María Marván Laborde | Exconsejera del IFE

Irma Ortiz

Candidaturas ciudadanas: una realidad que llegó para quedarse… Sin embargo estos candidatos se “las verán negras” el próximo año para lograr su registro ya que de los 13 estados en los que habrá comicios en 12 se ha legislado para obstaculizar su registro. Luego de los triunfos de Manuel Clouthier, Pedro Kumamoto y particularmente de Jaime Rodríguez, las cosas no serán igual para lograr el triunfo de los candidatos sin partido, particularmente en 2018.

Conseguir un alto porcentaje de votantes que los respalden y la reducción del tiempo para el proceso de registro son los obstáculos más recurrentes y aunque el dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones ha impulsado estas candidaturas desde 2010, lo cierto es que en los estados donde gobierna el tricolor han proliferado las restricciones a las candidaturas independientes. Beltrones presentó incluso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una acción de inconstitucionalidad en contra las reformas a la legislación electoral de Puebla, mientras que el PAN y PRD en el Senado presentaron iniciativas para garantizar “condiciones razonables, justas y equitativas” para quienes aspiren a estas candidaturas.

En los últimos días han surgido pronunciamientos de intelectuales connotados y organizaciones a favor de los candidatos ciudadanos entre los que destacan Federico Reyes Heroles, Diego Fernández de Cevallos y Jorge Castañeda.

Mientras tanto, especialistas electorales como María Marván alertan sobre el peligro que implica la pulverización del voto, “es viable que el próximo presidente de México pueda ser elegido con una franca minoría de los ciudadanos empadronados”.

 

Crespo: partidos pensaron que no iban independientes

Las leyes “antibronco” que se han instaurado en algunos estados, puntualiza por su parte el politólogo José Antonio Crespo, responden al daño hecho a los partidos “que se confiaron en que no iban a ganar cuando aceptaron la ley de los candidatos independientes, incluso lo vieron como una concesión simbólica de los ciudadanos y pensaron que no iba a funcionar.

En realidad no funcionó mucho porque de todos los independientes que hubo —que no fueron muchos—, ganaron pocos, lo que pasa es que uno de los que ganaron fue el Bronco, y ahí sí les pegó a los partidos.

Ya no pueden echar para atrás la figura pero sí la pueden obstaculizar, y como saben que de todas maneras la gente vota por ellos en las urnas, saben que aunque dificulten a los candidatos independientes, para la ciudadanía es una forma de protesta, de presión y de castigo a los partidos; la gente va a decir: mira, si no tengo candidato independiente tengo otros partidos de todas maneras. Saben que cuentan con el voto casi incondicional de la gente y que con eso tienen la legitimidad necesaria para seguir”.

Sánchez Cordero: los partidos deben oxigenarse

El problema de fondo es la negativa de los partidos a oxigenarse, a democratizarse, como lo señala en entrevista exclusiva para Siempre!, la magistrada de la SCJN, Olga Sánchez Cordero, quien asevera que los congresos de los estados —representados por los distintos partidos— entraron en una situación crítica al ver que surgen las figuras de candidatos independientes y que triunfan.

“Me parece que no se le deben poner tantos candados a las candidaturas independientes y creo, sinceramente lo digo, que este tipo de candidatos son un acicate a los partidos políticos para renovarse, para democratizarse en su interior, para analizar sus proyectos y sus estatutos y sus políticas con mayores sensibilidades y con mayor acercamiento a la población. Ahí, los vínculos que deberían de crearse serían más fluidos, más dialógicos, de mayor diálogo, de mayor comunicación.”

 

Marván Laborde: se debilita el sistema de partidos

Por su parte, al ser entrevistada, la exconsejera del Instituto Federal Electoral, María Marván Laborde, profundiza:

“Las candidaturas de los ciudadanos sin partido pueden ser un elemento de oxigenación al sistema de partidos, sin embargo se corre el gran riesgo de debilitar el sistema de partidos.

En México tenemos una ley federal que ya de por sí es bastante restrictiva, los requisitos que tienen que cumplir los candidatos independientes son muy altos y eso mismo hace que en realidad, si bien llegaron algunos, muy pocos consigan registrarse y todavía menos por supuesto ganar.

Es verdaderamente lamentable que frente a la evidencia que tienen los partidos después de 2015 de que realmente la oferta de los candidatos independientes o sin partido resulta atractiva, hayan decidido tomar una serie de medidas que buscan dificultar todavía más y hay que ponerlo subrayado todavía más el hecho de que existan candidatos independientes.

