Hoy 23 de diciembre el ayuntamiento de Barcelona ha votado en contra de Cataluña al abstenerse de votar por la disolución del parlamento catalán, lo cual significa un golpe bajo no esperado.
Ada Colau, la activista ciudadana que ganó históricamente la alcaldía de Barcelona al distinguirse con su discurso antipolítico y anticorrupción, está bajo sospecha de haber actuado como los políticos tradicionales ya que los cuatro ayuntamientos bajo su cargo se han abstenido de votar a favor o en contra de la disolución del parlamento, permitiendo que la propuesta de disolución pasara.
Los ayuntamientos de Ada Colau pudieron haber marcado un giro revolucionario para Cataluña y pudo haber pasado a la historia, además de ser la primera alcaldesa ciudadana, como la que está cambiando el rumbo de España.
Colau pudo haber sido la heroína para Cataluña este fin de año ya que se esperaba una respuesta diferente a la de los políticos tradicionales.
Se abrió ya una investigación de tipo penal para los cuatro ayuntamientos bajo el mando de Colau bajo sospecha de haber recibido sobornos a cambio de su voto a favor de la disolución.
La cuestión de Cataluña es política ya que las fuerzas buscan que se reconozca como una provincia independiente lo que implicaría una reforma al sistema político español desde la constitución. Pero las respuesta de España han sido vagas, difusas y han permitido que el conflicto avance.
Esta Navidad para Cataluña puede ser un mal trago de “pan con lo mismo” proveniente de un candidato ciudadano.
El País
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