Previo a un encuentro privado con integrantes de la comisión que da seguimiento al caso Iguala, el gobernador con licencia de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, negó estar ligado a grupos delincuenciales, además de afirmar que su relación con José Luis Abarca, exalcalde del municipio de donde desaparecieron 43 normalistas el 26 de septiembre de 2014, fue únicamente institucional.

Asimismo, Aguirre aseguró que gracias a su actuación oportuna en el caso, se han consignado a 16 policías municipales relacionados con los hechos.

Adicionalmente, el gobernador con licencia negó tener algún vínculo personal con José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, quienes se encuentran detenidos desde noviembre del año pasado.

“Mi relación con ellos se dio en el marco institucional, cuando yo acudía en algunas ocasiones a Iguala a inaugurar obra o supervisar algún programa”, declaró el extitular guerrerense previo a un encuentro que se llevó a cabo en un hotel al sur de la Ciudad de México.

En este sentido insistió en que tiene la conciencia tranquila al destacar que hace mes y medio acudió de forma voluntaria a la Procuraduría General de la República (PGR) para declarar sobre el caso Iguala.

Al ser cuestionado sobre los 43 estudiantes normalistas de Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, afirmó que con estos mantuvo una buena relación con ellos y a los cuales, incluso, otorgó computadoras, autobuses e inversiones por 60 millones de pesos para la remodelación de su plantel educativo.

Finalmente, Aguirre Rivero descartó que su carrera política haya finalizado, luego de los hechos violentos ocurridos en Iguala a finales de septiembre del año pasado.