El presidente norteamericano Barack Obama anunció que el ejército afgano todavía no está preparado para enfrentar a los rebeldes por lo que todavía mantendrá a 5,500 soldados estadunidenses todavía en ese país asiático. Esta decisión revierte la posición categórica de Obama de traer a los soldados a casa. Actualmente habría 9,800 soldados estadunidenses en suelo afgano.

El equipo de seguridad nacional de la Casa Blanca entregó un reporte detallado de las condiciones de seguridad en Afganistán, una realidad que era de esperarse. Los rebeldes han ocupado nuevos territorios frente al avance del ejército afgano. Según dicho reporte, las comunidades de la provincia han sido ocupadas por los rebeldes del Estado Islámico así como de talibanes y podrían ejecutar ataques directamente contra la capital Kabul.

La zona del conflicto

Las regiones ocupadas por los rebeldes se ubican en las fronteras afganas con Turkmenistán, Tayikistán y Uzbekistán al norte del país, así como en una zona central en la cuenca del río Helmand, en los suburbios de la capital Kabul y cerca de la capital, en Jalalabad y Kandar.

Los últimos ataques se han registrado en Jalalabad, en donde el Estado Islámico se ha apoderado de siete distritos entre julio y septiembre de este año.

15 años de guerra en Afganistán

En 2016, se cumplen 15 años de guerra en Afganistán en donde el actual presidente del gobierno de Ashraf Ghani ha tomado cartas en el asunto junto con el apoyo de Washington.

Las tropas norteamericanas iniciaron su presencia en Afganistán en 2001 después del atentado de las Torres Gemelas de Nueva York. En 2004 se registraron cerca de 20 mil soldados, y en 2010 y

2011, alcanzaron una cifra de 100 mil soldados en suelo afgano según el Brookings Institute.

Desde la administración de Obama se han registrado significativas reducciones del ejército estadunidense hasta llegar a la cifra de 5,500 para cuando termine su periodo. Aunque pareciera una derrota, la estrategia de la Casa Blanca ha sido exitosa en reducir significativamente la presencia militar en la zona del conflicto.

Además, agentes de seguridad reconocen que el Estado Islámico y la guerrilla Daesh han recrudecido sus posiciones. La semana pasada se registró la mayor ofensiva aérea, 63 ataques aéreos, por parte de los Estados Unidos hacia bases de entrenamiento de Al-Qaeda en Kandahar. Se ha registrado el fortalecimiento del Estado Islámico en Afganistán.

La prensa norteamericana criticó severamente el anuncio aludiendo que nunca se retirarán por completo y que seguirán habiendo bajas de la parte norteamericana. Este año se reportaron 25 soldados estadunidenses muertos en combate.

El apoyo norteamericano a Afganistán ha sido contundente en la guerra civil que sigue en pie en ese país. Y es parte de la política exterior estadunidense. El secretario de defensa, Ashton Carter, señaló que 5, 500 es lo menos que pueden retener para el 2017 de acuerdo el presupuesto estimado.

Con información de The Washington Post, 17 octubre 2015.