Retraso del apagón analógico

 

El cambio de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión por el Congreso de la Unión para retrasar el apagón analógico hasta el 31 de diciembre de 2016; provocó, entre otras, las siguientes consecuencias generales para la sociedad mexicana en la esfera de la ampliación de servicios, de la pluralidad informativa y de la nueva tercera cadena de televisión:

 

En la esfera de la ampliación de servicios a la sociedad

  1. Se pospuso más tiempo la implementación de la red mayorista compartida que daría más y mejor conectividad al país desde la banda del 700 Mhz y la liberación de la banda 600 Mhz, permitiendo la existencia de condiciones más eficientes para el internet de cuarta generación y la creación de una nueva red de telefonía móvil en la banda ancha en Internet. Retrasar este proyecto aplazó la conectividad productiva, desalentando la inversión de miles de millones de dólares que se requerían para impulsarla, y por lo tanto, para promover la economía de escala que se desarrollaría con esta red.
  2. Al prorrogarse un año más las inversiones que aseguraran el acceso a la televisión digital en las zonas marginadas, la ampliación de banda ancha y los servicios de información que se derivarían de ello, se entregó un cheque en blanco para continuar profundizando la desigualdad en el país. Esto debido a que los sectores privados más privilegiados contaran con infraestructuras tecnológicas más avanzadas, mientras que los grupos más desfavorecidos tendrán que esperar más años para contar con tales herramientas. En este sentido, la afectación mayor surgió al retrasar la eliminación de la brecha digital que impide a millones de hogares mexicanos acceder a internet de banda ancha.
  3. Mediante tal dilación se puso en riesgo todo el andamiaje de la reforma de telecomunicaciones, basado en el modelo de convergencia o triple play: ofrecimiento simultáneo de televisión, telefonía e Internet.

En el área de la pluralidad informativa

 

  1. Se desincentivó la licitación de las 123 frecuencias de televisión digital otorgadas a Grupo Radio Centro y que permanecieron desiertas en marzo del 2015 por no haberse cubierto el pago correspondiente por la obtención de tal concesión. Con ello, se redujo la posibilidad de tener nuevas opciones en televisión, más contenidos diversos, más empleo para los comunicadores especializados en el ramo de la televisión, más competencia para elevar el nivel de la programación y se prolongó la presencia de un solo actor dominante, encarnado por la empresa Televisa. Todo lo cual trató de evitar la reforma constitucional de las telecomunicaciones de 2013 y su correspondiente ley reglamentaria de 2014.
  2. Se aminoró la posibilidad de lograr un sistema de medios televisivos más diversos y plurales que el modelo existente con las tecnologías analógicas, al contar con más emisiones derivadas del ahorro de espectro que permite la digitalización de las emisiones y el uso de los variados dividendos digitales que se liberan al finalizar la transición. Con ello se podría incrementar la diversidad de voces y habilitar el acceso de nuevos sectores de la población a los medios de comunicación colectivos.
  3. Se afectó el desarrollo de los medios de comunicación electrónicos que ya habían emprendido cambios para la digitalización y que aprovecharon las posibilidades para difundir señales adicionales en el mismo canal. Así ocurrió con varios medios no comerciales, como en el sistema público de radiodifusión del Estado mexicano cuya señal es acompañada de los contenidos del Canal Once, Canal 22 y TV UNAM, entre otras.

 

En relación a la tercera cadena de televisión

 

  1. Con el retraso del apagón analógico se obstaculizaron los planes de expansión y cobertura de las 123 frecuencias que ganó Cadena Tres y Grupo Imagen en e 2015 para competir eficientemente en el mercado como una nueva cadena nacional de televisión digital abierta en México. De esta forma, se reforzó la desventaja empresarial de Cadena Tres al impedirse que durante 12 meses más su cobertura televisiva no cubriera todo el mapa digital que inicialmente el gobierno federal acordó cumplir en las bases de la licitación pública para que el apagón se efectuara completamente a partir de enero de 2016.

 

  1. El tradicional sistema dominante de televisión en México pudo conservar, durante otro año más, los dos sistemas de transmisión televisiva —analógico y digital— con lo cual continuó acaparando por más lapso un bien del dominio de la nación de altísimo valor económico y social. Esto permitió que el duopolio de la televisión concentrara mayor cantidad de espectro, infraestructura, publicidad y audiencia, lo que fortaleció su posición predominante en el sector y debilitó a la posible fuerza competitiva de Cadena Tres. Así, logó alcanzar la mayor penetración, durante el máximo tiempo posible y con poca competencia real, lo que le significó ganancias seguras durante un periodo más largo en detrimento de la nueva empresa audiovisual.

En este sentido, no obstante que la nueva tercera cadena de televisión nacional pagó mil 800 millones de pesos por su concesión y cumplió con todos los requisitos que le fijó el Estado, ésta fue desprotegida por el cambio del orden de derecho, quedando en clara debilidad frente a las actuales televisoras. Ello debido a que su título de concesión solo le permitió operar en formato digital y con la demora generalizada del apagón únicamente un porcentaje de la población podrá recibir su señal y no la totalidad como se lo había prometido el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Esto implicó una desventaja competitiva ya que sus contenidos solo podrán ser vistos vía digital por solo un segmento del público que si cuenta con receptores digitales o se va incorporando a éstos; y en consecuencia, no podrá ganar toda la audiencia necesaria para ser más atractiva y eficaz para las inversiones publicitarias que son las que sostienen económicamente a dicha industria audiovisual.

  1. Afectó seriamente la situación financiera de Cadena Tres al crear obstáculos para recuperar la inversión inicial de mil 800 millones de pesos que realizó para obtener la concesión y su incremento posterior de capital para llegar a más de 10 mil millones de pesos que se propuso realizar para ampliar su señal a nivel nacional. Especialmente, cuando desde el 23 de octubre de 2015 Cadena Tres suspendió momentáneamente su difusión televisiva, despidiendo a más de 300 trabajadores, con el fin de preparar el cambio de 45 canales para adaptarlos tecnológicamente a las transmisiones en formatos digitales.

Mientras tanto, solo transmitió algunos programas de Cadena Tres a través del Canal 28 de televisión y Excélsior TV abierta que fueron empresas de comunicación del mismo grupo y que continuaron difundiendo en formato analógico.

  1. Debido a lo anterior, Cadena Tres podría demandar una indemnización al Estado mexicano por el incumplimiento legal de los acuerdos establecidos y los perjuicios ocasionados a su plan de negocios. Esto debido a que la concesión audiovisual que ganó en e 2014 aseguraba regirse por determinadas reglas constitucionales específicas; y posteriormente, en 2015, fueron modificadas por el Congreso de la Unión debido a presiones ejercidas por el duopolio de la televisión para beneficiarse, atentando contra el proyecto empresarial de Cadena Tres y de Grupo Imagen Multimedios.

 

 

 

jesteinou@gmail.com