El “hasta que la muerte nos separe” entró en etapa crítica entre los mexicanos.
Cada vez más mexicanos, y más jóvenes, deciden romper los vínculos matrimoniales y pasar a las filas de los “solteros felices”. Y no sólo eso, las parejas ya se casan menos también.
Los círculos viciosos en ambos casos mantienen a nuestro país con estadísticas preocupantes; el movimiento numérico va al alza, sobre todo en tres aspectos importantes: el tiempo de la unión matrimonial, el número de hijos promedio y las separaciones express.
El último dato es el más relevante: en el 2014, por ejemplo, se registraron 108 mil 727 divorcios en todo el territorio nacional y los llamados fast track crecieron 50 por ciento en el último quinquenio y la cifra mantiene la curva en ascenso, porque además de rápido, es más económico y menos desgastante en lo emocional, aún y cuando se trate de una separación de común acuerdo.
La tendencia en este tema es a la alza y parece no tener reversa. En el 2014, por ejemplo, de acuerdo a datos del INEGI, el número de divorcios creció 9.2 por ciento en relación al 2013; estamos a escaso un mes de conocer la estadística comparativa del presente año, pero los estudiosos de la sociología y las autoridades que competen al tema ya anticipan aumentos significativos.
Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en México hay 17 divorcios por cada cien matrimonios. Nuevo León, Chihuahua y Baja California son las entidades con el los mayores acumulados, por encima de la media nacional.
Las cifras oficiales, sin embargo, disfrazan en gran parte la realidad que impera en los hogares de parejas que deciden tomar esta decisión. Entre el 2000 y el 2014, la tendencia creció en un 108 por ciento.
Por ejemplo, en el 59 por ciento de los casos, el trámite es solicitado por ambos; en el 22.2 por ciento, por la mujer; y en el 16.7 por ciento, por el hombre
También relata la estadística del INEGI que el 0.4 decide separarse por infieles; el 0.5 por codos; el 0.6por incompatibilidad de caracteres; otro tato por amenazas, injurias y/o violencia familiar; el 26 por ciento es voluntario unilateral y el 57.3 por ciento por mutuo consentimiento.
En el grueso de los casos se dice que gana el común acuerdo y esa leyenda disfraza la verdadera razón y origen de la separación; en el grueso de las veces, la incompatibilidad y el abuso, son temas que tienen que ver con la decisión.
De los que se separan, sólo el 14 por ciento no tiene hijos; el resto del porcentaje varía entre uno y hasta tres pequeños.
En el 54.4 por ciento de los casos, los mexicanos que se divorcian llevan más de una década juntos cuando toman la decisión; el 27.2 por ciento, menos de 5 años; y el 18.4% tienen de 6 a 9 años.
La duda de seguir juntos les llega a los casados casi al mismo tiempo: en promedio, a los hombres a los 39.5 años y a las mujeres al filo de los 37 años.
