Entrevista a Julio César García | Presidente de la Sociedad Mexicana de Guardaespaldas | Exclusiva Siempre!

 

 

Nora Rodríguez Aceves

“La autoridad en estos momentos está atacando mucho a los escoltas, pero si existen escoltas en el país es porque la autoridad ha dejado de hacer su trabajo, no le da seguridad pública a las personas, las cuales se sienten muy indefensas y en su nerviosismo, en su miedo, empiezan a contratar gente improvisada que se dice escolta, porque tomó un curso aquí en el país o en el extranjero, un curso de una semana y con eso piensan que ya son escoltas y lamentablemente el que paga piensa que porque está grandote y fortachón alguien lo puede cuidar y no es así”.

“Hay que estudiar mucho. Un escolta debe tener conocimientos generales en muchas áreas sobre todo en materia de derechos humanos, en materia legal, en materia de civismo y después viene las otras fases, armamento, prácticas de tiro, conducción, explosivos, otras cosas que son importantes para el trabajo”, asegura Julio César García Marín, presidente nacional de la Sociedad Mexicana de Guardaespaldas.

García Marín destaca que “el 99% del trabajo de un escolta profesional se basa en la prevención y no en la reacción y aquí en México trabajamos al revés, 99% a la reacción y el 1% a la prevención, por eso pasan tantas cosas”.

Además, “no sé porque se escandalizan, porque la autoridad sabe que el 80% de los escoltas que están en la calle pertenecen a las policías complementarias que tampoco están capacitadas y le hablo de la policía bancaría, de la policía auxiliar, que le llenan las arcas de dinero al Gobierno del Distrito Federal, y en los estados es lo mismo, existen las policías como el centro de mando Cusaem y la policía auxiliar y en cada estado todas las policías han encontrado un negocio en rentar sus policías a particulares a través de contratos lícitos, porque los convierten en lícitos, usando armas y policías del estado para darle servicio a la gente”.

 

Promulgar la Ley Escolta

Luego de la agresión que sufrió la semana pasada Arne aus den Ruthen, City Manager de la delegación Miguel Hidalgo, a manos de un grupo de guardaespaldas del empresario de medios de comunicación del Estado de México, Arturo Libién, nuevamente se puso en la mesa de debate la reglamentación de la seguridad privada, de los guardaespaldas, guaruras o escoltas como se les conoce cotidianamente a quien presta sus servicios para cuidar físicamente a las personas.

Tanto el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, como los legisladores locales sean han pronunciado por legislar sobre el tema, incluso el presidente de la Comisión de Seguridad Pública en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Gonzalo Espina Miranda, anunció el 22 de febrero que en breve presentará la Ley Escolta “a fin de implementar un mecanismo de registro para empresas que ofrecen el servicio de seguridad privada, mismo que deberá ser actualizado y validado de manera mensual”.

Esto para evitar abusos y excesos por parte de los particulares y elementos que tengan a su cargo funciones de seguridad privada. “El no contar con un sistema que los tenga ubicados puede generar inseguridad dado que, puede prestarse a que la delincuencia organizada pase desapercibida mediante el modelo que actualmente opera”, señaló el diputado local panista.

García Marín, exescolta de políticos, banqueros, empresarios y artistas, asesor de secuestros y delitos violentos, instructor de Kray Maga —sistema de defensa Israelí—, comenta con Siempre! sobre este comportamiento prepotente, abusivo o agresivo que tienen algunas escoltas, “primero, algo bien importante es que no están debidamente capacitados, eso es algo fundamental, la siguiente es que los escoltas muchas veces confían ciegamente en el poder económico o político de sus jefes, pero esto derivado de los mismos jefes y regularmente el escolta que es agresivo es porque su principal también es así y se puede constatar viendo a los escoltas de algunos jefes de Estado que son decentes, por no decir que son buenas personas, pero son decentes sus escoltas también se comportan de manera decente y personas que traen escoltas que son arrogantes. Los escoltas también son arrogantes y prepotentes porque a final del día el escolta recibe instrucciones de sus jefes y copia su modelo a seguir en el comportamiento día a día”.

“Yo les pongo siempre el ejemplo de usted va en la calle y le sale un perro bravo y cuando sale el dueño del perro se da cuenta que el perro es igual que el amo, entonces en las escoltas es lo mismo. Lamentablemente así es”.

El presidente nacional de los escoltas explica la diferencia entre seguridad privada y escoltas para precisar de lo que hablamos, “la policía auxiliar y la policía bancaria por decir, solamente el Distrito Federal, porque pasa en todo el país, ambas policías pertenecen a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, entonces son policías complementarios, le sirven y pertenecen al Estado y en el momento que comete un delito cualquiera de esos uniformados lo juzgan como servidor público, pero en el momento que las policías complementarias se dan cuentas de que efectivamente el Estado no está dando la seguridad adecuada a los ciudadanos y los ciudadanos necesitan protección y pagan servicios privados las policías dicen, vamos hacer negocios, rentamos policías con armas del Estado que además son de calibre mayor a las que traer la seguridad privada y le dan armas nueve milímetros a los policías y se lo rentan a un empresarios o al dueño de un hospital o a un político, a quien ellos quieran, en lugar de estar haciendo sus funciones de policía mejor encuentran el negocio de estar rentando policías”.

