Entrevista a Edgar Ortiz Arellano | Profesor de la FCA-UNAM | Exclusiva a Siempre!

 

quote Para muchas personas el terrorismo es una forma atractiva de lucha.

 

Otra vez el espectro del terrorismo revive en Europa con los atentados de Bruselas del 22 de marzo de 2016. Desde la proclamación del califato el 29 de junio de 2014, la organización terrorista del Estado Islámico de Irak y el Levante ha masacrado a más de 1280 personas en 75 ataques globales, Bruselas incluido.

El Estado Islámico no sólo planea y perpetra actos terroristas, también es una poderosa herramienta ideológica que inspira a cometerlos. Por eso su erradicación es casi imposible, ya que el Estado Islámico está disponible a través de las redes sociales y los jóvenes son su principal fuente de alimentación.

De su autoría, suman ya trece episodios terroristas en suelo europeo entre 2014 y 2015; los más sangrientos son Charlie Hebdo y la noche del terror en París, el coche bomba de Estambul y las explosiones en el aeropuerto y metro en Bruselas, Bélgica. Hasta el cierre de esta edición, el 22 de marzo de 2015 —el mismo día de los atentados— se tenía un estimado de 34 fallecidos y decenas de heridos.

De alguna manera, el gobierno belga ya sabía que la amenaza terrorista era muy alta en el país, tal como lo recalcó el ministro del Interior de Bélgica, Jan Jambon, tras la detención de Salah Abdeslam, el líder intelectual de los atentados en París del 13 de noviembre. Salah fue herido y arrestado tras un operativo belga en la ciudad de Molenbeek el pasado jueves 17 de marzo, y se dijo entonces que probablemente tomaría venganza.

Los atentados en Bruselas surgen en medio de un clima de mucha tensión debido a que, a la medianoche del pasado domingo 20 de marzo, Europa cerró las fronteras para todos los migrantes, sirios y afganos en su mayoría, prometiendo la repatriación de hasta 72 mil de ellos hacia Turquía, quien recibirá fondos extraordinarios de la Unión Europea para atender la crisis migratoria.

Y por parte de los migrantes sirios, la guerra en su país no parece tener fin a pesar del acuerdo de paz auspiciado por Naciones Unidas, de la retirada de Rusia y de la incursión de organismos humanitarios como la Media Luna Internacional.

Los recientes atentados en Bruselas son muy parecidos a lo que pasó en Francia, “es muy similar y es más bien la continuación. De hecho, los terroristas en Francia lo primero que trataron de buscar fue la salida por Bruselas, y se sabe que la planeación de Francia también la realizaron en Bruselas”, explica Edgar Ortiz Arellano, geopolitólogo, consultor y profesor del posgrado de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México, en entrevista exclusiva para Siempre!

Los ataques van a seguir

¿Debemos esperar más atentados como París o Bruselas?

Estos ataques van a seguir; es una ola de terror que es parte de una estrategia de combate muy parecida a tal como se manejaba en los años sesenta o setenta de la Guerra Fría, en donde, para variar, los países árabes también tenían un papel importante; me parece que se está repitiendo ese fenómeno.

A fin de cuentas, las células terroristas de los diferentes grupos islámicos extremos no han sido desmembradas y no creo que la Unión Europea tenga la capacidad plena para desmantelarlos lo suficientemente rápido como para impedir otro ataque.

¿Cómo podemos interpretar el reciente atentado en Bruselas?

En buena parte, estos ataques responden a la captura del líder intelectual de los atentados terroristas en Francia, Salah Abdeslam; es muy importante considerar que el Islam tiene una fuerte presencia en Europa, en los marginados.

Estos ataques terroristas son perpetrados por parte de la comunidad europea, es decir, los terroristas son europeos, pero de alguna manera no se sienten asimilados o están discriminados o se encuentran en zonas marginadas.

De hecho, a Salah Abdeslam lo capturaron en una zona marginada predominantemente islámica.

Mientras haya zonas marginadas, ¿veremos más ataques terroristas?

