Carlos Ángel Arrieta
Como en todos aquellos temas difíciles e innombrables, el sustento final del proyecto del ministro Arturo Zaldívar Leo de Larrea, quien propuso declarar constitucional el uso lúdico o recreativo de la mariguana, no pudo ser mejor referente: el derecho a la libertad de elegir de cada persona.
Por eso el triunfo de cuatro se convirtió en la fiesta de miles cuando dicha propuesta fue aprobada. Más allá de si es correcta o no la decisión, de si la legalización de la mariguana en México representa el arma superpoderosa y secreta que les permitirá a las autoridades frenar la violencia y el abuso que acompañan al narcotráfico mexicano.
Aquí tampoco tienen que ver los alcances medicinales de los disputados porritos. No.
Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hicieron lo que vienen haciendo en los últimos tiempos: abrir debate, quitar candados y marcar precedentes. Hoy, de nuevo, es histórico lo que hicieron. Mal, pero inédito.
Y en este andar convirtió en héroes y líderes de lucha a Josefina Ricaño Bandala, a Armando Santa Cruz González, a José Pablo Girault Ruiz y a Juan Francisco Torres Landa Ruffo, los cuatro que se ampararon contra la prohibición.
A ellos y sólo a ellos, la primera sala de la SCJN les permitió el uso lúdico o recreativo de la mota; van a poder sembrar la yerba, cultivar, cosechar, preparar, poseer y transportarla, siempre y cuando sea para su consumo personal. Todos los demás de la organización a la que pertenecen y que iniciaron la lucha hace algunos años, como es la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, A.C., no podrán sembrar ni usar la droga.
En el dictamen de los ministros de la primera sala, queda claro que no están autorizados para realizar actos de comercio, suministro o cualquier otro que se refiere a la enajenación y/o distribución de las sustancias aludidas.
Fue tal el alboroto generado que en un instante las redes sociales se inundaron de divertidos memes referentes al hecho histórico.
Artistas, periodistas, investigadores, líderes sociales, salieron al mundo y hablaron de cómo un cigarro de porro marcó su vida y sus destinos.
Y luego de su decisión, los ministros mexicanos se volvieron trending topic a nivel internacional, despertando las simpatías de miles, consumidores y no consumidores de la cannabis, quienes comenzaron a ver en México a un país de actualidades y vanguardias, “tendrían que haberlo hecho hace mucho tiempo”, es una de las frases comunes.
Por ello la urgencia con la que el Estado Mexicano corrió a aclarar todo: la decisión de la Corte sólo es en relación a un amparo que promovieron los cuatro magníficos en contra de la prohibición de la Ley General de Salud que prohíbe el uso de la marihuana. Nadie más.
Y en este punto, se equivocó el Estado Mexicano: sí, el triunfo es de cuatro pero la fiesta es de miles.
Si es buena o no la decisión, lo deberán determinar en otro momento y tendrán que tomar en cuenta la opinión de las mayorías, que hasta ahora se han declarado en contra de tal decisión. Lo verdaderamente importante es que tiran candados y se abre la puerta a la discusión real sobre el tema. Si México está o no preparado para lidiar con la legalización de la marihuana y sus consecuencias, ya es pues tema de otro cantar.