A pesar de los pesares

El objetivo de un nuevo año no es que debemos

tener un nuevo año, es que hay que tener una nueva alma.

K. Chesternut.

Feliz y prospero año 2016

A cuatro días de que acabe este tan alborotado, movido, catastrófico, maravilloso, oscuro, luminoso, alegre, triste, de vida y de muerte, de cambios profundos y tragos amargos, soleado y frío, lluvioso y seco año 2015. La realidad es que podríamos decir casi lo mismo de cada año que concluye, pero no es así. Este ha sido uno de los años de mayor contraste en la vida política, social y económica, no sólo para nosotros los mexicanos, si no en todo el mundo.

Hemos despertado con las peores noticias sobre ataques terroristas, la más grande crisis económica, los problemas de falta de liderazgos solidos, éticos y congruentes en el orbe. Y lo que ha sido como una etiqueta permanente durante este año los escándalos por corrupción. Lo mismo en el futbol con el caso de la FIFA, que en empresas como Volkswagen que alteraron sus sistemas en los vehículos para que no se detectaran las emisiones reales de contaminantes en sus vehículos, que miles de casos de sobornos, desvíos de recursos y enriquecimiento ilícito de políticos y funcionarios de gobiernos y parlamentos de todos los signos, ideologías y espectros políticos, a esta ola mundial no se han escapado los ciudadanos que en muchos casos son los que inician la cadena de corrupción, para que exista corrupción siempre se requieren dos partes la que corrompe y la que acepta ser corrompida.

Este año sufrimos permanentemente con el fantasma de la guerra, muchos analistas y especuladores daban por cierto el inicio de la tercera guerra mundial derivado de las tensiones provocadas por el terrorismo islámico y las coaliciones de los países para combatirlos, sin dejar de lado que entre los propios coalicionistas existían tenciones derivadas de las desconfianzas mutuas, lo que ha venido sucediendo con los gobiernos ruso y estadounidense.

En el caso de nuestro país, en este año el gobierno ha pasado de la gloria al infierno, de las portadas que en el mundo ponían al presidente como un moderno salvador y al país como una nación que vivía su mejor momento de crecimiento y desarrollo a ser denostados y pedir a sus conciudadanos que tengan cuidado al venir a México por los altos niveles de corrupción e inseguridad pública que vivimos. Los ciudadanos cada vez creen menos en sus autoridades e instituciones, los vacíos dejados por la deficiente educación pública llenados con las muchas horas de televisión generan una sociedad indiferente y que no actúa.

Sin embargo, a pesar de los pesares y con todos los contrastes que hemos vivido en el mundo, en México y cada uno de nosotros en lo particular, la vida no deja de ser esa maravillosa oportunidad única para cada uno en la que podemos labrar nuestro camino; se acabó 2015 viene una nueva oportunidad, bienvenido 2016.

@perezcuevasmx

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