 1, 2015
París, acuerdo mundial
Obama confió en que la conferencia sobre el cambio climático de la ONU que se llevará a cabo a finales de este año en París representará el momento en el que el mundo logre un acuerdo para proteger “lo que todavía tenemos de planeta”, al mismo tiempo que reconoció que “no será fácil” y que “todos tendremos que pasar por transiciones difíciles”.
“Si las tendencias actuales siguen, no habrá una sola nación en el mundo que no se vea afectada por ello. La gente sufrirá. Más sequía, más inundaciones, aumento del nivel de los mares, más migraciones, más refugiados, más escasez, más conflictos. Tenemos la capacidad, si empezamos ahora, de evitarlo”, advirtió, En esta cuestión, como en todas, hay un momento en el que es demasiado tarde. Ese momento está cerca”.
Durante su viaje de tres días a Alaska, que inició este lunes, Obama se centró en el cambio climático; el mandatario viajará al área de la Península de Kenal y realizará una excursión en barco por el Parque Nacional de los Flordos con el fin de observar más de cerca la grave situación.
Este miércoles el mandatario visitará la localidad de Dillingham, donde se reunirá con pescadores y familias de la zona, y después arribará a Kotzebue, una población situada en el Ártico con una población de unos 3 mil 200 habitantes.
El calentamiento global ha golpeado brutalmente a Alaska; su temperatura ambiente ha aumentado más de 3 grados centígrados en los últimos 50 años provocando grandes deshielos en sus glaciares, lo que desemboca en el aumento de los niveles de los mares y océanos en todo el mundo.
En Alaska, el estado más grande de Estados Unidos, que el imperio ruso vendió al país norteamericano en 1867, no todos ven bien a Obama; el petróleo juega un papel importante en la economía local y la “transición energética” a la que aspira el presidente supone un acto de preocupación.
La visita de Obama se da en medio del desplome de los precios del crudo, que ha afectado la región; la Asociación de Productores de gas y de Petróleo de Alaska (Aoga) le recordó al presidente que este sector representa unos 110 mil empleos, directos e indirectos, y lo convocó a encontrar un “equilibrio razonable” en sus prioridades energéticas.
Información de El Mundo, España y La Nación, Argentina