Entrevista a Francisco Cruz Jiménez | Periodista | Exclusiva Siempre!
La izquierda está pulverizada. Los dirigentes despachan con la izquierda y cobran con la derecha.
Moisés Castillo
En la pasada elección presidencial, el escritor Juan Villoro definió a Andrés Manuel López Obrador como un “caudillo anticuado que no conoce la autocrítica pero que representa un mal menor”. En 2012, el político tabasqueño perdió por segunda ocasión la oportunidad de llegar a Los Pinos, rompió con el PRD y formó su propio partido llamado Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Hay que recordar que en el primer trimestre de 2006, en su primer intento de convertirse en presidente de México, López Obrador encabezaba las encuestas y muchos pensaron que por fin la “izquierda” llegaría al poder, pero al final perdió por tan sólo 0.56% de los sufragios frente a Felipe Calderón. La necedad del “voto por voto, casilla por casilla” y la decisión de cerrar Paseo de la Reforma, hasta la Fuente de Petróleos Mexicanos, provocó el deslinde de intelectuales como Carlos Monsiváis, cercano al exjefe de gobierno capitalino.
En La Jornada se publicó una carta con las firmas de Rolando Cordera, Adolfo Sánchez Rebolledo, Jenaro Villamil y del propio Monsiváis, quienes realizaron una crítica al plantón del Zócalo y el bloqueo de avenidas por considerarlo un hecho de insensibilidad profunda.
“¿Cómo se puede presionar —decían— a los poderosos con algo que en primera y última instancia perjudica a las clases populares? ¿Cuál es la lógica de estos campamentos sobre el arroyo vehicular que provoca tanta indignación?”
Un sexenio después, López Obrador fue derrotado por Enrique Peña Nieto por seis puntos de diferencia. ¿Qué tanto afectó la propuesta de instaurar en México una “república amorosa”? Los propios seguidores del entonces perredista se encontraban sorprendidos por este viraje de estrategia.
¿Podrá reinventarse?
El discurso autoritario de López Obrador es implacable, él siempre tiene la razón. Quien no apoye su proyecto es “un traidor y pertenece a la mafia del poder”. Recientemente calificó a su hermano Arturo de “traidor y de estar del lado de los corruptos”, por expresar públicamente su respaldo a la candidatura del priista Héctor Yunes al gobierno de Veracruz.
¿Andrés Manuel López Obrador tendrá la capacidad de reinventarse para tratar de ganar la Presidencia de la República en 2018? ¿López Obrador sigue siendo un “lastre” para la izquierda, como lo afirmó el sociólogo Roger Bartra?
Para el periodista Francisco Cruz Jiménez, autor del libro AMLO. Mitos, mentiras y secretos, el político tabasqueño carece de autocrítica, es soberbio y no ve en Morena un verdadero partido de izquierda.
“Andrés Manuel —dice Cruz Jiménez— es un gran conocedor de los problemas del país, es un hombre que tiene sensibilidad, no hay un político que conozca mejor a México. Pero la dificultad es que Andrés Manuel es un problema por sí mismo”.
¿Quién es el verdadero Andrés Manuel López Obrador?
No hay muchas visiones sobre Andrés Manuel. Podemos ver al mismo López Obrador de años atrás, a veces más beligerante. El punto central es que podemos separar sus virtudes y defectos. ¿Quién es López Obrador? Es un tipo carismático, es alguien congruente con su forma de pensar. Va a cumplir su tercera elección presidencial, los comicios pasados obtuvo cerca de 16 millones de votos. Es un gran conocedor de la historia de este país, es un gran orador, atrapa a mucha gente. Es un tipo que hizo un buen gobierno en el DF, fue un buen dirigente del PRD, fue un buen presidente priista en Tabasco, fue un buen funcionario del Instituto Nacional Indigenista. Rompió con el PRI cuando debió hacerlo.
Ha sido capaz, en su momento, de atraer multitudes que ningún otro personaje de la izquierda, a lo mejor en su momento lo hizo Arnoldo Martínez Verdugo en 1982: las multitudes que reunió en el llamado “zócalo rojo”.
¿Cuáles son sus principales defectos?
Tenemos al otro López Obrador: el furibundo, el hombre que no ha sabido formar a un líder. Él es el centro de atención del proyecto Morena, es un hombre que todavía no encuentra cómo formar nuevos cuadros. Es impresionante que la izquierda no tenga la capacidad para renovarse, son los mismos personajes que proponen lo mismo de siempre.
