Entrevista a Omar Fayad | Senador del PRI | Exclusiva Siempre!

 

A poco más de un año de que el gobierno federal presentó el decálogo para “mejorar la seguridad, la justicia y el Estado de derecho” en el país, no existen avances contundentes en los diez puntos tras los hechos de Ayotzinapa. Uno de ellos, el que ha causado mayor polémica tras el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, es el número 3: la creación obligatoria de policías únicas estatales.

La iniciativa que envió el presidente Enrique Peña Nieto al Senado de la República en diciembre de 2014 y que está en la congeladora es una reforma para crear policías estatales “más confiables, profesionales y eficaces” que sustituyan a “más de mil 800 policías municipales débiles”. La propuesta del Ejecutivo federal dará prioridad a Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas; y contempla sanciones para presidentes municipales y gobernadores que no cumplan.

Actualmente 17, de las 32 entidades firmaron convenios entre los gobiernos estatales y los municipios para migrar hacia el mando único policial debido a que el Congreso de la Unión no ha avalado la iniciativa presidencial para reformar el párrafo 1 del artículo 21 constitucional para establecer que la seguridad pública sea una función que estará a cargo de la federación y las entidades federativas.

Además, nueve estados estaban por concluir el proceso, ya que en promedio 90% de sus localidades había aceptado el mando único, mientras que cinco estados firmaron el convenio con al menos uno de sus alcaldes.

“Lo anterior representa 72% del total de los municipios del país y 86% de la población beneficiada. Es importante mencionar que Baja California Sur es la única entidad federativa que no ha firmado convenios con ninguno de los municipios hasta la fecha”, detalla la glosa del Tercer Informe de Gobierno.

En el plano económico, los municipios dejarían de manejar 6 mil millones de pesos que fueron asignados al nuevo Subsidio para la Seguridad Pública, que fusionó el Subsidio para la Seguridad en los Municipios y el Subsidio para las Entidades Federativas para el Fortalecimiento de las Instituciones de Seguridad Pública en materia de Mando Policial, que el año pasado equivalían a 7 mil 653 millones de pesos.

Las disputas entre gobernadores y alcaldes que tienen distinto signo partidista, la nula voluntad política y la falta de profesionalización de los cuerpos policiacos han provocado que el proyecto del mando único tenga dificultades para concretarse.

¿Cómo conciliar la defensa del municipio libre con la consolidación de un sistema policial más eficiente y menos corrupto?

Por lo pronto, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, destacó la conveniencia de transitar hacia el modelo de policía unificada en todo el país.

“Transitar también del modelo con el cual contamos ahora, una policía municipal armada, dispersa, poco profesionalizada, poco capacitada, a policías que se vinculen con prevención situacional del delito, prevención de faltas administrativas, mandos de policía y buen gobierno.”

La ventaja es la coordinación

Para Omar Fayad, senador del PRI y presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Senado de la República, si los alcaldes apoyan el mando único dejarían de ser amedrentados por el crimen organizado a fin de imponer mandos policiacos.

“Los nuevos presidentes municipales están siendo amedrentados por el narco y si no acceden están en peligro latente. Por eso deben apoyar el plan del mando único… Es por ello que en el nuevo periodo ordinario de sesiones la iniciativa presidencial debe de discutirse a fondo y terminar con un dictamen para que se someta a votación”.

¿Por qué el Senado de la República no ha aprobado la iniciativa presidencial del mando único?

Se estuvo buscando construir consensos. Las iniciativas no se pasan a dictamen porque los distintos grupos parlamentarios manifiestan que hay cosas con las que no están de acuerdo. Fundamentalmente el PAN no está de acuerdo con la unificación de mando y la desaparición de las policías municipales. Y el PRD en el aspecto de la intervención de la federación en los municipios en donde está infiltrado el crimen organizado. No tenemos proyecto de dictamen y creo que no se va a lograr el consenso. Si no se pudo en doce meses, no creo que ahora se resuelva. Lo que creo que ocurrirá es que se pase a dictamen y que los grupos parlamentarios realicen una discusión amplia y se someta a votación. El año pasado hubo audiencias, recibimos a gobernadores, presidentes municipales, expertos en la materia, organizaciones sociales. Todos opinaron y creo que ya está lista la iniciativa para pasarla a dictamen, independientemente de si es aprobada o rechazada.

