Para repartir 120 mil refugiados entre sus 28 miembros, la Unión Europea aprobó este martes un plan, incluyendo a la fuerte oposición de cuatro países del este.
La Comisión Europea, parte ejecutiva de la UE, propuso el plan con el respaldo de Alemania y otras potencias, con el fin de hacerle frente a la pero crisis de refugiados que vive el continente, desde la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, se creó inconformidad entre los miembros más antiguos y los más nuevos del bloque que quedó en evidencia luego de que los ministros del Interior de la República Checa, Eslovaquia, Rumania y Hungría votaran contra un encuentro en Bruselas; Finlandia se abstuvo.
El ministro del Interior de Luxemburgo, Jean Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia temporal de la UE, dijo que “habríamos preferido un consenso, pero no pudimos lograrlo, y no porque quisiéramos o no lo intentáramos”.
Por su parte, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, dijo que aprobar el sistema de cuotas causó “absurdamente” una profunda división en un asunto muy sensible y que “mientras sea primer ministro”, Eslovaquia no implementará ninguna cuota.
La llegada este año de casi medio millón de personas que huyen de la guerra y la pobreza en Oriente Medio, Asia y África desembocó en disputas en la UE en relación a los controles fronterizos e inmensos reproches sobre el reparto de la responsabilidad.
Los refugiados e inmigrantes que llegan a Grecia e Italia están cruzando el continente hacia el norte en busca de alcanzar países más ricos como Alemania, y generando disputas entre los gobiernos del centro y el este de Europa, que intentan bloquear el flujo o endosar la carga a sus vecinos.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, dijo que ningún país discutió la decisión antes de la votación y que el organismo se asegurará de que se cumpla.
“Sabemos que algunos estados miembros no estaban a favor de la propuesta, pero dijeron: ‘votemos, respetaremos el resultado de la votación’. Así que todos respetan el resultado”, expresó, “la Comisión está obligada a hacer cumplir lo que se acordó”.
Los líderes de la UE celebrarán una cumbre de emergencia este miércoles para tratar el aumento de la ayuda a los refugiados sirios en Turquía, y el resto de Oriente Medio que no han partido aún hacia Europa, así como endurecer el control en las fronteras de los países miembros.
Los estados del este están temerosos por la afectación que pueda resentir sus sociedades y buscan evitar cualquier señal que pueda incitar a personas en situación de desesperación a cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa.
Información de El Universal y Reuters