Con clientes, que no estudiantes
Las universidades sin reconocimiento oficial son un problema añejo. Un problema que goza de cierta discrecionalidad, pues se desconoce cómo surgen, de la noche a la mañana, diversas instituciones de educación media y de educación superior que no cumplen con los requisitos que establece la Ley General de Educación, y mucho menos con los reglamentos que emanan de la misma.
Es verdad que tenemos un serio déficit en la capacidad de las universidades públicas para ingresar en las decenas de miles de aspirantes. Sabemos cómo cada año se convierte en un verdadero problema el que quienes solicitan ingresar, por ejemplo en la UNAM, prácticamente el 90 por ciento no lo consigue. Lo mismo pasa con el Instituto Politécnico Nacional y también con la Universidad Autónoma Metropolitana.
Es un problema muy grave que México tiene que resolver, porque la educación es fundamental para el desarrollo pleno de una nación.
Esta falta de acceso para que los jóvenes cuenten con un espacio en las universidades públicas ha generado la proliferación de escuelas poco serias que buscan lucrar con quienes ellos consideran clientes antes que estudiantes.
Éstas y estos jóvenes, con sus sueños a cuestas, recurren a escuelas que les prometen un futuro educativo atractivo, pero que difícilmente cuentan con la autorización, los recursos humanos y materiales para preparar verdaderos profesionales.
Ante la proliferación de escuelas que no garantizan estudios profesionales con reconocimiento oficial, es urgente que la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal informe sobre la situación de las escuelas de educación superior que no cuenten con ningún tipo de reconocimiento de validez oficial de estudios así como de las medidas y acciones encaminadas a su regularización y evitar el funcionamiento de aquéllas que no cuentan con dicho registro.
Aquellas instituciones educativas que no cuentan con el reconocimiento respectivo no pueden otorgar a sus alumnos el título y la cédula profesional correspondiente cuando terminen sus estudios, por lo que éstos no serán válidos oficialmente y las instituciones sólo podrán expedir diplomas sin reconocimiento de ninguna autoridad educativa.
En agosto de 2015, Morena anunció la creación de universidades para que las y los jóvenes rechazados en las universidades públicas puedan seguir estudiando; posterior a ello se resolvió la creación de cinco asociaciones civiles para que con una inversión inicial (provenientes de la mitad de sus prerrogativas como partido político, así como una parte de las subvenciones y dietas de sus legisladores) de 120 millones de pesos, Morena pondría en marcha ocho planteles educativos de nivel superior en las regiones donde gobierne.
Mediante este mecanismo irregular, un partido político —entidad de interés público— trasfiere a una asociación civil —privada— recursos públicos para que jóvenes rechazados de las universidades públicas del país cuenten con una oferta educativa gratuita en las delegaciones del Distrito Federal, donde ese instituto político resultó ganador en las pasadas elecciones del 7 de junio como Azcapotzalco, Tláhuac, Cuauhtémoc, Tlalpan y Xochimilco. Lo mismo ocurrirá en los municipios de Valladolid, Yucatán; Calkiní, Campeche, y Comalcalco, Tabasco, donde Morena también resultó vencedor en las elecciones.
En ese sentido, es necesario recordar que el pasado 18 de febrero de 2016, mediante el comunicado número 26, la Secretaría de Educación Pública informó que las escuelas promovidas por el partido político Morena en la Ciudad de México no cuentan con el reconocimiento de validez oficial y que con relación a éstas la dependencia sólo ha recibido dos solicitudes para tramitar el dicho reconocimiento; se trata de la Escuela de Derecho Ponciano Arriaga y la Escuela de Contabilidad y Administración Pública Leona Vicario.
Es momento de exigir que las autoridades responsables de la educación pública a escala federal y estatal apliquen con rigor la ley y metan en cintura a aquellas instituciones que ofrecen estudios de nivel medio superior y superior sin cumplir los requisitos mínimos; no podemos permitir que estas escuelas patito continúen lucrando impunemente con las ilusiones de miles y miles de jóvenes.
@angelicadelap
Presidenta de la Comisión de
Derechos Humanos del Senado.
