El ejemplo es liderazgo
Albert Schweitzer
Tenemos una crisis mundial por falta de líderes que sean capaces de guiar y poner bases para que los gobiernos, las empresas, la sociedad civil, puedan ser mejores, crecer y tener una vida plena, esta ausencia de lideres carismáticos, fuertes, con sentido de solidaridad y con vocación de servicio, hacen que las sociedades sean masas sin forma, sentido y rumbo. Generando que las personas cada vez crean menos, carezcan de esperanza y dejen de crear sueños tan grandes para transformar la necia y cruda realidad; las formas de liderazgo tradicionales han cambiado en el mundo, y en pleno desarrollo tecnológico, lo humano, lo cercano entre personas, se ha diluido y ha cambiado por la velocísima internet y las redes sociales.
Hoy, muchas de las convocatorias para manifestarse u oponerse a alguna acción del gobierno u otro ente de la sociedad o bien para expresar el apoyo a cualesquiera de ellos, se realizan con menor costo usando estas herramientas tecnológicas que han venido a revolucionar la dinámica cotidiana.
Sin embargo estos mecanismos no dejan de ser fríos e impersonales, porque por más que se tenga éxito con ellos, siempre hace falta el contacto y la relación humana que hace florecer lo mejor de cada persona. Nos enfrentamos a un uso desmedido de insumos tecnológicos, basta como ejemplo las reuniones familiares o de amigos o una comida entre compañeros, donde los ahí reunidos prácticamente todos se encuentran sumergidos en sus teléfonos celulares, abstraídos de esos encuentros y de la realidad por estar chateando o revisando las redes sociales e inclusive llegan al extremo de comunicarse entre ellos por medio de sus dispositivos móviles.
Una especie de coctel molotov que rompe la esperanza más solida, crisis de lideres mezclado con grandes problemas económicos, falta de oportunidades, inseguridad, delincuencia organizada y ahora como si de una moda se tratara, casos y más casos de corrupción le dan la vuelta al mundo, no hay continente ni país que se salve y que abona a este desanimo generalizado.
Afortunadamente aun hay casos aunque muy pocos, que generan esperanza y animo, uno de ellos, quizás el más más importante en estos tiempos tan difíciles, es el caso del Papa Francisco, un líder carismático, sencillo y que con humildad ha pregonado por todo el mundo un mensaje de paz y esperanza.
Cierto, se trata del líder de la Iglesia católica en el mundo, lo cual haría pensar que solo los que profesan su credo sienten esta energía renovada de esperanza, pero no es así, lideres de otras profesiones religiosas, políticos de diversas ideologías y lo más sorprendente, personas que toda su vida se han manifestado no creyentes de nada, hoy ven en Francisco ese liderazgo y mensaje profundo.
El Papa está en México, hoy es su tercer día de visita, ojalá saquemos provecho de esta oportunidad de estar ante un auténtico líder.
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