Charla con Erma Cárdenas | Autora de Dolorosamente humana
Erma Cárdenas es una de las más prolíficas autoras mexicanas, aunque el hecho de llevar más de trece años residiendo con su esposo en Australia, así como su dedicación absoluta a la escritura, la mantiene apartada de la escena cultural de nuestro país. Su más reciente novela, Dolorosamente humana se complementa con sus obras previas donde prevalece una constante riesgo de sus personajes de precipitarse al vacío y una profundización filo-psicológica de su personalidad y circunstancias.
La trama
En Dolorosamente humana, Ángeles, una prestigiada psiquiatra, está decidida a la transgresión ética de su profesión para adueñarse de lo más profundo de dos pacientes, madre e hija —Doña Rosa y Vicky— que al parecer tuvieron injerencia en un episodio doloroso que marcó la existencia de quien es ahora su terapeuta. Para alcanzar sus propósitos, inventa un sistema por completo inexistente —e ilegal— en la práctica de la psiquiatría. Nos explica la autora:
“El tema de las cabinas es inventado por mí, a través de Ángeles, claro. Casi desde el principio sabemos que ella es amante de Enrique, esposo de Rosa. Pero Rosa no tiene idea de quién es ella y Ángeles tiene todas las cartas sobre la mesa: sacrifica su integridad profesional a la mujer celosa, quiere destrozar a la rival, inventa todas estas cosas para tenerlas a su merced, tanto a ella como a su hija. Naturalmente esto es altamente peligroso tratándose de un adicto, Rosa, en este caso, que es alcohólica”.
“A la psicóloga —continúa Erma— no le importa enfrentar a la madre y a la hija. Lo que realmente importa es averiguar por qué Enrique no se casó con ella, así como un montón de interrogantes que solo pueden resolverse a través de sus dos pacientes. No tarda en advertir otra circunstancia que, por supuesto, utilizará a su favor: Vicki se lleva muy mal con su madre. Aunque a través de Enrique sabía que la muchacha era tremenda, no tenía idea de hasta qué punto”.
Mi experiencia y la novela
La también autora de exitosas novelas como Mi vasallo más fiel y Catarina Da Vinci. El origen, revela un aspecto de su vida profesional que la llevó a escribir esta intensa historia triangular, en más de un sentido:
“Fui directora de una escuela durante más de 20 años, y advertí que detrás de un problema de aprendizaje existía, forzosamente, un conflicto familiar. Entonces entrevistaba a los padres, y ellos me convertían en una especie de confesor y mediador de sus problemas. No podía menos que tratar de resolverlos, a veces podía, otras no, pero en general era la actitud asumida por el niño lo que decidían los conflictos matrimoniales y éstos, a su vez, los reflejaba en la escuela. Es como un collage de muchas parejas que fui guardando en la memoria hasta que a través de mi propia experiencia lo mezclé y surgió esta novela”.
Enrique se enamora de Ángeles cuando ella tiene 18 y él 25 años. Por lo general, el hombre busca una amante más joven que la esposa. Busca sensualidad, pero casi todas las mujeres de la época de Rosa eran muy reprimidas, no permitían “ciertas cosas” que deliberadamente dejaban “para la amante”.
Por los años cuarenta se hizo muy común la llamada “casa chica”, que el hombre buscara fuera de su casa lo que consideraba no tener, el problema es que, a diferencia de las aventurillas, la casa chica no es un arreglo temporal y puede llegar a ser tan importante como la legítima.
“La riqueza de Rosa hace sentir muy vulnerable a Ángeles —explica la autora— porque a las mujeres que se les da todo en bandeja de plata nada les cuesta en la vida, y tienden a menospreciar a personas como Ángeles, que tuvo que luchar enconadamente por alcanzar su título, y por Enrique. En ese sentido, es inevitable que se identifique más con Victoria, rebelde por excelencia, lo opuesto a la madre: está decidida a no dejarse pisotear y se rehúsa a ser “la bonita” y actuar en consecuencia. Rosa siempre le reprocha a la hija el haberse marchado del seno familiar, a pesar de que eso fue precisamente lo que salvó a Vicky de terminar como ella”.
La también autora de Tiempos de culpa, Premio José Rubén Romero 2006, especifica que, más que realizar una investigación, planteó su idea a profesionales para convencerse de que no andaba tan desencaminada en su propósito.
“Hice un esbozo —dice— y se lo di a leer a dos amigas psicólogas. Me dijeron que era un caso aparte porque saca ventaja de su profesión. Me dieron pautas para seguir adelante, sin cometer errores, por lo que les debo mucho. Es cierto el caso del médico que hizo creer a una paciente que tenía doble personalidad y una psicóloga puede influir tanto para el bien como para el mal en sus pacientes. Ángeles no es un monstruo: se arrepiente con mucha frecuencia de haber roto su ética profesional, incluso pierde la imagen que tenía de sí misma, su máximo orgullo que consistía en ayudar a otras personas”.
Le pregunto a la autora si se trata de un abuso, por parte de Ángeles, del llamado “fenómeno de transferencia”, que suele ocurrir entre médico y paciente durante este tipo de terapias, y que consiste en una dependencia, enamoramiento o sumisión por parte del último hacia el especialista, sin importar su edad u orientación sexual.
“En este caso —dice Erma— no se da. Hay unas crisis que impiden que esto ocurra: la paciente es alcohólica y tiene otras patologías. Además, Rosa no es de las que buscan ayuda. Jamás hubiera ido a buscar a Ángeles si no fuera porque su hijo le hace ver que no puede manejar su fortuna bajo los efectos del alcohol, y la señora es muy lista para todo, excepto para dirigir su vida. Es muy aguda en sus juicios pero no tiene esa inteligencia cuando se trata del amor. Sus hijos no son lo que ella quisiera, es decir, esclavos a su servicio, en una época en que muy difícilmente los hijos se revelaban a los padres”.
Pero fuera de la truculencia implícita en Dolorosamente humana, Erma afirma que su deseo más íntimo es mostrar cómo una mujer, como todo ser humano, debe luchar por sí mismo, realizarse y dar todo lo que lleva adentro.
En puerta, dos novelas
“No debe permitir —dice— en ningún momento que el «qué dirán» termine con sus sueños y sus ideales. Si uno es fiel a uno mismo, por espantosa que sea nuestra vida, quedará la satisfacción de haber hecho todo lo posible por haber logrado nuestros sueños. Rosa será siempre amargada porque nunca realizó ninguno de sus planes. Las otras dos tienen el consuelo de haber sido fieles a sí mismas”.
Generalmente, explica Erma, siempre trabaja simultáneamente en dos novelas, una contemporánea y otra histórica:
“La próxima va a ser sobre Jericó, un pintor romántico francés. Está terminada, aunque el proceso de la novela histórica es muy largo, y ya tengo la siguiente que espero empezar cuando regrese a Australia, y se titulará Atrás del adulterio. Trata de cómo éste influye en la familia, si es una venganza, una obsesión, si debería prohibirse o, al contrario, felicitar a la mujer adúltera.
Como una solicitud especial de nuestra entrevistada, publicamos su dirección de correo electrónico para quienes deseen hacerle llegar dudas o comentarios: tintaypapel111@hotmail.com
Dolorosamente humana está publicada por Destino Planeta, México, 2015.

