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Entrevista a Agustín Basave | Dirigente nacional del PRD | Exclusiva Siempre!

¿Por qué puse en la mesa mi renuncia como dirigente del PRD? porque me negué a aceptar que se me desautorizara a ser el interlocutor para las alianzas en este proceso electoral y se cuestionara la estrategia de negociación que ya había sido aprobada, pero sobre todo, porque había indicios de injerencias externas provenientes del gobierno federal y estatales de frenar los acuerdos porque tienen miedo, asegura tajante el presidente nacional del PRD, Agustín Basave.

Entrevistado en exclusiva por la revista Siempre!, el diplomático, académico y doctor en ciencia política responde a las críticas hechas a las alianzas PRD-PAN en este proceso electoral y el trabajo que busca desarrollar para lograr el renacimiento de su partido.

Usted anunció una estrategia de alianzas que en principio no fueron bien aceptadas y que finalmente logró. Hubo presiones y dijo que si no se aceptaba esa táctica, renunciaría al PRD.

Hago dos aclaraciones, no fueron bien recibidas por algunos, pero sí fueron bien recibidas por otros, se dividió la opinión. Hay personas que creen que eso teníamos que hacer para frenar la restauración autoritaria que lleva a cabo el PRI en el gobierno federal y en los gobiernos estatales que encabezan.

No fue bien recibida por el PRI porque les da miedo, saben que les podemos ganar. No fue bien recibida por algunos que de buena fe y por convicción ideológica consideran que no es conveniente hacerlo, pero fue muy bien recibida por un amplio sector del PRD y de la sociedad.

En segundo lugar, el asunto de mi renuncia fue criticado por una parte de la opinión pública, y otra, lo aplaudió. Me negué a aceptar que se me desautorizara como presidente nacional del PRD, yo había acordado en el comité ejecutivo, primero, ser el interlocutor para las alianzas con partidos como el PAN. Segundo, presenté una estrategia de negociación que ya había sido autorizada y hubo un momento en donde se pusieron en tela de duda ambas cosas. Se cuestionó que tuviera la facultad de ser el conductor de esa negociación, la estrategia y los resultados logrados. Ante esa situación, sumada a ciertos indicios, sospechas, de que había el intento del gobierno federal y de algunos priistas estatales de frenar esas alianzas, puse sobre la mesa mi renuncia.

 

Sin pruebas

La puse a disposición del Consejo Nacional, no estaba dispuesto a que se me desautorizara y menos a que hubiera injerencia externa en mi partido. De este segundo caso, no tengo pruebas, lo digo de antemano, había indicios, por cierto no señales de que ya había penetrado esa táctica en el PRD sino de que había el intento de hacerlo.

Pedí que se convocara al Consejo Nacional porque no iba a aceptarlo y el CEN tuvo la nobleza de pedirme que retirara la renuncia, que no pidiera la convocatoria del Consejo. Se retiraron las propuestas que parecían inaceptables y se votaron dos alianzas, la de Oaxaca y la de Veracruz.

Ya no había razón para mantener la renuncia y la retiré. El partido demostró en una votación abrumadora de 24 votos contra 1 que tuvo los arrestos para resistir los embates del PRI–gobierno para frenar las alianzas. Ésa es la historia, yo no puse sobre la mesa mi renuncia por una alianza en particular, por ahí se dijo que por la de Puebla; por el contrario, ésa ni se estaba discutiendo. Se subsanaron los problemas que había y retiré la renuncia, fue un asunto de dignidad de mi parte.

Respecto a las alianzas, ¿está satisfecho con lo que se logró?

Hay opiniones divergentes, hay quienes las consideran inadecuadas, dicen que son alianzas del agua y del aceite, y es absolutamente infundada esa crítica. Primero, hay condiciones excepcionales como las que vive México que apuntan hacia la reconstrucción del antiguo régimen de partido hegemónico y de presidencialismo discrecional. Cuando el autoritarismo empieza a rondar en el ambiente político, cuando se intenta desde el Ejecutivo federal controlar la Suprema Corte con ministros a modo, cuando se intenta controlar el Congreso de la Unión, a los gobernadores, a los alcaldes, cuando se intentan acallar las voces críticas en los medios, son síntomas del intento de retroceder en la transición democrática.

A algunos les puede parecer exagerada la comparación de la lucha contra el gobierno de Pinochet, donde se unieron la izquierda y la derecha para acabar con la dictadura, y dirán que aquí en México no hay dictadura, pero existe el intento de instaurar la dicta-blanda y eso justifica las alianzas de amplio espectro. El PAN y el PRD estamos de acuerdo en combatir el autoritarismo y la corrupción porque son otra característica de este gobierno priista. No es que la corrupci

demás, de instaurar la dicta-ueste n religiones r sino a la propia iglesia mexicana ón sea nueva en México, viene de tiempos inmemoriales pero este gobierno la está llevando a niveles históricos.

Ésos son los temas que nos ocupan y preocupan a los mexicanos. Vayan a Veracruz y pregunten, ahí están las encuestas, pregunten qué opinan de su gobierno actual.

 

Acordamos respetar los procesos del otro

Precisamente en el caso de Veracruz, llamó la atención que estén de acuerdo en postular a Miguel Ángel Yunes, un hombre tan cuestionado.

