Gerardo Yong
Instituido el 10 de octubre de 1945, el PTC ha sido durante 70 años una fuerza orientadora de la sociedad coreana, sobreponiéndose a todos los reveses y las pruebas de la historia; ha conducido al pueblo hacia la victoria.
El Partido del Trabajo de Corea permitió el establecimiento de un Estado socialista poderoso y próspero. Aunque llevaba menos de dos meses de fundado desde que el país fue liberado (15 de agosto de 1945) de la ocupación militar de Japón (1905-1945), estableció en febrero de 1946 el Poder popular y apoyándose en esto, realizó la reforma agraria, la nacionalización de las principales industrias, la igualdad de los derechos del hombre y la mujer y otras reformas democráticas. Además, tuvo la iniciativa de desenvolver movimientos como los de movilización ideológica general para la construcción del país, de alfabetización y de emulación por el aumento de la producción, convocando enérgicamente a las grandes masas populares a la construcción de una nueva sociedad. Su dirección cambió radicalmente en algunos años la fisonomía de Corea antaño una atrasada sociedad colonial y semifeudal, condición previa para que el 9 de septiembre de 1948 se instaurara la República Popular Democrática de Corea, primer Estado democrático popular en el Oriente.
Sobre los escombros engendrados por la guerra (1950-1953) impuesta por Estados Unidos, el PTC, convocando al pueblo, terminó solo en 3 años la rehabilitación y construcción y la transformación socialista de las relaciones de producción en la ciudad y el campo y estableció en 1958 un régimen socialista. A la par de esto, promovió un gran auge productivo de todo el pueblo que posteriormente sería denominado movimiento Chollima y efectuó solo en 14 años (1957-1970) la industrialización.
Implantó y desarrolló la asistencia médica y la enseñanza obligatoria, todas gratuitas y generales, y arraigó un socialismo popular en el que el Estado se encarga de la alimentación, la vestimenta y el alojamiento de la población, que se mantuvo inalterable también a finales del siglo XX cuando la ex Unión Soviética y otros varios países socialistas se desmoronaban a la vez.
En eso cuando las fuerzas aliadas imperialistas acaudilladas por Estados Unidos, cacareando la “completa extinción del socialismo en el planeta”, concentraban la ofensiva en Corea para estrangularla, el PTC no solo enarboló la bandera del Songun (priorizar los asuntos militares) para defender firmemente el socialismo sino que propuso la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero e incluso preparó un trampolín para hacerla realidad. En agosto de 1998 Corea, con los recursos ciento por ciento nacionales, lanzó su primer satélite artificial de la Tierra, lo cual fue una solemne declaración del inicio de la construcción del referido Estado socialista. En ese tiempo más difícil todos los labrantíos del país fueron transformados en terrenos estandarizados de gran tamaño y se ganaron pólderes que unieron varias islas en el Mar Oeste de Corea cambiándose la figura del mapa del país. Se aplicaba el control numérico por computadora, tecnología de punta: en diciembre de 2012 se lanzó con éxito el segundo satélite artificial “Kwangmyongsong-3”, primer satélite de aplicación. El potencial de Corea se incrementó extraordinariamente.
El PTC, orientando al pueblo, ha defendido la soberanía y la dignidad nacionales.
A raíz de la liberación del país, puso primordial empeño en la preparación de las fuerzas armadas regulares y la creación de una industria militar autosostenida, haciendo plenos preparativos para enfrentarse a la agresión de Estados Unidos y la comparsa surcoreana.
En el tiempo comprendido entre 1950 y 1953 cuando el imperio, movilizando más de dos millones de efectivos, incluidos las huestes de los 15 países seguidores, el ejército surcoreano y los restantes del antiguo ejército japonés, embistió contra la joven RPD de Corea para eliminarla en la cuna, el PTC, convocó a todos sus militantes, los militares y otros sectores para defender con honor la libertad y la independencia del país y rompió el mito de Norteamérica autodenominada “supremacía” del mundo, poniéndolo en la cuesta abajo hacia el arruinamiento.
También en la postguerra, de la misma manera dio al traste con las interminables intimidaciones militares de EE.UU., sus provocaciones para desencadenar la guerra, bloqueo y sanciones económicos y persistentes maquinaciones para descomponer desde el interior y siempre salió victorioso en el enfrentamiento político y militar con el imperio. Pruebas de ello son la captura en 1968 del “Pueblo” (barco espía armado estadounidense), el derribo en 1969 del “EC-121” (avión espía de gran envergadura norteamericano), el incidente de Panmunjom de 1976, la crisis nuclear en la Península Coreana que se mantenía desde la década de 1990, en los que el imperio sufrió ignominiosas derrotas.
Bajo la dirección del PTC, Corea, ante la amenaza del ataque preventivo con armas nucleares de Norteamérica y sus simulacros de guerra nuclear, prepara la disuasión nuclear autodefensiva y la fortalece. En el enfrentamiento RPDC-EE.UU. el monopolio nuclear de Norteamérica y su unilateral intimidación con armas nucleares ya no tienen validez. Corea se ha hecho tan fuerte que ninguno se atreviera a tocarla.
Hoy el pueblo coreano, en acato al gran plan de la construcción de un Estado poderoso y próspero presentado por el PTC, da grandes saltos. El PTC que hizo del país potencia ideo-política con el pueblo unido como un monolito, invencible potencia militar, fidedigno país nuclear y país capaz de fabricar y lanzar satélites artificiales de la Tierra, ahora impulsa la construcción de una potencia económica y un Estado socialista de alto nivel cultural. La gran marcha del ejército y el pueblo de Corea que desbaratan tajantemente las provocaciones de toda índole de las fuerzas hostiles lideradas por Estados Unidos y logran victorias en todos los frentes de la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero, es orientada precisamente por el PTC. También en el futuro el PTC que produjo cambios seculares, siempre conseguirá victorias y glorias.
(Embajada de la República Democrática Popular de Corea en México).
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