Entrevista a Bernardino Esparza | Investigador del Inacipe | Exclusiva para Siempre!
Santiago I. Soriano Condado
Las elecciones intermedias del pasado 7 de junio dejaron varias lecciones al sistema de partidos, así como a los votantes; lo más evidente fue que la sociedad mexicana atraviesa una etapa de hartazgo e inconformidad de las que ningún frente político quedó eximido.
El “todopoderoso” PRI necesitó de su aliado el Partido Verde para logar la mayoría en la Cámara de Diputados; el PAN apenas rebasó el 20% de captación del voto a nivel nacional, mientras que la izquierda encabezada por el PRD se estancó como tercera fuerza, además de llevarse derrotas abultadas en cada uno de los estados de la República donde presentó candidato, a excepción de Michoacán, donde Silvano Aureoles Conejo, hombre clave en las negociaciones del Pacto por México, logró la gubernatura.
Ante esta situación, en distintos puntos del país emergieron las figuras de los candidatos independientes, hombres y mujeres sin filiaciones políticas que causaron revuelo en las urnas de las intermedias, así como generar eco entre el electorado.
El gran caso de éxito es el de Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, quien con más de un millón 20 mil votos (casi el 49%), venció a Ivonne Álvarez y Felipe de Jesús Cantú, del PRI y PAN respectivamente, y hacerse así de la primera gubernatura emanada de un candidato sin partido político en la historia de México.
Hasta entonces, los independientes no habían sido tomados como opciones reales, pero los casos del Bronco y Manuel Clouthier o Pedro Kumamoto, entre otros, lograron plantear si este tipo de candidaturas son, en realidad, la alternativa que la ciudadanía ha estado buscando en el sistema democrático de México.
Leyes “antibronco” son inconstitucionales
Tras el triunfo incontestable de Rodríguez Calderón en tierras neoleonesas, otros estados de la república comenzaron a impulsar, desde sus respectivos gobiernos ejecutivos, sendas legislaciones que buscan hacer más difícil la consecución de una candidatura independiente.
Para 2016, serán 12 los estados que renovarán gobernador; éstos son Aguascalientes, Zacatecas y Quintana Roo, al igual que Sinaloa, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz y Durango, siendo estos últimos nueve donde se han implementado las denominados leyes “antibronco”.
Estas legislaciones consisten en establecer que los aspirantes ciudadanos necesitarían recabar el 3% de firmas de la lista nominal de su estado (cuando anteriormente era del 2%), o impedirlos de participar en elecciones si en los dos últimos procesos electorales lo hicieron con algún otro partido político.
Al respecto, el Dr. Bernardino Esparza Martínez, miembro del Comité de Investigación del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), habló para Siempre!; el también catedrático de la Universidad La Salle señaló que estas leyes “también solicitan la presencia del candidato en los consejos estatales electorales; los independientes tienen derechos y también tienen reglas, sin embargo los partidos políticos están demostrando miedo porque están nivelando la balanza”.
Asimismo, Esparza Martínez indicó que el requisito de solicitar el 3% de firmas para hacerse de la candidatura independiente “va en contra de las leyes electorales y la Constitución, pues rebasa el 1, el 2%, dependiendo de cuál es el puesto al que se aspire”.
El artículo 35 constitucional señala que los ciudadanos mexicanos tienen derecho a votar en las elecciones populares, así como de ser votado y solicitar el registro de manera independiente, toda vez que se cumplan con los requisitos, condiciones y términos que determine la legislación en vigor.
Sin embargo, para el también doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, “sí, es cierto, cualquiera puede ser candidato independiente, pero también se necesita saber un poco de cultura, de la política, conocer de un proceso de reformar leyes en el caso de quienes lleguen a las cámaras (de diputados o senadores); es decir, tener cultura política para ser un buen representante del pueblo que le está confiando que sea candidato”.
Serán opción si dan resultados
Mucho se ha dicho respecto a que los candidatos independientes pueden ser una alternativa al sistema de partidos que actualmente predomina en México, sin embargo, la realidad demuestra que son aún pocos los representantes sin afiliación partidista, pese a que uno sea gobernador y otro diputado federal, como los casos de Rodríguez y Clouthier, respectivamente.
“Ahí es donde vamos a ver si realmente están funcionando correctamente, pues una cosa es tener derecho a ser votado sin partido político y otro que en la realidad se pueda gobernar; en el caso del Bronco falta ver cuáles serán los consensos que conformará y así ver qué iniciativas de ley podrá presentar”, señala Dr. Bernardino Esparza.
En el caso del sinaloense hijo del extinto Maquío y actualmente único diputado federal sin partido, Manuel Clouthier Carrillo, el investigador cuestiona si éste “podrá formar un grupo parlamentario o acuerdos con otros legisladores, o si otros diputados lo vayan a bloquear por no contar con la estructura partidista para lograr consensos, pues al final los demás podrán decir que no toman en cuenta sus propuestas y ya”.
Otra de las lecciones que dejó el Bronco en Nuevo León fue que el gasto realizado por parte de los partidos durante las campañas electorales es exorbitante.
