Justicia, equidad y prosperidad

 

 

 

El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle,

asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad.

Madre Teresa de Calcuta

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Me encuentro en la ciudad de Yogyakarta, Indonesia, en la Conferencia Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción (GOPAC por sus siglas en inglés), en donde estamos trabajando en una agenda que permite abordar los grandes temas del combate a la corrupción y el cumplimiento del Estado de derecho. Más de 75 estados nacionales participan con la representación de los cinco continentes para compartir experiencias y adquirir conocimientos en este encuentro que bajo el lema de Justicia-equidad-prosperidad ha reunido a cientos de legisladores de todo el orbe.

Las autoridades que participan en este contexto exponen de manera clara, precisa y concisa cómo se logran más recursos para el desarrollo social sustentable en los lugares con mayores índices de pobreza, los estudios apuntalan a detectar que en cuanto se toma la decisión de combatir la corrupción existe la posibilidad de mejorar también la gobernanza.

Los donantes de recursos cada vez exigen más y más resultados específicos en donde se rindan cuentas y se pueda acceder a la información detallada del manejo de los recursos con mayor facilidad, pero también se requiere que los parlamentos involucren a su miembros en una revisión detallada que permita ir al fondo de las cosas cuando de resolver estas situaciones se trata.

Cuando los recursos pasan por un control parlamentario efectivo, se logra contribuir y hacer que los donantes tengan un buen entendimiento, y se integran al paradigma que subyace para América Latina. Por ser más pobres tenemos la oportunidad histórica para reservar mayor cantidad de fondos, pero a la vez somos considerados las países más corruptos del orbe; lo anterior aplica para todas las regiones y es cuando llega la decisión de a quiénes se les pueden dar más recursos y a quiénes no.

Grandes cantidades de dinero se pierden por culpa de la corrupción, se obstaculizan proyectos y se evita que se apliquen programas de desarrollo sustentable. Los trabajos de la Sexta Conferencia Mundial de Parlamentarios gira en torno a tres ideas fundamentales: construir y trabajar normas y acciones que deriven en mayor justicia para que así exista equidad en la aplicación de recursos y se evite que la corrupción se cuele hasta lo más profundo corrompiéndolo todo.

Es importante que los parlamentarios asuman compromisos más firmes para incorporar en sus legislaciones las herramientas y acciones necesarias de combate a la corrupción. Mientras más corrupción existe, mayor cantidad de pobres habrá en nuestro entorno. Buscar la justicia, la equidad y la prosperidad permite pensar en un modelo humanista de rendición de cuentas y combate a la corrupción.

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