Entrevista a Evodio Velázquez Aguirre | Presidente municipal | Exclusiva Siempre!

¿Qué sentirán los acapulqueños de vivir en la ciudad más violenta de México? ¿Cómo salir del infierno en que se convirtió Acapulco? Tan sólo Caracas, San Pedro Sula y San Salvador superan al puerto como las ciudades más peligrosas del mundo. Acapulco se ubica con 104.73 homicidios registrados durante el último año, según un estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

Extorsiones, desapariciones y muerte es la escenografía que presenta una de las atracciones turísticas más importantes del país. Mientras crece la espiral de violencia, la policía de Acapulco se encuentra paralizada y sin resultados. La crisis de la policía municipal es evidente: 50% de los policías reprobaron los exámenes de control y confianza de 1299 que integran la fuerza efectiva.

Ante esta grave situación, Xavier Olea Peláez, fiscal de Guerrero, solicitará la presencia de las fuerzas federales de seguridad para Tierra Caliente y Acapulco.

“No puedo negar —dijo— que Acapulco es violento en la parte alta, pero en la parte turística no hay absolutamente nada… Está muy difícil la situación, pero le estamos echando las más ganas que se puedan, con jornadas de trabajo muy largas y a todo momento.”

Hay que recordar que el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, se ha pronunciado a favor de la iniciativa presidencial de crear un mando único policial, el cual busca trasladar las facultades de las policías municipales al estado bajo la justificación de que es mejor fortalecer 32 policías estatales en lugar de tratar de transformar las más de mil 800 corporaciones municipales que carecen de presupuesto suficiente y ausencia de controles de confianza.

Para el presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, el mando único es una estrategia nacional que ha funcionado en otros estados del país, pero que en Guerrero se debe revisar el tema con la gran condición de respetar la institucionalidad de los tres niveles de gobierno. Es decir, analizar el mando único con la agenda municipalista.

El alcalde acepta que es preocupante la realidad de Acapulco: cuenta con una policía olvidada que no genera confianza en la gente.

“Es una situación compleja —dice— lo que está pasando en Guerrero y Acapulco en materia de seguridad, que no se va a componer solamente capacitando y certificando a los policías. Ése no es el camino completo, la ruta verdadera a mediano y largo plazos es la construcción hacia abajo de corresponsabilidad entre el gobierno y la sociedad.”

Con la estrategia de seguridad nacional

¿Qué opina de que Acapulco sea la ciudad más violenta de México?

Estoy consciente de que el reto es muy grande y complejo. Estoy consciente de que Acapulco es señalada como la ciudad más violenta del país, pero hay que revisar el cómo determinaron eso. No se ve el gran esfuerzo que estamos realizando los tres órdenes de gobierno: la participación de las fuerzas militares, de la Marina, la Gendarmería y la policía estatal. Existe un gran esfuerzo en Acapulco y de octubre a la fecha se ve reflejado. La mejor encuesta que tengo es lo que sucedió en diciembre pasado: hubo casi 100% de ocupación hotelera, una derrama económica de 2 mil millones de pesos, tuvimos 670 mil visitantes. Hoy tenemos esperanza, hoy la gente sigue confiando en Acapulco, sigue visitando el centro turístico. Mientras eso suceda, seguiremos trabajando con gran convicción y demostraremos que Acapulco es un lugar de oportunidades.

¿Está a favor de que desaparezca su policía por el mando único?

Hay que aprobar la estrategia de seguridad nacional, llámese como se llame, si es mando único o policía única, siempre y cuando se tome en cuenta la agenda municipal. Ésta es la postura que hemos tenidos los alcaldes en el PRD. Soy el vocero de los alcaldes perredistas y lo que estamos manifestando son nuestras preocupaciones ante lo que pudiera ser la reforma constitucional de mando único, porque lo que se firma con los estados es a conveniencia de estados y municipios. Por lo tanto, estamos de acuerdo en que haya una estrategia que ayude a solucionar y a mermar el problema de inseguridad que tiene el país.

El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, está a favor del mando único.

Nosotros apoyamos la estrategia de seguridad nacional y con lo que convengamos con el mandatario estatal. Es importante el diálogo que hemos sostenido y esperaremos a concretar una estrategia conjunta que ayude a Guerrero y a Acapulco. Estamos en toda la disposición de hacerlo.

Ante el proceso de reestructuración vigente de la corporación de seguridad pública, ¿cómo califica a su policía?

Es una policía que ha estado olvidada. Es una corporación que no había sido atendida desde hace cinco años y se han perdido muchos de los valores fundamentales de la seguridad pública y el respeto de la sociedad. Al llegar al gobierno lo que hemos hecho es aplicar un programa integral de recuperación de la corporación y presentamos un plan integral, una política pública llamada Escudo Acapulco. Estamos mejorando las condiciones laborales de los elementos de seguridad con seguro de vida, entregamos estímulos, equipamiento, uniformes. Hay que dignificar la labor del policía. Hemos tenido ahorros para poder liquidar a todos aquéllos que no estén óptimos para ser policías: adultos mayores, gente que no tiene la condición adecuada.

Los policías que aprobaron los exámenes de control y confianza son el 50% de la policía municipal, el otro 50% está en proceso de certificación. Hay que mandar a certificarlos, si pasan se va a generar una policía confiable, de lo contrario se les liquidará conforme a la ley. Lo más importante que debemos atender es el tejido social, mejorar las condiciones de las familias, de las colonias en donde viven, vía el desarrollo social y económico.

 

Gobierno y sociedad, desvinculados

¿Cómo puede generar confianza la policía cuando existen diversas acusaciones de nexos con el narco?

Es muy complicado, porque ha sido señalada por muchos años en esa condición, pero no sólo la municipal sino también la estatal. Lo que debemos hacer en respuesta a esos señalamientos, es poner a disposición de las autoridades a todos lo elementos de seguridad que estén implicados en cuestiones ilegales. Lo que debemos priorizar para ganar la confianza de la gente es investigar a esos elementos que están siendo cuestionados.

¿Cuál fue la herencia que le dejó el exalcalde Luis Walton en materia de seguridad?

En Acapulco no existe un vínculo fuerte entre gobierno y sociedad, la gente ha perdido la esperanza de que las cosas cambien, hay pérdida de confianza hacia las autoridades y así es complicado avanzar. Estamos empeñados en recuperar la confianza de la gente, brindar a nuestras familias y jóvenes mejores condiciones de vida, rescatar colonias donde hay incidencia delictiva y salvar espacios públicos.

Hay que involucrar a la población en los programas que estamos impulsando. El anterior alcalde nos dejó en una situación muy difícil, como nunca había estado Acapulco. Aparte de la situación de inseguridad que heredamos, sufrimos una mala planeación de las políticas públicas, sobre todo en el aspecto financiero. Como nunca recibimos una deuda que genera un quebranto financiero de 2 mil 200 millones de pesos, que es aproximadamente el presupuesto de un año de Acapulco.

¿Ha recibido amenazas por parte del crimen organizado?

Ser presidente municipal y político es una profesión de alto riesgo. Lógicamente han sido públicos algunos narcomensajes y narcomantas, porque no accedimos a cosas irregulares y lo hemos expresado ante la Procuraduría General de la República y ante la fiscalía del estado de Guerrero.