Urgente es la situación de las finanzas en Argentina que, al liberarse el peso argentino, se devaluó de inmediato hasta alcanzar casi el 53%, luego el 41% pero se estabilizó en un 30% frente al dólar.

Ante esto, el Banco Interamericano de Desarrollo anunció este viernes 18 de diciembre que le prestará 5 mil millones de dólares a Argentina para apoyar la devaluación.

“La Argentina necesita una inversión de por lo menos 10 mil millones de dólares por año, y durante varios años”, señaló el ministro de finanzas, Alfonso Prat Gay, en la conferencia de prensa que brindó en la Casa de Gobierno junto con el jefe del Banco Interamericano de Desarrollo.

El gobierno el kirchnerismo había impuesto restricciones cambiarias al peso para blindarlo según un modelo económico de fortalecimiento interno basado en la deuda pública, un modelo que muchos analistas juzgan como “alternativo” a la globalización.

Pero ante el estancamiento, el desempleo y la cada vez mayor pérdida del poder adquisitivo de los argentinos, las políticas del nuevo gobierno regresan a las tendencias neoliberales de los años 90 de “dejar flotar” para lograr cierta estabilización.

Estas medidas hacen parecer que el modelo presentado por la izquierda progresista no funcionó y dejó al país más gastado que antes. Argentina se suma al efecto neoliberal por el que, en comparación con México, empezamos sin cesar desde los años 80.

Cabe mencionar que la liberación y la devaluación son mecanismos de ajuste ante la deuda en la balanza de pagos con números rojos que es el caso de Argentina, por lo que muchos analistas se espera que en los próximos días se estabilice el peso.

También se teme que la inflación suba a niveles casi incontrolables. Ante esto, los empresarios han reaccionado positivamente con la devaluación y juzgan que es el camino correcto para sanear las finanzas.

El ambiente en Argentina parece estable y no se han registrado hasta ahora compras de pánico ni de dólares.

 

El País/La Capital (Argentina)
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