De ahí que la constante y ridícula anticampaña contra los mexicanos del gringo Donald Trump, ya les preocupe a las autoridades del vecino país del norte, al grado de llegar a la disculpa pública que recientemente emitió el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Realmente causa molestia y pena ajena el que las autoridades tengan que salir a dar la cara por uno de sus hoy candidatos a ocupar la presidencia de la otrora nación más fuerte del orbe a partir del 2017, debido al alcance del mensaje acentuado por las campañas presidenciales norteamericanas.
Joe Biden rechazó los comentarios xenófobos del republicano y aseguró que esas opiniones, no representan la opinión general que se tiene sobre México.
Obligado fue para el vicepresidente estadounidense abordar el tema durante su visita a la capital del país para participar en la Tercera Reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel, sobre todo a partir de la discusión de temas como el de la industria energética, el Acuerdo Trans Pacífico de Asociación Económica (TPP) y la migración.
El segundo hombre al mando de la nación del norte lamentó en reiteradas ocasiones que lamenta lo que está sucediendo y que la necesidad de colaboración entre ambas naciones es mutua, y no nada más de los mexicanos.
Medios nacionales han dado cuenta del mensaje que emitió Biden en su intervención ante funcionarios de ambas naciones participantes en la citada reunión, y destacan cómo la anticampaña de Trump en contra de México ha rebasado al “hemisferio entero, lo que es perturbante”.
Es claro que a las autoridades norteamericanas comienza a preocupar de más el daño a la relación bilateral derivado de la boca floja del empresario gringo que quiere suceder en el cargo a Barack Obama.
La construcción del muro entre ambas naciones y la deportación masiva de mexicanos que propuso el magnate, son quizá la ofensa más sentida que ha lanzado buscando el respaldo de los norteamericanos en su campaña política rumbo a la casa blanca.
Joe Biden está preocupado y lo expuso. Lamentó el que no se ha concretado la reforma migratoria que empuja el actual presidente de los Estados Unidos, la que permitiría regularizar a más de 11,4 millones de inmigrantes.
La preocupación de las autoridades de Estados Unidos crece ante el riesgo, cada vez más presente, de que Donald Trump aumente la presión de su campaña xenofóbica contra los mexicanos y los migrantes en general, no encuentran la forma de sellarle la boca al rubio que sustenta sus aspiraciones presidenciales en el odio y la vergüenza.