El caso Nóos
El juicio por el caso Nóos se reanudó este martes con un interrogatorio, que ha permitido al fiscal Anticorrupción Pedro Horrach ir apuntalando las acusaciones, especialmente contra Jaume Matas, Iñaki Urdangarin y Diego Torres.
A lo largo de toda la declaración de Jose Luis “Pepote” Ballester, Matas ha ido tomando notas, en diversos folios, de las palabras del ex director general. En la Sala está prohibida la entrada de teléfonos móviles y de ordenadores, por lo que sólo es posible hacer anotaciones en libretas o folios.
Ballester detalló ante el tribunal todas las irregularidades de las que tuvo conocimiento como director general de Deportes balear en sus tratos con el Instituto Nóos. “No se dudó del precio, la orden del presidente Jaume Matas era contratar a Urdangarin y todo lo que venga de él”, afirmó este acusado a preguntas del fiscal.
Ballester ha precisado las fechas y ha contado además, cómo se manipulaban actas de supuestas reuniones que nunca se llegaban a celebrar.
La abogada del sindicato Manos Limpias, Virginia López Negrete, preguntó a Ballester cuantas veces se pudieron ver Jaume Matas e Iñaki Urdangarin. “Muchas” contestó “Pepote” Ballester.
Ballester explicó que las actas— en las que se justificaba las contrataciones—eran falsas, puesto que no se celebraban las reuniones y el contenido de las mismas no era más que un relleno para “vestir el santo”. Realmente, según Ballester, solo se celebró una Junta, sin embargo hay decenas de actas de supuestas reuniones que el fiscal exhibe en el juicio. El ex director de Deportes reconoce que son falsas.
Pepote, ex campeón olímpico de Vela, uno de los deportes tradicionalmente predilectos de la familia real española, fue buen amigo de Urdangarin y de la Infanta. Hizo las veces de introductor en los lucrativos negocios públicos del Instituto Nóos en las Islas como él mismo lo ha admitido. Y es que el antiguo cargo de confianza de Matas fue de los primeros en confesar las irregularidades cometidas a favor de los negocios del duque de Palma.
“Pepote” es uno de los 17 acusados que hoy se sentaron en el banquillo, en el que también han estado la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdandgarin. La causa juzga que el Govern balear regara con más de 2.5 millones de euros a las empresas de Urdangarin y Torres, agrupadas bajo el paraguas de la marca Nóos, un instituto teóricamente creado sin ánimo de lucro pero que, según la acusación del fiscal Pedro Horrach y de Manos Limpias, sirvió como paraguas de una trama encaminada a enriquecer a sus patronos falseando facturas y defraudando al fisco.
En un dato aparte se comenta que la infanta Cristina fue al juzgado con un bolso de la firma italiana Bottega Veneta de 1,350 euros que pudo haber sido comprado después de que saltara a la luz el caso Nóos. O regalado, según confirman fuentes de la firma Bottega Veneta en España. “Hemos hecho regalos a la Casa Real”, confirman esa fuentes sin especificar cuándo ni a quién.
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