En este momento, López Obrador no ha tenido la capacidad para crear una estructura institucional dentro de Morena. Los resultados de los comicios recientes no pueden atribuirse a una buena estructura de Morena. Los resultados, incluidos los de la Asamblea Legislativa, son gracias a su persona, al caudillo que no quiere ser caudillo. No tiene una escuela de formación de cuadros, no tiene un proyecto de partido, es un gran defecto.
Si analizamos bien a López Obrador está cometiendo errores similares de las elecciones presidenciales anteriores: cuenta con una estructura alterna. Entonces, ¿para qué quiere a Morena? Está muy visto que su objetivo principal es 2018, su candidatura presidencial. Él tiene su estructura personal, ahí están sus 300 delegados distritales. Ellos son los que están trabajando al margen de Morena, y eso puede ser muy dañino.
Monreal, punta de lanza
¿Quiénes conforman el círculo cercano?
Lo puedes ver en el DF, está muy claro que Ricardo Monreal, el delegado en Cuauhtémoc, pinta para ser la punta de lanza en la ciudad. Monreal es parte de ese selecto grupo, así como los dos hijos mayores del tabasqueño, que tampoco han dado buenos resultados. Hay un cuadro de confianza, hay que ver los nombramientos de esos delegados alternos a Morena.
Recuerdo las elecciones anteriores y había mucha gente en el partido que no quería trabajar, porque lo estaban haciendo los delegados personales de López Obrador. Fui mucho a Tabasco y la gente del PRD no quería laborar, porque López Obrador tenía a enviados personales. Me parece que esta parte del funcionamiento interno del partido no se ha comprendido. Hay que señalar que, con una estructura nueva, Morena logró resultados que no obtuvo el PRD.
Gran personaje, aun con defectos
¿Cómo interpretas está acusación del hermano de que López Obrador es un “tirano”?
Todo se va a magnificar, eso nos muestra que López Obrador sigue siendo un gran personaje. No es casualidad que sea el candidato mejor posicionado rumbo al 2018, pero hay que esperar un poco más porque es todavía temprano. Hoy es su hermano, antes fue el desafuero y el “peligro para México”. Esto, ¿qué nos dice?: Andrés Manuel con todos sus defectos sigue siendo un gran personaje. Creo que hay otros problemas de fondo: qué identidad le dará a Morena. ¿Qué es la izquierda partidista mexicana? Es un grupo sin identidad, un grupo que va a la deriva. En todos los ámbitos y sectores se discute sobre este personaje, bueno o malo, no importa. Andrés Manuel es un personaje que odias o amas, todo eso tiene que ver con los grandes problemas de la izquierda. Nadie sabe qué está pasando, quizá los dirigentes, pero Andrés Manuel qué hará ante este panorama gris para la izquierda.
¿Andrés Manuel y Morena cuentan con un proyecto de nación de una izquierda moderna?
Todavía está por definirse. Morena no es un proyecto partidista cuajado. Morena encaja en esos problemas que tiene la izquierda mexicana: un grupo que está encabezado por los mismos personajes. Con esos dirigentes que se han corrompido y han negociado, tenemos una izquierda que no sabe qué es la izquierda. Si entendemos esa izquierda de las cúpulas partidistas como los Chuchos, Porfirio Muñoz Ledo, y que incluye a López Obrador, es un desastre. Cada quien va por su lado, y las próximas elecciones así lo confirmarán. Andrés Manuel no va a tener capacidad para conjuntar a todos los grupos de liderazgos viejos de la izquierda que están en el PRD o PT.
Hay un gran campo de acción en las bases, que incluyen a colonos, grupos populares, maestros, intelectuales. Los 16 millones de sufragios que obtuvo mucho se lograron gracias a su figura, pero el gran problema del tabasqueño es cómo llegar a la clase media. No hay un discurso de López Obrador para conciliar con esa clase social.
Morena no es su prioridad
¿López Obrador se puede reinventar a partir de un ejercicio de autocrítica?
De momento no veo a un López Obrador autocrítico. Creo que en los próximos 8 meses podremos ver realmente cuál será su discurso rumbo al 2018. Ahora mismo está asentando a Morena. Es un poco contradictorio, porque el partido no es su prioridad, sino la candidatura presidencial, además de construir una agenda desde el Congreso de la Unión.
