En un análisis estadístico que presenta Philip Bump en su columna The Fix para el Washington Post de esta semana, destaca que en las últimas ocho elecciones presidenciales desde 1992 ha habido algunas victorias contundentes y rápidas pero poco sustanciales como las de Al Gore y Bob Dole, y que los grandes perdedores habían mantenido un promedio intermedio de votantes que los favorecieron al final de la elección.

Tal es el caso de dos presidentes norteamericanos: Bill Clinton y Barack Obama quienes, por estrategia electoral, pusieron más énfasis en ciertos Estados de la Unión Americana.

En este sentido, los reportes de campaña de Marco Rubio anunciaron desde el inicio que su estrategia era “3-2-1” lo que significó ganar el tercer lugar en Iowa, el segundo en New Hampshire y el primero en Nevada o Carolina del Sur.

Sin embargo, la estadística real de Rubio es “3-5-2-2”, es decir: tercero en Iowa, quinto en New Hampshire y segundo en Nevada y Carolina del Sur, lo cual significa que Marco Rubio todavía no se ha bajado del ring y sigue haciendo presencia en los republicanos que no quieren a Donald Trump.

Por su parte, Trump mantiene una estadística de “2-1-1-1”, lo que es considerado como una tendencia inusual que nunca ha resultado victoriosa al final de la contienda electoral.

Rubio habla sobre el triunfo de Trump

“Hay que tomar un respiro en medio de tanta victoria de Donald Trump. El triunfo no está basado en cuántos Estados ganes sin cuántos delegados voten por tí”, dijo el senador por Florida, Marco Rubio, en entrevista para Reuters un día después de las elecciones de Carolina del Sur.

Rubio aclaró que se necesita contar con más de la mitad de los 1,200 delegados quienes deciden finalmente la elección presidencial y que hasta ahora no se ha alcanzado ni del 20% del total requerido.

También reconoció que Donald Trump ha ganado un poco más delegados hasta ahora pero que el número no es avasallador ya que todavía hay bastante tiempo para darle la vuelta al marcador.

Rubio dijo que las victorias de Trump no eran del todo auténticas y que apenas sobresalía por encima de las preferencias de la gente, tal es el caso de Nevada en que ganó por una corta diferencia de los antes votantes de Matt Romney en el 2012, lo que significa que mucha gente en este Estado no quiere a Trump como candidato.

El senador destacó que él sigue arriba de Trump en las preferencias electorales hasta por 16 puntos, según unas encuestas de NBC y de Wall Street Journal de la semana pasada.

El gran día es el martes 1 de marzo

Aunque hay elecciones este sábado 27 de febrero para definir las tendencias de los demócratas en Carolina del Sur, el gran día será el martes 1 de febrero, cuando se registrarán elecciones simultáneas en 15 Estados de la Unión Americana, a saber: Alabama, Alaska (republicanos solamente), Samoa (demócratas solamente), Arkansas, Colorado, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Dakota del Norte (republicanos solamente), Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont, Virgina y Wyoming (republicanos solamente).

Rubio consideró que la contienda electoral se cierra cada vez más entre unos cuantos precandidatos y que Donald Trump definitivamente no tiene el resultado final por lo que debemos esperar los resultados del siguiente martes.

The Washington Post/US Presidential elections News Center
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