 

El tiro por la culata

Pero cuando les pasa, como lo que “le pasó al señor de la Miguel Hidalgo, ya no les gusta, o sea ellos mismos son los que tienen la culpa de estar haciendo las cosas mal y a veces les sale el tiro por la culata, porque ellos mismos están fomentando eso. El señor de Miguel Hidalgo, no tengo el gusto de conocerlo, pero sí se de viva voz, de muchas voces, siempre traía escoltas, no sé si ahorita los traiga, pero cuando ha traído escoltas el señor también es muy prepotente, entonces hoy por qué se espanta de algo que siempre ha manejado, en la vida todos recibimos lo que cosechamos, lo que vamos sembrando, eso se cosecha y si nosotros tenemos un país tan inseguro, tan lleno de corrupción y con escoltas impreparados, pues perdóneme pero los mismos responsables que le da los permisos a toda esa gente son los que usan los escoltas, le hablo de la Cámara de Diputados, de la Cámara de Senadores, no me diga que ellos no traen escoltas”.

García Marín apunta que “el 90% de los que usted ve en las calles son policías, 5% son oficiales del Ejército retirados armados que ellos trabajan por su cuenta y 5% son de empresas de seguridad privada, entonces si del 90% la mayoría son del mismo gobierno, pues yo no sé por qué se quejan, mejor que empiecen por su casa a poner orden, a empezar a capacitar realmente a la gente, que tengan filtros, no las pruebas de confianzas porque esa pruebas ya sé que son más negocio que realidad”.

En el marco de lo expuesto por el diputado del PAN, Gonzalo Espina, sobre el número de escoltas que hay en este momento, Julio César García apunta que en el 2011 “en la Asociación Mexicana de Guardaespaldas teníamos un aproximado de escoltas que era de 22 mil y a la fecha ya no tenemos ni idea, porque hoy a muchas empresas de seguridad privada también ya les fue autorizada la portación de arma, sin embargo, el tema no es a quien le autorizan o no la portación de arma sino la certificación ¿cuántos días le piden para dar de alta un escolta? Las empresas de seguridad privada dirán un curso de 12 horas o de 16 horas, ¡imagínese! El gobierno está autorizando armar a la gente nada más con que tomen un curso de dos días y con eso ya le dice a la empresa de seguridad privada, ya puedes armar a quien tú quieras, eso es algo muy grave”.

Ridículo, querer legislar

En ese mismo tono, el experto en seguridad expresa su posición sobre legislar a las empresas privadas de seguridad, “el tema es que nosotros en la Sociedad que nos respaldan hemos estado siempre a favor de que se tienen que establecer los procesos y los reglamentos adecuados para que efectivamente exista un banco de datos de todos los escoltas, pero no nada más de la ciudad, del país, que incluya realmente a los escoltas tanto de las policías como los particulares y a los mismos escoltas hasta del Estado Mayor, entonces yo quiero ver quién es el valiente que vaya a legislar para que los escoltas del Estado Mayor figuren en la relación o los de Gobernación o los que pertenecen a las policías, se me hace muy ridículo lo que quieren hacer, lo que quieren hacer solamente puede competir a las empresas de seguridad privada porque se tendrán que apegar a lo que ellos digan, pero las policías, el mismo gobierno no se meterá el pie porque sabe que perderá dinero, tendrá que expulsar a mucha gente que le está generando dinero hoy en día. Ahorita un escolta en promedio gana “sobre 15 mil pesos mensuales y la policía lo renta en 3 mil pesos, nada más haga cuentas”.

Entonces, “yo lo veo difícil no le veo ni pies ni cabeza por dónde empezarán, porque además regularlos aquí en el Distrito Federal es muy complicado, porque los escoltas que tenemos aquí no nada más son del Distrito Federal muchos viven en el Estado de México o se mueven en el Estado de México y en algunos estados de la zona metropolitana. Es un tema muy complicado, esto más que al jefe de Gobierno le compete mucho más al gobierno federal, incluyendo la Secretaría de la Defensa para que sea más estricta en el tema de a quién autoriza las armas, independientemente de que pertenezcan a las policías bancarias o auxiliares o aunque sean policías de cualquier dependencia, cuidar una persona es una responsabilidad muy grande porque está de por medio la vida no estamos jugando con cosas materiales y los errores ahí cuestan vidas”.

Por lo tanto, sostiene García Marín “aunque hagan 20 leyes o hagan mil leyes más eso no solucionará nada, el tema es que pueden hacer una sola, pero que se aplique como debe de ser, el tema es que la ley de seguridad privada ya existe, lo único que tienen que hacer es ser más específicos en los requisitos que debe de integrar la persona que se dará de alta como escolta”.