Vamos a estar viendo de manera constante estos ataques contra la población civil porque su finalidad es atacar a la población civil para generar un estado de emergencia. Y Bruselas, en particular, está prácticamente en un estado de sitio por el temor constante de que pueda suceder otro ataque.

Ésta es precisamente la finalidad del terrorismo: que la población se sienta completamente vulnerable, que el gobierno permanezca con poca capacidad de respuesta frente al enemigo para que éste pueda volver a atacar a la población, ya que conoce perfectamente los puntos débiles de la gente y de todo el sistema de comunicaciones, especialmente el policiaco.

Los que están cometiendo estos atentados, y que desafortunadamente vamos a seguir viendo, asemejan una especie de “choque de civilizaciones”, parafraseando a Samuel Huntington.

 

Afecta cierre de fronteras

¿Qué tanto influyó el cierre de fronteras europeas para los migrantes?

Afecta mucho también; hay varias aristas en este problema. Por un lado tenemos una Europa que cierra sus fronteras, que está en contra de la legislación, que es más eurocéntrica que antes, y que ve con desdén y temor otras culturas, especialmente las de Oriente Medio.

Pero más que al cierre de fronteras, responde a una serie de acontecimientos que están sucediendo en torno a esta lucha contra el islam extremo. Si bien es cierto que el cierre de fronteras es parte de este rencor hacia Bélgica y otros países europeos, me parece que el asunto es de mucha mayor envergadura.

El asunto de la guerra en Siria ¿tendrá una pronta solución?

No veo que el conflicto tenga una solución a corto plazo. Toda la zona de Siria y Oriente Medio es una zona geopolítica clave para muchas potencias, en primer lugar para la Unión Europea, y en segundo lugar para Estados Unidos, quien cuenta con una fuerte presencia por sus bastiones en Israel y Turquía. Y en tercer lugar está Rusia que tiene fuertes intereses geopolíticos en Siria.

Si bien todas las fuerzas internacionales algún día van a salir de Siria, la realidad es que el conflicto se ha estancado ante el no acuerdo de los diferentes sectores y, por supuesto, ante el obstruccionismo de los diferentes grupos que se disputan Siria.

Por un lado, el Estado Islámico que está tratando de controlar zonas importantes de Siria, por otro lado, los grupos rebeldes que están en contra del oficialismo, y por supuesto, no podemos dejar de lado a un gobierno sirio que está apoyado por Rusia y que se niega rotundamente a dejar el poder, lo que de alguna manera ha fragmentado Siria.

Es importante señalar que en Oriente Medio los casos fluyen como un contagio viral. Un país que se pone en condiciones de inestabilidad política, de manera inmediata empieza a contagiar de instabilidad a las diferentes zonas de la región.

Y todo esto va acompañado de todos los intereses que hay en torno al petróleo, al gas y a las rutas comerciales regionales.

 

Combatir terrorismo es difícil

El racismo, la discriminación, el flujo migratorio, los atentados ¿encontrarán solución a corto plazo?

Lamentablemente no. El terrorismo es muy difícil de combatir porque se mimetiza con la población, no tarda mucho en elegir sus objetivos, los costos de estas estrategias no son altos por lo que les permite una gran capacidad de movilización. Independientemente del número de vidas que lamentablemente mueran, el hecho de que simplemente muera una persona, causa un gran terror en la población, sobretodo a los europeos que es una comunidad sumamente sofisticada.

Para los europeos esos asuntos del terrorismo quedaron lejanos hace mucho tiempo y ahora vuelven a aparecer como un fantasma constante que pone la situación en emergencia. Ésta será una guerra de muy largo plazo. Primero, por las condiciones técnicas para combatirlos, y segundo, porque no va a ceder esta fobia al islam. Además, el islam tiene muchos seguidores, muchos espacios especialmente para jóvenes en todas partes del mundo. El Estado Islámico tiene reclutas, principalmente jóvenes europeos; para muchas personas el terrorismo es una forma atractiva de lucha.

@edgarortizarell

@ophelyas