Entrevista exclusiva para Siempre!

Por Viridiana Vega

Luego de que el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, anunciara que el papa Francisco visitaría México en 2016, Siempre! habló sobre la relevancia para el país del viaje del líder católico, en un escenario en el que tanto la política como la religión han perdido credibilidad, con el doctor en Ciencia Política e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Alejandro Díaz Dominguez.

Para el experto “un papa que venga a un país como México con problemas de violencia, de inseguridad, con problemas económicos, de pobreza y desigualdad, resulta importante que hable de justicia social porque va a crear un impacto”, y recordó que “la Iglesia mexicana es una de las iglesias más fuertes del mundo, en un contexto políticamente adverso”, por lo que el pontífice “decidió darle el cardenalato al arzobispo de Michoacán cuando la violencia estaba tan fuerte en este estado, para que se convirtiera en la voz de los sin voz y llevar el rebaño a un mejor lugar”.

Por otra parte, si a través de su discurso “va a criticar la violencia, la guerra contra el narco, la pobreza, la desigualdad, evidentemente hace mucho más clara la distancia que existe con los obispos mexicanos de corte conservado”, y explicó que era una situación que no ocurría con Benedicto al estar alineados en los temas de valores morales, tanto el gobierno mexicano como el gobierno de Roma, y que con Juan Pablo había cierta variación, pero de igual forma un empate en temas morales.

El doctor refirió, como se rumoró hace tiempo, que el papa Francisco no venía a México por diferentes razones, como “su lejanía con el régimen priista, por asuntos de derechos humanos, por Ayotzinapa, en fin,” y que otras versiones aseguraban que no venía “porque no le concebía validez al gobierno mexicano en términos de la guerra contra el narco”.

Sin embargo, a pesar de esos rumores, “parece que la razón de fondo es –de hecho lo dijo en su viaje a Cuba y Estados Unidos- ‘ir a México y no ir a la Villa es cómo no ir’”, es decir, se trata de un “asunto meramente de agenda”.

El investigador considera que al ser Jorge Mario Bergoglio de origen latinoamericano tendría que “presentarse en la única virgen reconocida por la Iglesia que se ha aparecido en América Latina. Las otras dos son Fatima, en Portugal, y la otra Lourdes, en Francia”. “Desde esta perspectiva, por supuesto, él no puede venir sin pasar por la Basílica(…) Y que sea la razón principal del viaje”.

Más justicia social, menos moralista

Francisco ha expresado discursos con los que no busca juzgar, pero sí recordar los pecados que pueden enfrentar los feligreses, insiste el experto en Ciencia Política . Así, “aquella mujer que tuvo un aborto y está arrepentida, que se confiese y que se le perdone”, indica, “en ese sentido, Francisco no es un teólogo, es un pastoralista. Benedicto era un hombre de letras, de estudios, un hombre de libros, igual que Juan Pablo, pero Francisco es un hombre más práctico”.

“Lo que Francisco ha venido haciendo en estos dos últimos años es tratar de enfatizar menos en estos temas (moralistas), yo creo que es correcto porque hay temas mucho más importantes, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático. Es por eso que el discurso que ha tenido es ‘no te juzgo, te entiendo y sino te entiendo por lo menos trato de que estés con nosotros’”.

“No se trata de un papa de cambios de opinión y no se trata de un papa que diga cosas contradictorias, es un papa que lucha contra los más de veinte años en los que se ha hablado del mismo tema y la gran virtud que ha tenido Francisco es meter en la agenda temas de justicia social”, al mismo tiempo de recordar de vez en cuando las prohibiciones de la Iglesia.

Cuando Jorge Mario Bergoglio era Arzobispo de Buenos Aires, comenta el investigador, “tenía un discurso bastante conservador enfocado en temas de valores morales, como el aborto, el divorcio, el matrimonio igualitario (como se le conoce en Argentina), o la adopción por personas del mismo sexo”, pero ahora con un cambio de misión “el nuevo pontífice es un papa que se ha dedicado a predicar temas de justicia social, como migración, la crisis económica, la pobreza, la desigualdad”.

