Isabella Cosse
Joaquín Salvador Lavado Tejón nació el 17 de julio de 1932 en la Provincia de Mendoza, Argentina. Tal vez el lector lo ubica como Quino, sugerido así desde temprana edad para diferenciar de su tío Joaquín Tejón diseñador, pintor respetado. Quino a los trece años se gradúa en la Escuela de Bellas Artes y a la edad de dieciocho años se traslada a Buenos Aires en busca de un editor que desee publicar sus dibujos, conquistando su sueño posteriormente tres años después de sufrimientos económicos, el debut fue en el semanario Esto, en 1954, hoy en día sus dibujos de humor se divulgan ininterrumpidamente en diferentes diarios, revistas de América Latina y Europa; para el año de 1963 publica su primer libro de humor, Mundo Quino, una recopilación de dibujos de humor gráfico mudo con un prólogo de Miguel Brascó que lo lleva a la Agens Publicidad que necesitaba a un dibujante que organizara una historieta para publicitar una línea de productos electrodomésticos llamados Mansfield, y que los nombres de algunos personajes debían comenzar con la letra M, por ello el nombre de Mafalda. La campaña nunca se realizó.
Mafalda, una niña de seis años, de cabello negro se publicó el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana de Buenos Aires. Para el año de 1969 publica el libro Mafalda la Contestataria con la presentación de Umberto Eco, el gran auge de la tira cómica es internacional. Quino continuaría publicando semanalmente páginas de humor freudiano, sagacidad y madurez: “¿No será acaso que esta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida? En este sentido la niña de seis años deslumbra por su acierto y, que no está afín con su edad. Sus metáforas son un inconsciente afilado: “Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas”; paradojas sinsentido de lo que representa socialmente: “En este mundo cada quien tiene su pequeña o gran preocupación”. Dice el dramaturgo italiano Luigi Pirandello: “El humor gráfico se vale de la utilización de palabras e imágenes, exclusivamente. Los recursos lingüísticos que utiliza son la polisemia, la ironía o la exageración, o una conjunción de ambas”. La desmesura y el disparate son los aparentes sinsentido para expresar un humor exquisito, ese sorpresivo efecto de verdad, el historietista al compartir con el lector son una dualidad, es portavoz social que dibuja el contexto sociocultural, para Eco en “Mafalda, o del Rifiuto”, Mafalda, la Contestaria: “ya nadie niega hoy que el cómic (cuando alcanza niveles de calidad) es un testimonio del momento social; y en Mafalda se reflejan las tendencias de una juventud inquieta, que asume el paradójico aspecto de un disenso infantil, de un eccema psicológico de reacción a los medios de comunicación de masas, de una urticaria moral producida por la lógica de un país dividido, de un asma intelectual consecuencia del hongo atómico. Puesto que nuestros hijos se preparan para ser —por elección nuestra— una multitud de Mafaldas, no será imprudente tratar a Mafalda con el respeto que merece un personaje real”.
Subrayar que Mafalda hizo representar a diferentes actores sociales la validez de sus creencias, prejuicios y lugares comunes promoviendo de esta manera la construcción de una sociedad mejor.
Mafalda con una corriente intelectual progresista de la clase media inquietada por la humanidad, por la justicia y por la irracionalidad social. Susanita de una noción del mundo tradicional, burguesa y conformista. Manolito, tosco exponente del egoísmo capitalista, materialista y de escasos talentos. Felipe siempre viviendo un mundo de aventuras poco atento con la realidad. Miguelito ególatra, no concibe que el mundo exista primero que él naciera. Libertad y Guille actores tardíos, la niña de ideología anarquista y Guille descubridor de una lógica con intenciones jocosas en un mundo adulto. Los personajes maduros son los padres de Mafalda, el padre un oficinista de clase media con un pensamiento precario, la madre una ama de casa con una hija avivada.
Jaques Lacan hace una referencia del psicoanálisis en el arte, un artista retoma de sus complejos reprimidos el material para crear su obra, Mafalda nos muestra este aspecto: el personaje de Felipe: “¿Por qué justo a mí me tocó ser yo?”, es un claro ejemplo de insatisfacción de lo “poco” que soy frente a mis metas.
Mafalda: historia social y política de Isabella Cosse, doctora en Historia, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires nos presenta sus inquietudes de cómo ha subsistido el personaje de Mafalda a cincuenta años de creación y cuáles han sido los temas primordiales en la tira cómica que toca aspectos políticos, sociales, culturales sin perder el humor ácido de su creador Quino; diversas reflexiones en temáticas como el autoritarismo, enfrentamientos generacionales, el feminismo, las identidades de clases sociales y las tradiciones familiares.
Mafalda es un fenómeno significativo a escala global, y lo seguirá siendo.