Entrevista a Edwin Jahir Dabroy Araujo | Profesor de la Universidad de San Carlos

 

Ofelia Alemán García

Los ciudadanos guatemaltecos, eufóricos por la ola democrática incitada por los informes de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala —un organismo auspiciado por Naciones Unidas—, salieron a las urnas el pasado 25 de octubre para elegir como primer mandatario a un personaje que poco tiene que ver con la política.

James Ernesto Morales Cabrera, mejor conocido como Jimmy Morales, quien se había desempeñado como actor cómico, es ahora el nuevo presidente de Guatemala.

Para Jahir Dabroy, iinvestigador en temas sociopolíticos y la región latinoamericana de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Jimmy Morales no era un cómico sobresaliente. Dijo: “Realmente no es un gran orador, lo que tiene más bien es un dominio de la tarima. Lo que hace es jugar con el público como contar alguna moraleja, declamar una parte del himno nacional”.

Su modesto éxito en televisión se debió a que él mismo era productor y actor de sus propias series y películas cómicas junto con su hermano. Jimmy y Sammy Morales eran los personajes de Nito y Neto, entre otros personajes, como Juan Boss o Draculillo, que durante 15 años tuvieron presencia en la televisión guatemalteca.

Poca gente sabe que Jimmy tiene la licenciatura en administración de empresas, el profesorado en teología o la maestría en altos estudios estratégicos con especialidad en seguridad y defensa.

Tampoco se sabe que buscó una alcaldía en 2011 en donde obtuvo menos del 85% de los votos y que compitió contra Otto Pérez Jr., el hijo del depuesto presidente Otto Pérez Molina.

Pero su día de suerte fue el 16 de mayo del presente año cuando fue proclamado candidato presidencial por el Frente de Convergencia Nacional.

¿Por qué ganó Jimmy Morales?

El actor cómico fue ratificado como primer mandatario con el 67.44% de los votos de los 3.5 millones de guatemaltecos que ejercieron su voto en una segunda vuelta. Una elección muy concurrida por cierto, desde hace 30 años.

La otra candidata con quien contendió Morales fue Sandra Torres, divorciada del expresidente Álvaro Colom, quien quedó con el 30% de los votos. En palabras de Dabroy, el triunfo de Morales significa “un rechazo a la continuidad política de actores tradicionales. Y Sandra Torres es precisamente parte de esa lógica tradicional”.

Los guatemaltecos eligieron a un personaje que claramente no sabe nada de política y que en los comerciales políticos se ostentaba con una ventaja ante su notoria incapacidad de gobernar.

Decía Morales en campaña: “la capacidad de gobernar se puede contratar. Pero la dignidad y la honradez no se compran ni se contratan porque ésas no tienen precio”.

Además de la política tradicional empañada por tremendos escándalos de corrupción como la renuncia de Roxana Baldetti (vicepresidenta), implicada en una organización criminal, y la posterior salida del presidente Otto Pérez, hay otros escenarios que potencializaron el triunfo de Morales.

Dabroy señaló al menos cuatro factores en el análisis. El primero es que la ciudadanía quiso blindarse ante el posible triunfo de Manuel Baldizón, el otro candidato que fue eliminado en la primera vuelta y que estaba asociado a Baldetti.

El segundo factor que incidió fuertemente fue la presencia de otros rubros de la sociedad que antes no se habían manifestado, como los jóvenes entre 18 y 35 años, así como la clase media urbana.

El tercer factor clave para entender el trasfondo es que Morales está fuertemente apoyado por “una estructura de veteranos militares que tiene excelentes estrategas quienes lograron generar relaciones que mantuvieran ciertas garantías para sostener el statu quo en Guatemala”, aclaró Dabroy.

Esta lógica nos relaciona directamente con Estados Unidos y su deseo de mantener la estabilidad geopolítica “que de alguna manera blinda que el triángulo norte, de la alianza de la prosperidad con Centroamérica, para contener la expansión de gobiernos como el venezolano, ecuatoriano, boliviano o nicaragüense”, explicó el politicólogo guatemalteco.

El otro factor importante en el análisis es que se le otorgaron garantías al sector privado a través de menores cargas tributarias entre otras.

“Un sector está muy tranquilo pero algunos estamos un poco más preocupados. Por un lado la inexperiencia política. Por otro lado, Morales nunca ocultó que no tuviera ningún programa de trabajo. ¡Lo más preocupante es que la gente no demandó ese programa de trabajo!”, exclamó Dabroy.