López Obrador ha tenido un gran acierto que son las universidades. En un país con tantos problemas económicos, en un país donde se rompió prácticamente el principio de convivencia pacífica, en un país en donde parece que no se tiene un destino común, me parece que ese tipo de iniciativas puede ser una gran fortaleza de Andrés Manuel.
La gran pregunta es cómo va a evolucionar la economía del país. Si alguien conoce bien el país y ha logrado articular un discurso para explicar los problemas financieros, es Andrés Manuel, no se anda con rodeos, los explica y tiene a sus enemigos.
Andrés Manuel siempre habla de la mafia en el poder y la corrupción. ¿El está exento de esta característica que distingue a la clase política?
En mi libro soy muy claro. A López Obrador no le vamos a encontrar nada, le han buscado por donde sea, pero me parece que las cosas irregulares están en el grupo alterno y se han documentado. El círculo de López Obrador sigue siendo el mismo. Los delegados personales de López Obrador son el gran problema, es una incongruencia absoluta. ¿Para qué sirve Morena? Desde que fue líder en el PRD ha sido incapaz de generar cuadros y de llegar al norte del país. No ha logrado articular un discurso con su equipo cercano para llegar a otros estados. Es necesario analizar a la gente que lo rodea. Los excesos de personajes cercanos a él tampoco se han eliminado.
“Cállate, chachalaca”
¿Qué consecuencias tuvo la “presidencia legítima” para el PRD?
Fue desgastante y demostró que Andrés Manuel no sabe escuchar. Es evidente que le dicen que no haga algunas cosas y las hace al otro día. Recuerdo mucho el señalamiento de “cállate, chachalaca”, a Vicente Fox. Algunos de sus asesores cercanos le decían que no hablara mal del presidente Fox, que buscara otro lenguaje, y se moderara en ciertas declaraciones, porque el expresidente tenía una gran base electoral de apoyo. Sin embargo, dos o tres días después salió con esa declaración polémica. La soberbia puede perder a López Obrador. ¿Le han dejado o no enseñanzas las pasadas elecciones presidenciales? Quisiera pensar que sí, pero hay que esperar cuál será el discurso unificador para la izquierda. México son muchos países y el norte le cuesta trabajo a Andrés Manuel; qué hará para combatir la alianza PRI-PVEM; qué hará en estados como Oaxaca y Yucatán. Le falta mucho trabajo y autocrítica. En este momento no podemos hablar de corrupción en Morena, porque aún es un partido nuevo. Pero les hace falta construir ese discurso, no sólo para llegar a grupos de desposeídos, sino para llegar a la clase media. No hay autocrítica.
¿Cuáles son los escenarios para López Obrador rumbo al 2018? ¿Será el candidato de las izquierdas?
No lo sé, pero creo que hay que considerar muchos factores. El país está muy mal, económicamente es un desastre. ¿Cómo lo va a aprovechar López Obrador? Él sabe construir discursos para explicar bien distintos problemas, como el de Pemex, la deuda pública, la violencia. En un país en crisis, no se ven soluciones.
La gran pregunta: ¿cómo salir del abismo? ¿Hay en Morena una estructura moderna? Me parece que no. Andrés Manuel aún está en el proceso de construcción de un discurso que convenza a las mayorías. ¿Qué va a hacer para convencer a los dirigentes medios que se sienten muy a gusto con el neoliberalismo, con ese grupo de izquierda que se siente a gusto cobrando en el régimen, con esos grupos de izquierda que se sienten más cercanos al PRI? Falta mucho para que veamos a Morena como un partido de izquierda, autocrítico. No hay izquierda partidista en este país.
¿Qué tipo de izquierda requiere México?
Necesitamos partidos que respondan a las necesidades de la gente. Tenemos casi al 50% de la población viviendo en la pobreza, hay zonas que prácticamente están en guerra, la violencia es imparable, hay fosas clandestinas en todos lados. El país no tiene una convivencia pacífica, hay linchamientos por todas partes. Y la izquierda tiene que encontrar soluciones a estos problemas, tiene que ofrecer alternativas, un proyecto de gobierno que ahora no hay.
La izquierda no está en crisis, está pulverizada. Los dirigentes despachan con la izquierda y cobran con la derecha, y negocian con el gobierno en un país que se hunde.


