Prevendría diabetes, infartos y hasta suicidios
Gabriel Gutiérrez
Un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard revela que tomar dos o tres tazas de café al día podría proteger de múltiples enfermedades.
La investigación publicada en la revista Circulation sostiene que tomar como máximo cinco tazas de café al día —justamente la cantidad fijada por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria— reduciría el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, diabetes, algunas enfermedades neurológicas e, incluso, por suicidio. Estos resultados se obtuvieron luego de 30 años de seguir el consumo de esta bebida y hábitos de vida de 200 mil hombres y mujeres.
La más importante de todas es que una taza de café reduce el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular como el infarto, algo que, en realidad, no es nuevo, ya que estudios previos ya habían sostenido que tres o cuatro tazas de esta bebida reducían la prevalencia de calcio en las arterias, lo que influiría en el buen estado de los vasos sanguíneos, y por tanto, alejaría el riesgo de esta complicación. También se han estudiado los beneficios anti obesidad del café, y se ha observado que esta bebida lucharía contra la aparición de grasa visceral.
Aunque los beneficios a nivel cardiovascular de una de las bebidas más consumidas del mundo ya se habían documentado, todavía existen aspectos que no estaban totalmente claros y sobre los que este estudio aporta nuevos datos. Por ejemplo, dicha publicación señala que los efectos positivos del café se dan tanto en el descafeinado como en el que tiene sí cafeína. Según los autores del estudio, “esto sugiere que hay otros componentes en el café además de la cafeína que podrían desempeñar un papel benéfico”.
Igualmente, el trabajo ha servido para evidenciar otra curiosa asociación: quienes más café beben son más propensos a fumar y a beber alcohol. Es quizás este vínculo con el tabaco el responsable de esa leyenda negra del café que hacía que muchos clínicos se resistieran a recomendar este estimulante. Pero ahora, esta investigación despejaría esta incógnita, ya que para cerciorarse de que los beneficios también se cumplían en los no fumadores, se repitió el análisis con estas personas, y vieron que los efectos protectores del café eran incluso más evidentes en este grupo.
Los resultados también revelan que reducen el riesgo de infarto: “El ácido clorogénico, quinídeo, los lignanos, la trigonelina y el magnesio presentes en el café reducen la resistencia a la insulina y a la inflamación sistemática”, afirman los autores. “Al fin y al cabo, la diabetes es una enfermedad cardiovascular”, apuntan, por lo que podría ocurrir que el café también protegiera contra ella.
El parkinson, según sostiene el estudio, es también es una enfermedad que se beneficiaría de una ingesta moderada de café, ya que su consumo reduce la pérdida de dopamina, un neurotransmisor que ayuda a controlar los movimientos musculares y cuyo déficit es clave en esta enfermedad.
Finalmente, y aunque quizás esta sea la más difícil de sostener de todas, se ha observado una asociación inversa entre tomar café y el riesgo de suicidio, lo que indicaría que el consumo de esta bebida podría, además de los anteriores, tener efectos antidepresivos.