Mientras haya un nacionalista, hay esperanza: Jimmy Morales

Uno de los aspectos más sobresalientes del ahora presidente electo de Guatemala es su marcado discurso nacionalista.

Fue a votar las dos rondas con la camiseta de la selección nacional guatemalteca, además se ha pronunciado como una persona incorrupta a diferencia de la clase política, y no está por demás mencionar que, en todo momento, hace alusión a su ferviente vocación católica, aspecto que caracteriza a las tendencias conservadoras de ultraderecha.

Uno de los últimos comerciales políticos de Morales rescatados por Prensa Latina, dice: “Te invito a participar en política. Quieres una Guatemala diferente, deja tú de ser indiferente. Deja todas tus excusas y pretextos y haz lo que te corresponde. Guatemala tiene esperanza porque estás tú y estoy yo. Mientras haya un nacionalista, hay esperanza.”

En este sentido, el catedrático de la Universidad de San Carlos refirió que la tendencia al nacionalismo como respuesta a la globalización fue prevista por Immanuel Wallerstein hace ya un par de años. Y que esos movimientos se están viendo ya en nuestro continente.

De igual manera, la postulación de candidatos independientes así como la lógica de los partidos políticos han sido “hechos que parecen similares transversalmente en la región latinoamericana, pareciera que están muy bien pensados. Suena conspiracionista pero hay que ir entendiendo que hay lógicas que nos vienen de fuera que no son tan genuinas”, aclaró el maestro en políticas públicas.

“En Guatemala hay una lucha por el control del poder entre la izquierda y la derecha. Aunque ya no hay un discurso político como tal entre ambos, en la práctica se comprueba. Por ejemplo, la sociedad Anonimus, que convoca a la gente por las redes sociales, ya está llamando a una manifestación el día de la toma de posesión para demandar auditoría y fiscalización”, señala el profesor.

Después de Jimmy, cualquiera puede ser presidente

A todas luces el triunfo de Morales es un cambio radical en la forma de hacer política. Sin embargo, Dabroy se pregunta sobre la futura necesidad de la existencia de los partidos políticos, ya que el FCN es una organización tipo franquicia, es decir, que solamente se registra con fines de competir en una elección.

Reprocha: “Jimmy Morales tenía presencia tan sólo en 46 de 338 municipios nada más, eso nos da una idea de lo que realmente significa. Ganó la presidencia con un partido con sólo 94 mil afiliados. Algo nos está diciendo de fondo. Lo que nos vamos a topar en 4 años es que cualquiera puede ser presidente”.

Para resumir el tema, como docente universitario de la maestría en Análisis Estratégico, Seguridad y Geopolítica, a Jahir Dabroy le preocupa mucho la gobernabilidad de su patria.

Sin un plan de trabajo claramente establecido, con el presupuesto aprobado y amarrado, con los militares tradicionales apoyando a este nuevo presidente, “probablemente Jimmy Morales no sabe a lo que se está enfrentando. Al no ser el político tradicional, tiene un alto nivel de expectativas y no sabe el tipo de Estado que va a gobernar”, explicó el académico.

En campaña, Morales se comprometió a no subir los impuestos pero según Dabroy, la deuda pública se triplicó en los últimos años. Con información del Banco Central de Guatemala, tan sólo en los últimos meses, la deuda pública pasó de 57 mil millones de quetzales (la moneda guatemalteca) a 63 mil. Esto equivale a unos 433 mil millones de dólares. Nueve veces más que la deuda externa de ese país.

Jimmy Morales tiene 80 días antes de la toma de posesión el 14 de enero de 2016 a las 14 horas para delinear las acciones de su gobierno.

Hasta el cierre de esta edición, miércoles 28 de octubre, solamente se habían postulado las prioridades anunciadas en su campaña: medicinas en los hospitales, combate a la desnutrición crónica, días de clase de calidad en las escuelas, apoyo para los que producen, seguridad y cero tolerancia a la corrupción.

Se espera que en las dos primeras semanas de diciembre presente su gabinete. Hasta ahora se sabe que el vicepresidente será Jafeth Cabrera Franco, exrector de la Universidad de San Carlos, quien también estuvo en campaña con Morales.

Finalmente, Dabroy fue contundente: “Aunque tenga la voluntad, realmente no sabe cómo va a organizar los recursos. Creo que Morales no va a dar la talla. Nos tiene que quedar bien claro que Jimmy Morales era el candidato idóneo para todos los sectores conservadores. Es decir, con Jimmy Morales no cambia nada, todo sigue igual”.

@jahirda

@ophelyas