De cotidiano, en redes sociales, es común observar videos donde la violencia y la violación a los derecho humanos de mujeres y los llamados grupos minoritarios, es el factor predominante; la indignación queda a nivel social, pocas veces las autoridades manifiestan algún pronunciamiento sobre el tema, y casi siempre es cuando ya no le queda remedio, cuando la presión ciudadana lo obliga.
Con el video del cantante de banda Gerardo Ortiz, donde quema viva a su pareja en el interior de un vehículo, pareciera que la autoridad pretende marcar un precedente cuando un fiscal de Jalisco anunció su intención de llamar a declarar y hasta procesar al cantante por la posible apología del delito.
La violencia contra féminas, en sus diferentes tipos y modalidades, es una de las violaciones a los derechos humanos con mayor tolerancia social en México y el grueso de los países.
Incluso, las autoridades reconocen que las mujeres suelen ser retratadas en campañas, programas televisivos, videos musicales, anuncios en prensa escrita y otros materiales de comunicación, bajo diversos estereotipos que fomentan la violencia en su contra.
Por lo pronto, desde Segob a través de su titular, Miguel Ángel Osorio Chong, se ha condenado enérgicamente la representación del artista, además de que los tres policías que participaron en la grabación ya fueron cesados de sus puestos.
El fiscal de la causa, Eduardo Almaguer Ramírez, confirmó en medios que de resultar con alguna responsabilidad, Gerardo Ortiz podría ser consignado ante un juez de lo criminal. El cantante minimiza los hechos y hasta se da el lujo de despreciar los comentarios que ha despertado en su contra.
El señalamiento de la apología se vincula regularmente con cuestiones políticas; como cuando grupos terroristas o armados intentan cautivar con sus mensajes violentos en pro de sus causas. Así se justifica y se promueve el apoyo a sus luchas, no importa qué tan violento sea el proceso, lo que importa al final, es lograr el objetivo.
Es una especie de lavado de cerebro donde el caldo de cultivo son los jóvenes, siempre más fácil de impresionar. Hacer apología del delito en cualquier forma, está prohibido y si don Gerardo no lo sabía, está a punto de conocerlo.
Para el fiscal del caso, a través de su controvertido video, Ortiz hace apología “muy clara” de distintos delitos, desde la presunta vinculación y aceptación a la delincuencia organizada, hasta la violencia de género, el odio a las mujeres y el feminicidio.
El video pues sí incita a la violencia como una forma de resolver conflictos de pareja. El mensaje es claro.
Gerardo Ortiz pretende presentar su espectáculo con las fiestas patronales de Tepatitlán y el fiscal también anunció que convocarán a la autoridad de ese municipio a que le prohíba tal presentación: “es evidente que tiene que haber una acción contundente de la autoridad ante lo evidente de la apología de delitos que hace este artista”.
De entrada, la Comisión Nacional para la Prevención y la Erradicación de la Violencia contra la Mujer inició trabajos para impulsar medidas que permitan eliminar el uso de estereotipos en la comunicación.
En este contexto, la Segob convocó a medios de comunicación, productores, publicistas, usuarios y sociedad en general, a evitar difundir contenidos como los del video de Gerardo Ortíz, el cual “claramente invita a la violencia contra la mujer, además de que minimiza y normaliza este flagelo social”.