La crisis política y económica que enfrenta Brasil sigue golpeando a la presidenta Dilma Rousseff; de acuerdo con una encuesta del Instituto Brasileño de Investigación (Ibope), que se dio a conocer este miércoles, el Gobierno ha alcanzado su peor índice de reprobación, apenas a un año de su reelección.

Los datos revelan que el 69% de los encuestados consideran el mandato de Rousseff “malo o pésimo”, un porcentaje que se configura como el más alto de desaprobación de un Gobierno, en los 27 años de existencia del sondeo; mientras que sólo el 20% cree que el trabajo del Ejecutivo es “regular” y el 10% que es “bueno o muy bueno”, datos muy parecidos a los de la última encuesta, en junio, cuando la desaprobación de la presidenta era del 68%.

Además, el 82% de la población reprueba la forma de gobernar de Rousseff y el 77% no confía en la mandataria, aunque hay una mejora de su popularidad entre el sector de brasileños de más de 55 años (del 20% en junio al 24% en septiembre) y en las periferias de las capitales, el índice de los que confían en la mandataria aumentó del 13% al 20%.

Por otra parte, el 90% de los ciudadanos cree que los impuestos son el principal problema en Brasil, después el tipo de interés (89%), la salud (84%) y el combate a la inflación (83%).

El director de Encuesta y Competitividad de la CNI, Renato da Fonseca, explicó en conferencia de prensa en Brasilia que “todos los presidentes sufrieron una caída de popularidad en sus segundos mandatos. Pero la caída en el Gobierno de Rousseff ha sido mucho más intensa. Está prácticamente en el mismo nivel que la última etapa del Gobierno del expresidente José Sarney”.

La encuesta del Ibope respalda la desaprobación y la pérdida de popularidad de los brasileños ante el Gobierno de Dilma Rousseff señalada por escándalos de corrupción política, peticiones de juicios legales, y una economía que no termina de cuajar.

En días recientes, el dólar llegó a valer cuatro reales brasileños, lo que sólo había sucedido en 2002, con lo que la moneda estadounidense acumuló un alza de casi 50% respecto al real.

El Gobierno implementa una política de austeridad, nuevos recortes y subidas de impuestos para ajustar las cuentas públicas, sin embargo, las medidas requieren ser analizadas por el Congreso Nacional.

También como parte de las estrategias, con las que intenta recuperar lo perdido, Rousseff ha tenido un acercamiento político al negociar el reparto de ministerios con su aliado, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), a quien se le ha planteado la administración del Ministerio de Salud, una cartera clave, ya que maneja el mayor presupuesto del Gobierno.

Este miércoles, el ministro de la Casa Civil (un cargo equivalente al de primer ministro en otras naciones), Aloízio Mercadante, poco aceptado por el PMDB, volverá a estar a a cargo de la educación; sustituto se nombraría este jueves, aunque los medios ya adelantaban que se trataría de Jacques Wagner, actual responsable de Defensa.

Rousseff anunciaría asimismo cuáles de los 39 ministerios desaparecerán o se juntarán con otros, como parte de las medidas de austeridad.

Información de El País, España