Primero, en las cuatro alianzas que ya concretamos, Zacatecas, Durango, Oaxaca, Veracruz; en dos de ellas, el PRD es más fuerte y nosotros procesamos las candidaturas. En las otras dos, donde el PAN es más fuerte, ellos las procesan, es el caso de Veracruz. Anaya y yo hemos acordado no meternos en los procesos del otro partido.

Aún no han postulado a Yunes pero es el precandidato mejor posicionado. Ése sería el comentario que haría al respecto, está arriba en las encuestas, hasta ahí.

Segundo, para acabar con la satrapía de Duarte, habría que hacer consideraciones. En política, rara vez se escoge entre algo bueno y algo malo casi siempre se tiene que escoger entre dos males, el menor, pero habrá que ver. No me meto en el proceso interno del PAN para designar candidato como no quiero que se metan en el proceso de Oaxaca.

La crítica a las alianzas del PAN y PRD provienen de dos fuentes. Una procede de personas bien intencionadas que por convicción ideológica están en contra; no comparto ese punto de vista pero lo respeto. La otra fuente es el PRI-gobierno que ahora se envuelve en la bandera de la pureza ideológica y critica alianzas entre el PAN y el PRD con base en supuestas incompatibilidades ideológicas. Diría primero, el PRI no tiene ninguna autoridad para hacer recomendaciones de pureza ideológica porque es un partido oportunista y pragmático por antonomasia, nacionalizó el petróleo y luego lo privatizó; expropió la banca y luego la extranjerizó, es incongruente.

Además, se alía con el Verde, ¿qué tiene que ver con el Verde? Leía hace poco su declaración de principios y hay una parte que dice que quieren la paz y la justicia para todos, incluidos los vegetales. Le pregunto al PRI si en sus prioridades ideológicas está de acuerdo con la pena de muerte que propone el Verde. Que no vengan a dar sermones de compatibilidad si se alían hasta con el perico y ahora resulta que esas alianzas sí se valen, son buenas, compatibles, pero las del PAN y el PRD, no.

Saben que en esas dos alianzas somos competitivos y les podemos ganar e inventan toda una argumentación dizque ideológica para atacarnos, y a mí francamente me da risa, sobre todo de dónde viene.

 

Derecha e izquierda juntas

Como analista político, hoy que el PRD está desfondado, que no están claras la ideologías, ¿estas alianzas qué tanto afectan estructural, ideológicamente a su partido?

En Alemania, el gobierno de la conservadora Ángela Merkel está coaligado con el partido socialdemócrata, el abuelo de la social democracia. Es un gobierno de coalición entre derecha e izquierda y no parece desdibujar a ninguno de los dos. En Europa, es el pan de todos los días, pero ya no me remito a Europa sino a las condiciones y circunstancias excepcionales de México. Cuando hay una amenaza como la que existe de volver al régimen autoritario, se valen alianzas de amplio espectro.

¿A qué aspiro? A fortalecer el PRD al grado de que no necesite aliarse. Uno, que no haya circunstancias tan excepcionalmente negativas en México como para motivar más alianzas de esa naturaleza; y dos, que el PRD tenga la fuerza por sí solo, para competir en cualquier elección, es mi objetivo a largo plazo.

¿A qué le apuesta el PRI?, a que con su 30% de voto duro, gane, ¿por qué?, porque el 70% restante se fragmenta entre todos los demás partidos, con algunos independientes inventados, y ganan con el 30% y hasta con menos. Seríamos muy torpes en la oposición si no creamos un bloque opositor al PRI en estos momentos que tanto daño le están haciendo a México.

¿Cómo ve la situación en el PRD que está tan fragmentado?; ¿cómo unirlo? Usted ha hablado de la cuarta social democracia, ¿es viable?

Necesitamos un consenso ideológico, el PRD tiene tres desafíos, lo dije hace tiempo: la unidad, la identidad y la integridad. La unidad porque es un partido de corrientes, heterogéneo, horizontal. ¿Qué quisiera?, que sea un partido social demócrata pero con esa visión mía de la fuerza democrática. Ojalá que el consenso ideológico se formara en torno a esta propuesta y el tema de la identidad, el problema que tenemos todos los partidos políticos, es la penetración de la corrupción en nuestras filas, hay que combatirla, son los desafíos más importantes.

Ahora, desgraciadamente, estamos en año electoral y eso nos jala, nos absorbe la coyuntura y deja poco tiempo para hacer las cosas de fondo. Es una realidad, quisiera decir que avanzo a pasos agigantados en esos tres desafíos pero la verdad es que esta coyuntura electoral me está absorbiendo mucho tiempo, y habrá que hacer espacios para empujar los cambios de fondo, y cuando pasen las elecciones pisar el acelerador para hacer lo que yo llamo el renacimiento del PRD.

Hoy se asegura que el PRD está permanentemente en crisis y lo único que hace es abrirle el camino a Morena.

El PRD sí está en crisis, lo está desde hace tiempo. Cuando llegué venía de una escisión que llevó a la creación de Morena. Venía de las atrocidades de Iguala, de momentos muy difíciles, pero dicen que la crisis es oportunidad y nunca hay que desaprovecharla. Hay que utilizar la coyuntura desfavorable para empujar los cambios, ahora, cuando el partido está en situación crítica, la gente, los propios líderes y militantes del PRD deben estar más conscientes de la situación y del imperativo del cambio. Quiero creer que vamos a transformarnos y salir adelante.