A diez años de su fundación Editorial Ariadna ha realizado una serie de actos para celebrar este esfuerzo sostenido de difusión de la literatura mexicana contemporánea a través de autores que, desde plataformas independientes han creado una obra que merece ser conocida por el público, caso del maestro Huberto Batis que Ariadna ha publicado casi en su totalidad y de quien este año ha lanzado Huberto Batis entre libros (de Catalina Miranda) y Henri Miller – Anaïs Nin de Huberto Batis.

En una década, Editorial Ariadna no ha cejado en su empeño y ha publicado libros de autores disímbolos como Guillermo Sheridan, Margarita Peña, Federico Patán, Rodolfo Palma, Martha Bátiz, Omar González, Malúi Huacuja, entre otros. De Batis, Ariadna ha publicado los siguientes libros: La flecha en el arco, la flecha en el aire, La flecha en el blanco, La flecha extraviada y Huberto Batis. 25 años en el suplemento cultural sábado de unomásuno (1977-2002), en edición conmemorativa por la primera década de la editorial y por los 81 años del maestro.

Pero, ¿quién es Catalina Miranda? Miranda estudió Arte Integral en el INBA, y Lengua y Literaturas Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es autora de Poemas deshabitados, Variaciones para un solo deseo y Desprendimientos, libros-objeto de poesía (1998); de las novelas Una naranja en la lengua de Eros (2003 y 2008) y Onírico. Luz y oscuridad en las pupilas de Morfeo (2008 y 2009); ha publicado también Huberto Batis. 25 años en el suplemento Sábado de unomásuno (1977-2002), 2005; Huberto Batis, entre libros (2005 y 2015); Memorias de una erratera de sábado a finales del siglo XX, 2015; Protagonistas del suplemento cultural Sábado de unomásuno, 2015; En los brazos de Tánatos, ¿ser o no ser?, novela, 2015; Sólo una vez, sida testimonios, 2015; El tlacuache y el fuego, 2012; Los globos mágicos, 2011; Mundo Prehispánico, 2010; Hapunda, la joven que vivía en la isla Yunuén. Leyenda Purépecha, 2014; El vencedor del sol. Leyenda mixteca, 2014, entre otros: www.catalinamiranda.com Colaboradora y jefa de Redacción de sábado, a finales del siglo XX, y subdirectora de Programas de Divulgación del INAH (2007-2013), Miranda ha sido profesora de Español y Literatura en secundaria y preparatoria e impartido Talleres de Fomento a la Lectura y a la Creatividad Plástica y Literaria para Niños y Jóvenes en diversos colegios e instituciones.

Este 2015, Catalina Miranda, Directora General de Ariadna, dio a conocer un volumen que está llamado a recoger parte de la historia más relevante del periodismo cultural mexicano: Memorias de una editora de Sábado de unomásuno a finales del siglo XX, donde recoge su experiencia como editora de sábado, pero al mismo tiempo da voz a muchos de los protagonistas de dicho suplemento, desde Huberto Batis como director general del mismo, hasta escritores como Serna, Díazmonges, Ruy Sánchez, Fadanelli, etcétera, recopilando la poesía publicada en el suplemento con firmas como las de Octavio Paz, Paloma Castro Leal, Helena Paz, Nedda G. de Anhalt, José Manuel Recillas, Raquel Huerta Nava, Manuel Aceves, entre muchos otros. Memorias de una editora de sábado de unomásuno a finales del siglo XX, recoge la reproducción facsimilar de un número completo de Sábado, año 1998, dedicado a Elena Garro con motivo de su fallecimiento.

El pasado 2 de diciembre Memorias de una editora de sábado de unomásuno a finales del siglo XX de Catalina Miranda fue presentado en la Casa del Poeta, con la presencia de la poeta y cronista Lucía Rivadeneyra y el novelista Rodolfo Palma Rojo; fungiendo como moderador, quien esto redacta.

Muy emotiva, muy concurrida, muy sentida, llena de añoranzas, más que de nostalgias, de reconocimiento irrestricto a la figura de Huberto Batis como motor, corazón, alma del suplemento Sábado, así corrió esta feliz Presentación; pero también fue plena de reconocimiento para la labor encomiable, titánica de Catalina Miranda, la escritora que preserva la Memoria… de aquellos años, de aquellos esfuerzos de gran periodismo cultural que tuvimos el privilegio de protagonizar muchos de nosotros.

Magníficas las Presentaciones de Lucía Rivadeneyra y Rodolfo Palma Rojo; entrañable el retrato de Batis hecho por Lucía Rivadeneyra, como entrañable fue la presencia de los poetas (algunos) que publicaron en sábado. Otros ya fallecidos fueron evocados: Paloma Castro Leal, Manuel Aceves, Helena Paz… Tuve el honor de leer los poemas de Elva Macías, Helena Paz, Fuensanta Zertuche…

Y entre el público, José Manuel Recillas leyó un hermoso poema fúnebre, que ya ni se acordaba de haber escrito, situación que compartió con Raquel Huerta-Nava, quien también leyó un bello poema erótico “Algo que fue extraordinario”: la presencia de la gran ensayista, crítica de cine y teatro Nedda G. de Anhalt, quien leyó un sobrecogedor poema dedicado a la muerte del actor Frank Moro en los años ochenta.

Catalina Miranda convirtió a Memorias… en una gran velada, abrió el espíritu de la poesía a la evocación profunda del espíritu de Batis en sábado; nos estremecimos, nos emocionamos, revivificamos nuestros pasos andados en Sábado. Y Catalina Miranda nos regaló la luz de su talento.

Al final, la escritora manifestó: “Fue muy emotivo cerrar la presentación de Memorias de una editora… con la lectura de un poema de Manuel Aceves (+), quien lo dedicó a Huberto Batis: “Machu Picchu (Al pescador de Spondylus, H.B.). Yo seguí el llamado de la piedra/ y escribí tratados siderales/ Piedra Filosofal —concluía/ Y el lapis estaba allá/ en la cima de los cielos/ entre espejismos mercuriales/ Oh lapidaria visión/ Allí los indios alquimistas/ fundieron la materia/ con sólo las manos/ Y tú intihuatana piedra/ tú atrajiste el sol a la tierra/ Y no en oro sino en roca/ queda el alma transmutada/ ¡Pururauca! (Sábado 1097, p. 9)”.

Miranda aseveró: “Muchas gracias a los presentadores de Memorias de una editora de sábado a finales del siglo XX: Rodolfo Palma Rojo, Lucía Rivadeneyra y Gonzalo Valdés Medellín, excelentes amigos y brillantes escritores; también a los poetas que leyeron su colaboración en Sábado, y a todos los asistentes a esta presentación en Homenaje a Huberto Batis por sus 81 años de edad, por su labor como editor, promotor de la cultura, profesor, director de sábado”.

Catalina Miranda concluyó: “No volverá a haber en México un suplemento como el que él creó, ya que Batis sólo hay uno, y porque aquellos tiempos en los que el editor podía relacionarse con el colaborador, de manera directa, han sido sustituidos por la de los adelantos de la tecnología, lo cual puede constatarse a lo largo de las páginas de Memorias de una editora... que son a la vez la compilación de testimonios de casi cien escritores: una memoria colectiva, que seguramente será de gran interés para las generaciones del futuro”.