Un enfrentamiento entre grupos rivales en el penal de Topo Chico con un saldo de 52 hombres muertos y 12 heridos —5 muy graves— puso a prueba al gobernador neolonés, Jaime Rodríguez, a quienes algunos medios de comunicación le cuestionan la rapidez para enfrentar la crisis en el penal.

En conferencia de prensa donde no se aceptaron preguntas, el gobernador informó que alrededor de las 11:30 de la noche de este miércoles, Jesús Iván Hernández Cantú alias el comandante credo fue asesinado por miembros del grupo encabezado por Juan Pedro Saldívar Frías alias el Z-27.

El Z-27 se encontraba recluido en un penal de Tamaulipas pero por una orden judicial lo retornaron al penal de Topo Chico, donde se disputaba el control del penal al grupo de Hernández Cantú,

 

No hubo intento de fuga

El mandatario estatal rechazó la versión de que el incidente obedeció a un intento de fuga del penal por parte de reos que pertenecen al grupo de los Zetas.

En la reyerta que se registró en las áreas C2 y C3, no se registraron víctimas que fueran mujeres o niños, como trascendió en las redes sociales. Durante la riña varios reos prendieron fuego a las bodegas de víveres sin que se afectaran las áreas de los dormitorios. También se aclaró que no hubo uso de armas de fuego y las agresiones se dieron con armas punzocortantes.

En entrevista con Adela Micha, el gobernador dijo que el enfrentamiento entre los grupos rivales duró alrededor de 30 o 40 minutos y que el secretario de Seguridad de la entidad Cuauhtémoc Antúnez no entró a la prisión, para evitar mayores conflictos.

Aseguró el mandatario estatal que el penal no tiene “muchas condiciones” para poder operar con rapidez. Poco a poco se dan a conocer los nombres de las víctimas de la reyerta.

Mientras tanto, Antúnez será requerido por legisladores para explicar la estrategia que se tiene para las cárceles de Nuevo León. Poco a poco se están dando a conocer los nombres de las víctimas.

Los familiares de los internos molestos ante la falta de información por parte de las autoridades bloquearon las calles aledañas al penal, creando un caos vial, mientras que se mantiene un fuerte resguardo policial en la zona.

Esta es la segunda vez que ocurre un motín con muertos, ya que en 2012 en el penal de Apodaca hubo un saldo de 44 muertos y la fuga de 29 internos.