Esto quedó evidenciado gracias a que mientras cada voto por Jaime Rodríguez costó 38 centavos, el de sus contrincantes directos, Ivonne Álvarez y Felipe de Jesús Cantú, fluctuó entre los 20 y 23 pesos: 63 veces más caro.
“El gasto de los partidos políticos debería ser equitativo”, indicó Bernardino Esparza, “el mismo dinero que reciben los partidos, deberían recibirlo los independientes, pues queda demostrado que los partidos políticos han sido baluartes de la democracia, el problema son quienes militan a través de ellos y quienes hacen mal uso de sus recursos.”
Otra de las muestras de inequidad que el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores identifica es que “a su vez los candidatos independientes tienen que ser fiscalizados por la unidad correspondiente del INE”.
Así, “lo mejor sería reducir el presupuesto a los partidos políticos, toda vez que sus resultados son muy deficientes, nada eficaces y ahí lo vemos con casos de partidos que han ido perdiendo sus respectivos registros”.
2018 comienza en 2017
Ante el fenómeno de las leyes “antibronco”, el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, presentó en septiembre pasado una acción de inconstitucionalidad contra las reformas a la legislación electoral de Puebla, con el argumento de que “los candidatos independientes llegaron para quedarse”, además de insistir en que su presencia debe ser un acicate para que los partidos políticos mejoren su presencia e identificación con las fuerzas ciudadanas.
Al respecto, Bernardino Esparza apunta que “en 1946 las candidaturas independientes fueron suspendidas de la legislación, pero ya existían desde mucho antes; ya en 2012 se dio el nuevo registro de independientes”.
“[Manlio] tiene una trayectoria en la vida pública del país y sin duda tiene sus aspiraciones políticas; respecto a la inconstitucionalidad él como representante de un partido tiene interés, sí, pero tampoco hay que considerarlo la panacea de estas leyes”, subraya el Dr. Esparza, “pues éstas ya existían desde 1911, que fueron suprimidas en 1946, pero que volvieron en 2012 y que hoy han cobrado fuerza.”
Inevitablemente, la llegada de los independientes también amplía el panorama para el electorado de cara a 2018, año en que se llevarán a cabo las elecciones para elegir al sucesor de Enrique Peña Nieto como presidente, sin embargo “hay que recordar que éste es un proceso de dos años, porque el proceso electoral comienza en octubre de 2017 con las campañas y precampañas”, advierte Bernardino Esparza Martínez.
Ante este hecho, figuras como la del aún novel gobernador de Nuevo León, el propio jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, o la exprimera dama de México, Margarita Zavala de Calderón, podrían aparecer en las boletas como candidatos sin partido político, hecho que “beneficiaría a sus fracciones políticas de origen”, a consideración del especialista.
En los casos específicos del Bronco y Mancera, quien a pesar de haber llegado a la jefatura del DF a través del PRD no se ha afiliado a éste y no ha manifestado su deseo de ser candidato de este partido, pero sí a aspirar por la Presidencia, “será importante ver cuáles son los resultados de sus gestiones”, añade el académico e investigador.
“Al final del día lo que van a presentar es que necesitarán acuerdos con otros grupos políticos, pues no son en realidad independientes por completo; requieren de acuerdos para gobernar”, sentencia.
Se necesita de los partidos
“Si tú quisiste ser candidato independiente, tendrás que ir a tu distrito, a tu entidad federativa y conseguir el apoyo de la ciudadanía; primero es llegar a acuerdos con ellos, los ciudadanos, ¿cómo?, diciéndoles: “les voy a dar alcantarillado, les voy a dar iluminación, les voy a dar agua, etc.”, pero para eso se requiere negociación con la administración pública”, afirma Esparza Martínez, quien además cuestiona: “¿cómo van a solucionar, por ejemplo, el problema de seguridad o de hambre o derechos humanos? Sin duda que éstos necesitan de leyes… es decir, de partidos políticos.”
La cuestión final es si los candidatos independientes pueden suplantar a los partidos políticos tal como los conocemos. Para el Dr. Esparza Martínez la respuesta es no.
“Los partidos políticos tienen una historia desde la antigua Grecia, sin duda han sido baluarte de la democracia; el problema es quiénes militan en ellos y quiénes los dirigen”, señala, “pero también la gente que los ve y quedan desencantados al ver que mientras no te da un partido, pues te brincas a otro, a ver quién te da más”.
“Lo cierto es que los chapulines que brincan de un partido político lo hacen porque necesitan de su estructura y su fuerza, por lo que no, los candidatos independientes no pueden suplantar a los partidos como tal”, afirma el entrevistado.
En síntesis, considera el analista electoral y político, que las candidaturas independientes son “una figura del sistema de partidos que funciona de equilibrio, pero que no es la panacea, pues necesitan fortalecerse al momento de entrar en acción y demostrar que no se tienen nexos de intereses personales a la hora de gobernar, y sí de negociación para lograr consensos”, finaliza.