Es una razón de los partidos para autoprotegerse y evitar la posibilidad de una competencia que los debería obligar a revisar sus mecanismos internos de selección y de comunicación con la ciudadanía.

Estas candidaturas deberían ser un acicate: primero, hacia la forma en que los propios partidos están reclutando candidatos; segundo, hacia la forma en que los partidos deciden las nominaciones y tercero en la oferta política que le están haciendo a los ciudadanos. Los partidos políticos no están pensando y repensando en México y no están ofreciendo lo que los ciudadanos están demandando, por eso le tienen tanto miedo a los candidatos sin partido.

 

Los partidos deberían recibir menos dinero

Tenemos que reconocer que el dinero lícito e ilícito del que disponen los partidos es realmente muy alto; no están entregando cuentas como debería de ser y creo que el financiamiento de los partidos debería de repensarse así como la fórmula a través de las cuales se asigna dinero a los partidos.

Uno, creo que la base del cálculo no debería de estar en el padrón sino en los votos válidos recibidos en la última elección; de esta manera el abstencionismo y los votos nulos castigarían a los partidos con menos dinero, cosa que sería sumamente útil. Otra sería también que no estuviera indexado al salario mínimo por toda la discusión en relación con desindexar el salario mínimo como si fuera el patrón oro o la moneda nacional, de tal manera que a la hora en que suba el salario mínimo, eso no signifique un incremento en costos y gastos para todo el gobierno federal, incluso los gobiernos locales.

Los partidos deberían recibir menos dinero y ser capaces de hacer campañas con menos dinero.

Peligro de recibir apoyo de grupos del crimen

No necesariamente del crimen organizado; simple y sencillamente, quien crea que Jaime Rodríguez es independiente, no sabe quién le pagó la campaña… y ésta se la pagó el grupo Monterrey.

No se necesita que haya dinero ilícito para promover candidaturas independientes —que puede haberlo, no digo que no— pero en realidad se pueden convertir, y es lo más preocupante, en candidatos de los poderes fácticos, ya que si las televisoras quisieran impulsar a un candidato, en realidad la ventaja que va a llevar sobre cualquier otro va a ser muy amplia.

Creo que debe haber un rechazo claro, fuerte y enérgico hacia la modificación de leyes que incrementan los requisitos y dificultades para que se consoliden las candidaturas independientes. Segundo, creo que debemos apostar mucho más por una renovación de los partidos políticos y su fortalecimiento. En última instancia, lo que quiero decir es: por una vía institucional de fortalecimiento de la democracia partidaria, que por pensar que los candidatos independientes per se son la solución, o que ofrecen una mejor oferta por el hecho de ser independientes.

Me gustan las candidaturas independientes que pueden ser mucho más oxigenadoras del sistema en la medida en la que estuvieran planteadas para diputados locales, para presidentes municipales, quizá todavía para diputados federales.

Me parece sumamente complicado para un presidente de la república sin partido, auténticamente sin partido, porque finalmente tendrá que gobernar con un Congreso de la Unión que estará en manos de los partidos.

Honestamente, no soy fan de las candidaturas independientes, sé que hoy no es políticamente correcto decirlo; con todo y lo que dije, me parece bien que estén aprobadas en el sistema de partidos. Es impresentable que se estén reformando las leyes para impedirles el camino y creo que los partidos deberían de darse cuenta de que es indispensable replantear su lógica, insisto, de simpatizantes al partido, de selección de candidatos y de oferta política frente a la ciudadanía.

¿Qué se busca?, ¿pulverizar más el voto?…

Puede ser, de por sí ya tenemos una pulverización del voto por los 8 partidos que tenemos, y el ejemplo es muy claro; en el año 2000, el 90 por ciento de los votos fueron obtenidos por el PAN, PRI y PRD, en el año 2015, solamente el 60 por ciento de los votos fueron obtenidos por estos tres partidos, que son los que deberían estar más preocupados por la incapacidad de tener resonancia con los ciudadanos. Desde luego en la medida en la que más se pulverice el voto, más complicada será la elección en el 2018.

Es un escenario absolutamente viable pensar que en 2018, el presidente de la república sea elegido con 25 por ciento de los votos del padrón, en donde formalmente nunca participa más del 60 por ciento. El próximo presidente de México puede ser elegido con una franca minoría de los ciudadanos empadronados y eso debería de preocupar a todos los partidos políticos y deberían estar repensando su oferta y no cómo pulverizan todavía más el voto para que con menos votos llegue el presidente a ser electo.