Francisco “no enfatiza en los valores morales como lo hacía Benedicto XVI”, que siempre tenía una agenda muy marcada enfocada a esos temas y quien pocas veces se pronunciaba por la justicia social, al igual que Juan Pablo II, “aunque Juan Pablo sí mencionaba valores de democracia por la época que le tocó vivir”.

Ante esta postura del pontífice, “dado que la Iglesia venía en un péndulo muy inclinado a valores morales y llegar al otro extremo que es justicia social, evidentemente surgen reclamos al interior que obligan a Francisco a recordar cuál es la doctrina de ley”, asegura el investigador, por lo que refirió que hace unos días el líder católico se pronunció sobre el matrimonio al recordar que es indisoluble y que, por lo tanto, el divorcio no está apoyado por la Iglesia católica o que aquellos curas que se declaren homosexuales y que tiene una pareja sentimental serán despedidos de sus encomiendas.

Viaje papal, impulso para la izquierda

Para el doctor Alejandro Díaz-Dominguez la visita del papa favorecería políticamente “a la izquierda con un discurso de justicia social y de valores morales”, pero el candidato de izquierda en México con mayor reconocimiento en Andrés Manuel (López Obrador), “un candidato que tiene valores morales muy conservadores. Hay que recordar que mientras Andrés gobernó la Ciudad de México jamás se discutió de manera seria el asunto del aborto o el asunto del matrimonio entre personas del mismo sexo”.

“Y el régimen lo que está pensando es que si viene el papa, será un gran evento, el papa nos dirá nuestras verdades, como se las dijo a los gringos y a los cubanos, pero estará tranquilo y todos estarán muy contentos y esos días no va a pasar nada malo, porque cuando venía Juan Pablo no pasaba nada malo; esos pueden ser los cálculos del régimen”.

En la última visita de Juan Pablo “la gente llegó al (Estadio) Azteca, lo cerró y estuvieron ahí horas y horas y no se hizo el tráfico que como cuando juega un equipo de fútbol y la gente no se quejó del tráfico, y no pasó nada malo(…) Por supuesto que es un evento muy grande y por supuesto que puede ser una distracción de nuestros problemas”.

Respecto al viaje a México de Francisco el próximo año, que coincide con elecciones para renovar gubernaturas en el país, el experto dice que no hay una agenda aún establecida ni itinerario, pero que “los efectos de la visita están condicionados a los lugares por los cuales pasaría el papa”, porque no es la misma jornada electoral en un estado u otro.

“Es muy difícil decir que la visita está asociada a las elecciones cuando en realidad se requiere de dos condiciones: si va a un punto donde hay elección y si la cobertura (de los medios de comunicación) va a permitir que el contenido de los mensajes se conozca y se difunda en otras entidades federativas(…) Aunque en el itinerario se tendría cuidado de que no toque puntos de elección”.

Tras el anuncio, las principales fuerzas políticas del país (PRI, PAN y PRD) expresaron su gratitud por el viaje del papa Francisco, incluso Acción Nacional en la Cámara baja dijo que le haría una invitación para que visite el Palacio Legislativo en San Lázaro y pueda pronunciar palabras de conciliación, como lo hizo en Estados Unidos.

Aunque aún están por determinarse las fechas exactas de la visita papal, así como su itinerario, es un hecho que Francisco arribará a México en los primeros meses de 2016, lo que podría conmover incluso a aquellos que se han alejado de la religión.

La última vez que México recibió a un líder católico fue en 2012 con la visita de Benedicto XVI, quien en su gira por el Bajío, en Guanajuato ofició una misa en el Cerro del Cubilete; previo a él, Juan Pablo II vino al país en cinco ocasiones y en su quinta visita, en 2002, el pontífice celebró la misa de canonización de Juan Diego en la Basílica de Guadalupe.

México se convertiría en el cuarto país de América que visita Jorge Mario Bergoglio, después de que realizó una gira por Brasil en 2013, y en julio de este año a Ecuador, Bolivia y Paraguay, y en septiembre a Cuba y Estados Unidos.