Aves de rapiña
Félix Fuentes
El saqueo en grado de rapiña, realizado por perredistas en delegaciones capitalinas, refleja en toda su magnitud la conducta de militantes del partido amarillo. Son avergüenza mundial.
Las delegaciones del Distrito Federal fueron barridas, literalmente, por quienes fungieron como sus titulares. Además de dejarlas endeudadas, con las arcas vacías, individuos del PRD se llevaron sistemas de cómputo, vehículos automotores, escritorios, sillas, teléfonos… cuanto pudieron.
Asombra el grado de corrupción en que ha caído la nación. Asombra que el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, califique de “mediáticos” los latrocinios de funcionarios bajo sus órdenes.
El sentir general es que “todos los partidos son iguales” y los amigos de lo ajeno proliferan en los puestos públicos.
Causan náusea los relatos de nuevos jefes delegacionales por las miserias que recibieron en cada demarcación, dudándose la aplicación de castigos ejemplares para los responsables, como lo sucedido con la Línea 12 del Metro.
La primera denuncia ante la Contraloría General del DF fue elevada por Claudia Sheinbaum, amiga de López Obrador y nueva titular en Tlalpan. Dijo que encontró oficinas dañadas, sin computadoras ni mobiliario.
Sheinbaum denunció el 22 de julio pasado que el entonces delegado, Héctor Hugo Hernández, emitió una convocatoria para realizar 12 obras… ya construidas.
El 27 de septiembre pasado informó el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que “serán revisadas las irregularidades detectadas…” Pero si dos meses antes fue denunciado el delegado Hernández, ¿por qué no se procedió contra él? Debe demostrar que dejó mil millones de pesos a Sheinbaum, como asegura.
En Magdalena Contreras denunció el delegado entrante, Fernando Mercado, otra modalidad de corrupción. El delegado del PRD interino, Félix Arturo Medina Padilla, otorgó empleos de base a 48 burócratas que carecían de antigüedad y méritos para ello.
Los beneficiados son familiares y amigos del perredista saliente y con esa gente se proyecta hacer la vida imposible al priista Fernando Mercado.
En Contreras debieron ser entregados 300 vehículos, pero la mitad de los existentes son chatarra y con placas cambiadas. Fueron robados los que existían y hasta un templete desapareció.
De escándalo mayúsculo son los manejos del perredista Víctor Hugo Romo, a quien le han detectado irregularidades por 46.2 millones en la delegación Miguel Hidalgo, y ninguna autoridad del gobierno del DF lo investiga. Además fue postulado por el PRD para diputado de la Asamblea capitalina, lo cual le otorga inmunidad.
Lo substituye la hoy panista Xóchitl Gálvez, quien dijo que encontró “un desmadre” en dicha delegación.
Víctor Hugo destinó 24.3 millones de pesos para un nuevo edificio delegacional que no hizo y cuyo presupuesto fue inflado en más de mil por ciento. Tampoco se enteró de ello autoridad alguna del gobierno citadino.
Gálvez escuchó a vecinos de Polanco por la absurda “remodelación” de Presidente Masaryk. En dos años de calamidades, esa avenida fue convertida en un desastre y es causante de embotellamientos de horas en Polanco. A ningún ciudadano se le consultó para convertir las bocacalles en un solo carril y colocar miles de obstáculos en las banquetas.
La Cuauhtémoc se cuece aparte. Si el nuevo delegado, el “moreno” Ricardo Monreal se horroriza y olvida el caos que dejó en Zacatecas, imagínense. Será motivo de otro comentario.