¿Qué ventajas y desventajas observa a la hora de asumir el mando único? Porque se habla de que se tendrían que homologar salarios y prestaciones de los policías, lo cual tendría un alto costo económico…

La mayor ventaja que veo es la coordinación policial. Operativamente es más fácil coordinarte con 32 mandos que con mil 800. Además la escasez de recursos de los municipios, la incapacidad de la gran mayoría de las alcaldías de hacerle frente al crimen organizado con sus propios medios. La exposición que tienen los alcaldes al saber los criminales que pueden imponer a la autoridad el mando policiaco. Los alcaldes se convierten en blancos del narco. Hay diversas ventajas por las que se debe aprobar esta iniciativa presidencial, que puede tener otros puntos de vista, pero urge una discusión. Debemos expresar una opinión clara las distintas bancadas pero no podemos dormir el sueño de los justos.

¿El mando único es la panacea para hacerle frente a la violencia que vive el país? ¿Qué otros aspectos ayudarían a cambiar la percepción de un México inseguro?

No, para nada. Ayudaría mucho en resolver problemas de coordinación. Son varias cosas las que debemos concretar como el tema de la intervención de los municipios, estableciendo 32 policías en el país que tengan una mejor capacitación, mejores salarios y prestaciones. Hay que acompañar la estrategia antiviolencia con otros aspectos como planes de inteligencia y combate a la corrupción.

 

El asesinato de Gisela Mota, señal muy clara

¿Cree que obstruir el mando único es el objetivo de los criminales, como afirma el gobernador de Morelos, Graco Ramírez?

Cada día hay que avanzar para que los policías cumplan con las expectativas de la ciudadanía. La delincuencia organizada ya dejó muy claro que no quiere el mando único, el caso Morelos lo revela. El asesinato de Gisela Mota es una señal muy clara. Los chantajes y presiones de los narcos contra muchos alcaldes revela que la delincuencia se opone a esta nueva estrategia policial. Quieren que siga el esquema de policías municipales para imponer mandos y así cobijar sus actividades ilícitas.

¿Cómo proteger a los alcaldes que están en riesgo de ser asesinados? ¿Existe un plan de seguridad para ellos?

El primer consejo que le doy a los alcaldes que no tienen las capacidades para enfrentar el crimen organizado es que se coordinen con sus respectivos gobernadores y accedan a que el mando de sus policías lo ejerza el gobierno estatal. Lamentablemente no tienen la forma de contrarrestar el poder del narco. Dejan de ser un blanco para la delincuencia organizada aquellos alcaldes que no tienen entre sus funciones nombrar a un jefe de la policía.

De concretarse el proyecto del mando único, ¿cómo funcionaría en los estados, porque cada entidad tiene su propia problemática de inseguridad y violencia?

Hay que crear 32 cuerpos policiacos y cada estado impondrá las modalidades adecuadas de cómo funcionarán sus elementos de seguridad. No se trata de un modelo único sino de un mando único. Entendiendo las características y contextos de cada estado, las policías pueden tener capacidades distintas y específicas que atiendan la demanda de mayor seguridad ciudadana.

Habría mayor eficacia

Esta iniciativa presidencial nació a raíz de la tragedia de Iguala. Las investigaciones revelan que la policía de ese municipio estaba infiltrada por el narco. ¿Con el mando único se evitarían hechos como el de Ayotzinapa?

No quisiera especular. Lo que es cierto es que el mando único permitiría una mayor coordinación y eficacia policial. Evitaría cierta vulnerabilidad de los presidentes municipales frente al crimen organizado.

Mientras se discute el mando único en el Senado, ¿cómo blindar a los alcaldes que sufren presiones y amenazas de cárteles y células del narco?

En lo que esto se resuelve en el Congreso, tiene que presentarse una coordinación entre la federación y los estados, compartir información de inteligencia, y establecer prioridades. Es decir, quiénes son más vulnerables y brindarles un esquema mayor de protección y seguridad.

¿Existe el riesgo de que con el mando único se haga un uso político de la policía?

Como todo cuerpo de seguridad pueden tener sus ventajas y desventajas. Pero la ventaja mayor es la coordinación en beneficio de la gente. Ya se vio que cuando se hizo por voluntad propia no se sumaron. Afortunadamente ya hay gobernadores que tomaron la decisión de implementar el mando único como el caso de Graco Ramírez en Morelos, no se esperó porque ya observó lo difícil que está la realidad en su estado. Espero que Graco y Cuauhtémoc Blanco se sienten a dialogar en beneficio de la gente, porque de nada sirve que se estén peleando.

¿Cuál es el llamado desde el Senado para los alcaldes que se resisten en apoyar el mando único?  

Que valoren los presidentes municipales si pueden realmente hacerse cargo del problema del narcotráfico. Si tienen debilidades, mejor que le entreguen el mando a los gobiernos estatales. Los alcaldes tienen tanto trabajo como el suministro de agua, electrificación, drenaje, pavimentación, desarrollo social, infraestructura, la movilidad, tienen tantas cosas qué atender y si les están poniendo en charola de plata el que sean los estados que se responsabilicen de la seguridad, pues que lo piensen y analicen bien.