Hace poco más de dos meses el triunfo de cuatro se convirtió en la fiesta de miles, y aunque no es, por mucho, la respuesta que se anticipaba, en estos más de sesenta días un total de 189 personas han presentado su solicitud para el uso lúdico de la marihuana ante la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios.

La Cofepris sin embargo ya anticipó que ninguna de esas peticiones será avalada, toda vez que, a diferencia de aquella histórica fecha, esta vez no hay amparos de por medio.

El argumento que esgrime la dependencia federal, a través de su titular a nivel nacional, Mikel Arreola, además, es que el próximo 26 de enero iniciará el primer foro en el que se abordará el tema de la legalización de la marihuana.

Por ello, la institución ha determinado aplicar la Ley General de Salud que simple y llanamente prohíbe el uso lúdico de la marihuana. Esa será la respuesta a los 189 que ha solicitado la autorización para puedan sembrar, cultivar, cosechar y consumir motita con uso lúdico.

Los plazos fatales para que la dependencia federal dé respuesta a los solicitantes varían entre uno y otro, los primeros vencen el 9 de febrero del año en curso.

Es de recordar que en los primeros días de noviembre del 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió a favor de un amparo y ordenó a la Cofepris emitir autorizaciones para que cuatro quejosos pudiesen sembrar, cultivar, cosechar y consumir mariguana para uso lúdico.

Esa decisión marcó la pauta para que finalmente las autoridades aceptaran la necesidad de discutir la posibilidad de que se legalice la producción, comercialización y consumo de la yerbita mágica, lo que en términos generales no es un mal paso: abordar el tema no implica que necesariamente se vaya a votar, es simplemente discutir.

Ciertamente el asunto se torna más serio cuando las cabezas de los tres poderes mexicanos dan cabida a dicha discusión; sin embargo, en el México actual donde la globalización de la información supera cualquier decisión unilateral, no tomar en cuenta a la población a hora de decidir, puede resultar el peor de los fracasos gubernamentales.

Retomo lo que hace casi dos meses aquí plantee: A la par de las discusiones que se vienen dando con más frecuencia en los últimos meses, es necesario también que las autoridades en turno desplieguen una verdadera, amplia y profunda campaña de información sobre los pros y los contras de la legalización de la mota en México.

Los que impulsan el proyecto afirman que con la reforma a favor, se estarían dando grandes pasos en el control y abatimiento del consumo, comercialización y tráfico de esta droga que por su bajo costo, es la preferida de los “soñadores” consuetudinarios, en más del 80 por ciento de los casos documentados en encuestas de uso y consumo de drogas en el país.

Para quienes votan en contra, legalizar la mota no abatirá el nivel de consumo actual y menos aún el tráfico que de cada día se registra hacia el vecino país del norte, el que, en agradecimiento, nos llena las calles de crack, cristal y armas de distintos calibres. Para ellos no es pues la mejor salida para prevenir las adicciones.