Entre los turistas mexicanos que fueron atacados en Egipto se localizó a jaliscienses, informó el gobernador de esa entidad, Aristóteles Sandoval.

A través de su cuenta de Twitter, el mandatario lamentó los hechos ocurridos en Egipto: “lamentamos profundamente los hechos ocurridos en Egipto donde algunos turistas mexicanos, entre ellos algunos jaliscienses, fueron atacados”.

Rafael José Bejarano Rangel, de 40 años y originario de Jalisco, es uno de los mexicanos identificado sin vida, quien era músico y chamán. Se dedicaba a apoyar comunidades huicholas y a la interpretación de instrumentos autóctonos; también era el organizador del viaje turístico.

Su hermana, Gabriela Bejarano Rangel, confirmó que Rafael José estaba en la lista de turistas mexicanos muertos, y que su madre se encuentra en un hospital de Egipto recibiendo atenciones por las heridas que sufrió.

El gobierno del estado aseguró que trabaja en conjunto con autoridades federales para brindar ayuda a los familiares de las víctimas.

La mañana de este lunes, la secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), Claudia Ruiz Massieu, confirmó que dos mexicanos perdieron la vida y seis más resultaron heridos por los ataques aéreos en manos de las fuerzas de seguridad de Egipto, cerca del oasis Bahariya, donde los turistas se detuvieron para descansar y cenar.

“Con indignación y profundo pesar, tenemos información suficiente para confirmar el deceso de dos personas”, expresó y confió en el que gobierno de Egipto actúe con la voluntad política y celeridad que este suceso amerita.

Querían cenar y descansar, terminan muertos

De acuerdo con el diario español El Mundo, el ataque a los turistas que estaban cenando se ejecutó por tres aviones de combate del ejército, que lanzaron misiles contra sus vehículos, revelaron fuentes de la empresa que organizó el viaje por el desierto.

Un empleado de la empresa, quien prefirió el anonimato, narró que durante la parada, los turistas bajaron de los cuatro todoterreno en los que iban a bordo y se sentaron a cenar.

“Algunos intentaron correr, pero los militares los siguieron y abrieron fuego contra todos lo que trataban de escapar”, señaló.

La compañía negó que fuera una zona restringida a civiles y que estuviera en enclaves cercanos a actividad terrorista, “es el área donde solemos realizar breves paradas antes de llegar a Bahareya. No está prohibida como se ha dicho”, insistió.

Asimismo, la compañía indicó que la mayoría de los turistas procedían de Chile, y sólo dos de los guías y conductores egipcios han sobrevivido al ataque; uno de ellos se encuentra en situación crítica.

“Ni siquiera llamaron a la ambulancia. Fue la gente del oasis quien acudió a ayudarles”, agregó. “Estaban realizando un viaje habitual que va desde El Cairo al oasis de Bahareya (350 kilómetros al suroeste de El Cairo). Tenían que pasar la primera noche en un hotel de Abella, pero se detuvieron en el kilómetro 100 antes del oasis”.

Por su parte, los informes preliminares sobre la muerte de 12 personas, entre ellas los dos mexicanos, y las 10 que resultaron heridas, aseguran que los turistas habían ingresado por error y sin permiso a una zona prohibida del desierto occidental, donde hay presencia de terroristas.

Fuentes de seguridad indicaron que los turistas mexicanos y los guías, que fueron atacados accidentalmente por soldados egipcios al ser confundidos con terroristas, permanecían en el desierto por un error, se estima que por confusión en el viaje.

Al respecto, el portavoz del Ministerio de Turismo de Egipto, Rasha Al-Azayzee, confirmó que el grupo de turistas mexicanos estaba dentro de zona restringida, en la que está prohibida la entrada a civiles, por la presencia de yihadistas; de hecho, horas antes la Provincia de Sinaí –la filial egipcia del autodenominado Estado Islámico- anunció en Internet el ataque contra varias instalaciones militares en el desierto occidental.

También el funcionario destacó, en declaraciones a la Agencia de Noticias de Medio Oriente (MENA), que los vehículos utilizados por el grupo de turistas no estaban en regla, ni contaba con los permisos necesarios para realizar un safari por el desierto occidental.

El portavoz dijo que el Ministerio de Turismo ha prometido que de ser culpables los organizadores del viaje serán castigados con todo el rigor de la ley y recibirán la pena máxima.

El Ministerio del Interior anunció que dio inicio a una investigación para determinar las circunstancias de la matanza accidental y que las fuerzas se seguridad abrieron fuego después de que habían sido perseguidos.

Información de El Universal y Milenio