Alfred Nobel

Alfredo Nobel (1833-1896)

El 21 de octubre de 1833, hace 182 años, nació en Estocolmo, Suecia el químico e inventor y fabricante de armas, Alfred Bernhard Nobel.

En 1895, antes de la muerte del inventor, se establecieron los premios con su nombre y en 1901 comenzaron a entregarse en categorías como Física, Química, Medicina, Literatura y Paz. A partir de 1968 se estableció el de Economía.

El Premio Nobel es considerado el máximo reconocimiento mundial para una contribución excepcional a la humanidad. Es el primer premio que se designa para la paz ya que Alfred Nobel vivió en un contexto abrumado por guerras europeas constantes con Asia además de ser testigo del proceso de descolonización del mundo, el reparto de África y los avances contaminantes y abrumadores de la revolución industrial.

Se dice Alfred Nobel, quien contó con las patentes de más de 300 tipos de explosivos militares entre ellos la dinamita y gelignita, cargó siempre con el complejo de culpa por el mal que había causado por sus inventos. A pesar de haber fundado varias industrias de armas vigentes hasta la fecha, toda su fortuna fue destinada a la fundación y premio que llevan su nombre.

La anécdota cuenta que el origen de su motivación a crear dicho premio surgió en 1888, un diario francés publicó por accidente el obituario de Alfred Nobel.

La publicación que leería el químico sueco decía:

“El mercader de la muerte ha muerto… El doctor Alfred Nobel, que se hizo rico al encontrar formas de matar más gente y más rápido que nunca antes, murió ayer”.

Antes de morir y como último deseo, destinó cerca de cerca de lo que hoy serían 300 millones de dólares a la creación de los premios.

De todas formas, el legado de Alfred Nobel va más allá de la recompensa monetaria que se entrega junto con el premio, un diploma y una medalla de oro.

Las guerras del mundo nunca volverían a ser iguales.

 

OAG