A tan sólo 10 días de cumplir 81 años -15 de noviembre-, falleció Gloria Contreras, la bailarina y coreógrafa mexicana, considerada uno de los hitos en la escena dancística, no sólo por conjugar la línea estética de la tradición rusa con su visión de México, con sus inquietudes y preocupaciones. También por su singular manera de confeccionar coreografías que sorprendió a músicos como Eduardo Mata, Mario Lavista y Arturo Márquez.

La noticia sobre el deceso de la también fundadora del Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México(TUUNAM), lo dio a conocer la hija de la coreógrafa, Lorena Luke Contreras, en un comunicado de la Coordinación de Difusión Cultural UNAM, quien detalló que el deceso ocurrió alrededor de las 23:00 horas en su casa ubicada en San Ángel Inn, en esta capital, sin dar más detalles por el momento.

Gloria Contreras nació en la Ciudad de México en 1934 y desde pequeña mostró cualidades para la danza, por lo que en 1955 ingresó al Royal Winnipeg Ballet en Canadá y en 1957 viajó a Nueva York, donde recibió clases de Nelsy Dambré.

Fue discípula de Fierre Vladimiroff, Anatole Oboukhoff, George Balanchine y Felia Doubrovska, entre otros. Admirada como una de las máximas creadoras del ámbito dancístico en México, Contreras fundó en 1970 el Taller Coreográfico de la UNAM, en donde dirigió más de 83 temporadas y creó más de 210 coreografías. Una de sus obras más reconocidas es El mercado.

Uno de los principales objetivos de la bailarina era promover la danza en todos los contextos sociales, por ello impartió seminarios, conferencias y talleres en donde enseñó los secretos de la danza y en donde intento promover el gusto por este arte.

En cada una de sus obras, Contreras le daba un gran valor a la música durante su proceso creativo haciéndolo único, analizaba las partituras, los movimientos musicales para después trasladarlos a una coreografía, su vehemencia por la danza y su pasión por la música llevaron a la coreógrafa a relacionarse con creadores y compositores como Eduardo Mata, Mario Lavista, Federico Ibarra, Arturo Márquez, Roberto Limón y Juan José Calatayud, entre otros músicos y teóricos de la música, ya que ella marcaba la métrica y el ritmo como si fuera un director musical.

Contreras fue acreedora al Premio Guillermina Bravo y, en 2006, ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Bellas Artes, entre muchos más.