Inversionistas como Aberdeen Asset Management Plc, Pioneer Investment Management, Fitch Ratings y S&P para África analizan de cerca la situación en Sudáfrica y en general desestiman su éxito para este año.

Esta es una nota importante porque la Sudáfrica de Nelson Mandela, líder espiritual y presidente de este país poco después de su liberación en 1994 y hasta su muerte en 2013, dista mucho de la de Jacob Zuma, su actual presidente desde 2007 y quien ha sido acusado de abuso sexual, corrupción, fraude y crimen organizado además de malas gestiones administrativas.

Es también importante recalcar que Sudáfrica pertenece a un grupo de países que han impulsado un modelo alternativo a la globalización que son los llamados BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— y que tampoco gozan de buena salud en las finanzas.

Los inversores se manifestaron pesimistas ante la recesión sudafricana y el aumento del costo de los alimentos por la sequía, la disminución en las entradas de dinero al país que han subido las tasas de desempleo. Las materias primas también se han desplomado al igual que la minería y los metales que representan más del 50% del ingreso del país.

Con Mandela, Sudáfrica crecía casi al 4% pero en el trimestre pasado tan solo creció al 0.7% situación que mantiene las alertas en la dirección de la política económica del país.

Es que tampoco desde la cúpula se vislumbra un panorama claro ya que el presidente Zuma, además de gastar grandes cantidades del erario en la veintena de hijos que mantiene debido a que practica la poligamia abiertamente, también ha destituido a dos vicepresidentes en menos de una semana, situación que eleva el escepticismo.

Otro asunto que es un claro indicador de la crisis es que el 25% de los estudiantes reprobaron en su último año escolar, tal como señaló sin miramientos el ministro de educación a una televisora local que rescata la BBC, Angie Motshekga.

Motshekga dijo que no era una cuestión financiera sino de crisis nacional.

La estadística es brutal ya que 213 de 800 mil niños reprobaron en su último año escolar, una cuestión inverosímil cuando Sudáfrica es uno de los países que más gastos tiene en educación.

 

 

El Financiero Bloomberg/La Vanguardia/BBC
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